Capitulo 1:Vida cotidiana y un extraño aventurero

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En una pequeña, y no muy interesante aldea; donde la tranquilidad se siente en el ambiente, los grandes árboles que lo rodean la esconden de los maleantes, y la feroz naturaleza. Los pokemon viven en armonía, cada uno de ellos cumpliendo una tarea vital para su proliferación, pero, ¿qué hay de los pequeños? ¿Qué sucede con los jóvenes? Ellos están en una etapa de madurez y de descubrimiento. La curiosidad de los niños se debe alimentar con conocimiento, y por eso; aunque les disguste, deben asistir a la escuela. En ella, la inmadura mente de los pequeños se nutrirá, y los llevarán a ser personas de provecho para la sociedad. En esa escuela es donde se desarrollará nuestra historia, para ser específico nos centraremos en un pequeño grupo de jóvenes emprendedores, que con su corta edad tuvieron grandes aventuras, y lograron cosas que incluso los grandes sueñan con lograr... pero empecemos por.

Sonaba la campana que anunciaba el inicio de clases y todos los alumnos entraban a sus respectivas clases; todos, con una excepción.

???:¡Rayos! ¡Llego muy tarde! ¡Debo correr muy rápido!

Una alterada y apurada figura corría, no, casi volaba en los pasillos. Era un fennekin de bello pelaje dorado y carmesí. Cada parte de ella emanaba pasión y emoción. Parecía la clase de chica energética que nunca para de hablar, y en este caso los juzgar a este libro por su portada era lo más acertado. Su carácter es muy particular, y su forma de ser le traía problemas muy seguidos, para ser más específico a un cierto subdirector watchdog amante de las reglas.

Watchdog: jovencita ember, no corra por los pasillos.

La firme, y estricta voz del subdirector, hizo que la chicha frenará. El chillido del derrape, hizo eco en el pasillo. La fennekin de nombre ember respondió jadeando, e intentando recuperar el aliento.

Ember: perdón. Es que llegó tarde a clases.

Watchdog: ¿y por qué motivo llego tarde?

Ember: es que cuando venía camino a la escuela, creí haber visto un collar en el río, así que intente tomarlo, pero la corriente del río se lo intentaba llevar. No podía dejar las cosas así, por lo que lo seguí río abajo, y me aleje del camino que lleva a la escuela. Al final el "collar" paro al golpear con una piedra. Cuando lo agarré y lo examiné más de cerca descubrí que sólo era un liston con diamantina.

El watchdog no estaba muy feliz con tan larga, detallada y descabellada explicación, por lo que la llevó con el director. Al entrar a la oficina del director estaba sentado en el escritorio un simipour.

Simipour: subdirector watchdog, ¿qué sucede?

Watchdog: mejor que la jovencita ember se lo explique.

Una regañada y apenada Ember conto la historia que antes le había contado al tan malhumorado, y poco permisivo subdirector.

Simipour: ... ya veo... con que eso paso...

Ember: sí, exacto, y por eso llegué tarde.

Watchdog: eso no es excusa, ¿y bien? Director, ¿qué deberíamos hacer con ella?

Simipour: creo que el perder su primera clase es suficiente castigo. Ember, puedes ir a clases, pero no corras por los pasillos, ni te desvíes de tu destino.

Ember: sí, gracias director.

Watchdog: pero...

Simipour: la señorita ember ya tuvo demasiado escarmiento por hoy, lo mejor es que vaya a su salón.

Aunque a regañadientes el watchdog aceptó la decisión del director, y ember se fue a su salón.

Los salones de clase siempre están llenos de gente tan diferente e interesante, y este no era la excepción. Diferentes clases de pokemon. Tantos jóvenes con diferentes objetivos y metas en la vida. Ember le dirigió la palabra a la compañera junto a ella.

Pokemon, El equipo E.D.I al rescateTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon