Capitulo 5

24.2K 477 5
                                    

_____ cogió el tenedor, y pinchó un trozo de lechuga, antes de pinchar uno de carne para llevárselo a la boca con cuidado. Miraba a Justin comer de reojo. Debía de confesar que no lo estaba pasando del todo mal. Habían dado un paseo en coche, y Justin la había llevado a un lugar bonito, un lugar en el que podían observar la playa mientras comía, y eso le gustaba.

Habían visto el sol ocultarse juntos, y eso era algo que provocaba un extraño sentimiento en la castaña.

-¿Qué quieres hacer después de comer? –Justin interrumpió el silencio, y miró a _____, mientras bebía agua.

-¿Nos vamos a casa?

-Si es temprano…

-¿Y?

-Por favor, _____. Vale, sé que no me he comportado como el mejor de los caballeros, pero es que nuestro encuentro no ha sido normal…

-Aja… -tenía que ignorar el nudo que crecía en su estómago.

-Caitlin se va a llevar algunos días fueras…

-Si…

-…y nosotros debemos de convivir bajo el mismo techo. –Ella guardó silencio.

-Lo sé. ¿A dónde quieres llegar? –preguntó con curiosidad.

-Pues… que podríamos hacer una especie de tregua.

-¿Una tregua?

-Aja… podemos comenzar por llevarnos bien, y dejar de actuar… seamos normales.

-Yo no he estado actuando –se defendió ella.

-Pero si has estado a la defensiva.

-Normal… debo tener cuidado con los tipos como tú…

-¿Con los tipos como yo? –preguntó él divertido- creo que es la segunda vez que me dices eso.

-Puede ser…

-No me has contestado.

-Tú me entiendes…

-¿De verdad? Las mujeres sois complicadas, y creo que tú más.

-Puedo decir lo mismo de los hombres.

Justin rió, y ella no pudo evitar reír con él, ¿Qué más hacer? En el fondo le caía bien… y pensaba que era un buen tipo… pero muy en el fondo… Vale, ¿a quien pretendía engañar? Porque a si misma no lo conseguía; le caía bien. Le resultaba divertido, aunque a veces la irritase con aquellos comentarios, o colándose en su cuarto de baño y arrebatándole la toalla para manosearla con ternura, y precipitación.

Vale, no le caía tan bien.

Lo miró a los ojos, y sintió un nudo abrasador en su garganta, que bajó a su estómago, y comenzó a comenzarse en un calor líquido entre sus piernas. Las cuales juntó, para intentar impedirlo. En vano.

-¿Qué decías? –preguntó ella.

-La tregua… ¿la aceptas?

-¿Dejarás de decir cosas de mi, y de colarte en mi cuarto de baño?

-Lo intentaré.

-Bien… al final del día te contestaré.

Él sonrió negando con la cabeza. Era como una niña caprichosa… que le fascinaba. Con aquel rostro angelical, y aquel pelo castaño. La pasión que quería sentir con ella, para apagar el deseo de su cuerpo.

-A la playa –dijo _____.

-¿Qué?

-Después de comer, a la playa.

La arena entre los dedos de los pies, era una sensación, que le gustaba, enterrar los pies en la arena se estaba volviendo, fría a causa de la noche.

-¿Te gusta la playa, eh? 

-Mucho –contestó _____, con una sonrisa de oreja a oreja- gracias por traerme aquí.

-Un placer, poder haber echo algo bien, al final.

_____ rió.

-Hombre… no todo ha sido malo…

-¿No?

-No… habría estado mejor si no te hubieses colado en mi baño… y si te hubieras ahorrado esos comentarios.

-Eran verdad.

-¿El qué?

-Tienes un cülo bonito… muy bonito.

-Justin… -su tono era de advertencia.

-Y un cuerpo precioso… -susurró él.

Ella aceleró el paso, como se parase… sólo Dios sabía que pasaría si ella se quedara quieta, podría ser que se lanzase a sus brazos, o bien que lo abofeteara, aunque estaba más segura de la primera opción.

-¡_____!

Ella bajó el paso, y él tomándola de la muñeca la hizo girarse.

-Jus…tin…

-No te ofendas… sólo te dije la verdad…

-Quizás… quizás… quizás no quería oírla.

-¿Tartamudeas?

-Por tu culpa…

Él sonrió, como no hacerlo, hundió la mano en el espeso cabello de ella, tan suave y sedoso como una caricia, enredando los dedos entre sus rizos, se llevó uno a la nariz para olerlo.

-Yo tengo otro problema contigo… -murmuró él.

-¿Sí, cual? –preguntó _____, tragando saliva.

-Me vuelves loco…

-Como tú a mi –replicó ella.

-¿Te vuelvo loca?

-Aja…

-Habrá que buscar una solución, ¿no crees?

-La tregua…

-Es una opción, ¿eso significa que la aceptas?

¿Por qué le costaba tanto respirar? ¿Y por qué le daba la impresión de tenerlo cada vez más y más cerca? Podía sentir su pecho contra el suyo, sus piernas fuertes, pegadas a las suyas. Su respiración en la cara, su mano en la espalda, la caricia en su cuello de aquellos dedos fuertes, junto a su pelo.

-Por el bien de los dos… -aceptó ella- Ningún comentario más, ni intromisión en el baño.

-A menos que tú me permitas el paso…

-Justin…

-_____… ahora debemos hacer algo con mi locura…

-Ya hicimos… la tre… tregua.

-Mi locura es otra, cariño… me vuelves loco, pero de deseo.

-Justin…

-¿Qué te parece si sellamos la tregua? –preguntó él, pegándola más a su cuerpo, con la respiración más pesada, ella entreabrió los labios, quizás debiera quejarse, pero lo único que hizo fue responder al beso, cuando él, unió su boca a la de ella.

Una Ducha Divertida HOT(Justin & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora