Después de unos minutos, el desayuno terminó y todos se retiraron a alistarse para comenzar sus actividades del día, yo me dirigí a mi habitación, donde seguía la señora Beckett.

—Yo me quedo con ellos, si necesito su ayuda la llamo, gracias.

Hizo una reverencia y se fue.

Empezaba a arrepentirme de haber regresado a Wellington, debí de haberme quedado en Winchester, con mi familia, tal vez allí mis hijos estarían mejor que aquí. Los vi como seguían dormidos, abrazados el uno al otro, lo que me hizo sonreír.

Me acerqué al balcón, donde me senté y vi a lo lejos a Damien hablando con otro hombre, que le entregó unos sobres y se fue en su caballo. Damien caminó de regreso a la casa. Ese hombre no era el que regularmente hacia la entrega de las cartas y paquetes.

Eso me hizo sospechar un poco, puede que sea su detective, me habían dicho que lo había traído de nuevo para localizar a sus padres, quienes todos sospechaban que estaban muertos.

Me estaba quedando dormida en el balcón cuando un golpe a la puerta me despierta, me levanto de un salto y me acerco a la puerta pero allí no había nadie, hasta que vuelve a sonar un golpe y ahí de di cuenta que era la puerta que separaba ambas habitaciones, obviamente era Damien.

Me puse nerviosa pero aun así me acerqué y la abrí, donde lo vi a él parado frente a mí con su traje de cabalgar puesto y una carta en mano.

—Carta de Walsh. —dijo duramente y me la entregó, después se dio la vuelta.

—Gracias. —dije y por un segundo pasé mi vista por toda su habitación y cerré la puerta.

Me quedé parada frente a la puerta por unos momentos hasta que reaccioné y me acerqué a la cuna a ver si se habían despertado lo bebés, pero afortunadamente no, así que caminé a mi cama y ahí me senté a abrir la carta, que era del señor Murphy.

¨Camille

Siento que apenas le envíe carta, pero han salido algunos negocios en Francia y no tuve la oportunidad de escribirle, llevo apenas dos días en Francia, mis negocios son algo extensos, pero en cuanto termine iré a Londres, espero que usted se encuentre bien de salud, y que para esta fecha se encuentre feliz con su bebé, lamentablemente la distancia y el tiempo no me hacen llegar rápido las noticias como a muchos nos gustarían, pero sin más que decir, espero poder pasar por Winchester pronto.

Robert Murphy.¨

Sonreí al leer la carta, y después escuché a Damien salir de su habitación y sus pesadas botas de cabalgar por los pasillos.

Guardé la carta y del cajón al lado de mi cama, saqué hojas y caminé a la mesa frente al balcón donde me senté en la silla y empecé a escribir.

¨Robert

Muchas gracias por sus cartas, agradezco sinceramente su ayuda, he tenido dos hermosos hijos, Elijah y Aurore, que se encuentran saludables gracias a Dios, además que he regresado a Wellington.

Me alegra escuchar que pronto estará de vuelta en Londres, y espero que todo salga bien con sus negocios en Francia.

Camille.¨

Doblé la carta y la dejé, me acerqué al balcón donde vi a los caballeros irse en sus caballos, y las tías de Damien tomar un camino entre los jardines.

Sabía que estaba mal lo que haría pero tenía curiosidad y realmente me importaba Damien, así que me acerqué a la puerta que conectaba nuestras habitaciones y la abrí, para revelar el cuarto de él frente a mí.

Olvidar Mi Honor (D.M.H. 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora