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POV TOM

-adelante...-dije

-la noche en que mi madre supuestamente falleció, tuve un accidente con Los Cazadores, desperté una semana después, con quemaduras de primer grado por todo el pecho y alguna que otra cicatriz...recuerdo que una vez quise ser sincero con mi prometida Ada, cuando quise acostarme con ella, me desnudé por completo, ella simplemente comenzó a hacer arcadas, me lanzo mi ropa y dijo que me tapase, que ya no tenia ganas...me sentí asqueroso de mi mismo-explicó Thiago.

-¿crees que voy a reaccionar como hizo esa zorra?-pregunté.

Dirigí mi mano a su rostro y acaricie su mejilla, después comencé a quitarle el traje, dejandole por completo desnudo, miré las cicatrices y las quemaduras. Mordí mi labio inferior y comencé a besar suavemente las quemaduras y cicatrices.

-Thiago eres hermoso, cada- beso- parte de- beso- tu cuerpo.

Este me miro sorprendido, acerco su rostro lentamente al mio y comenzó a besarme lentamente, mientras acariciaba mi cintura con una mano y con la otra pasaba sus dedos por mis pezones.

-¿no te doy asco?-preguntó.

-para nada, mi vampirito.

Hice que se tumbara en la cama, noté su largo miembro, me senté a ahorcajadas, encima de él, y comencé a masturbar su miembro, arriba y abajo lentamente, acariciaba la punta con mi dedo pulgar, eso hacia que el mayor suspirase.

-p-pequeño...deja de jugar-gimió.

Lamí la punta de su miembro lentamente, haciendo círculos, eso hizo que gimiese, me pusiese en cuatro y me penetrase de golpe.

-mng...T-Thiago...-gemí.

-te dije que no jugases...te castigaré por ello...-dijo mientras mordisqueaba mis pezones.

-c-castígame...-gemí.

-¡bien!-dijo Derek mientras me abrazaba

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-¡bien!-dijo Derek mientras me abrazaba.

-te echamos de menos-dijo Caleb.

-si, sobre todo Thiago...parece ser que...te dio una buena bienvenida...anoche-dijo Derek.

-en resumen, que follaron como perros en celo-dijo Eric mientras se sentaba y se cruzaba de brazos.

-¡Eric!-exclamó Derek.

-esta bien, esta bien

-bueno padre, ¿no crees que llego hora de que les cuentes a todos, lo que pasó?-preguntó Daniel.

El rey suspiró, aclaró su garganta y nos miro serios, con esos ojos rojos como la sangre, su pelo blanco se encontraba un poco desordenado por la corona de oro que tenia encima, su grande panza se notaba por su el ajustado traje.

-bien, empieza-dijo Daniel.

-antes de que ustedes nacieseis, conocí a un hombre llamado Luckas del que me enamoré, poco después descubrí que tenia una hermana menor, Sarah, vuestra madre, mis padres decidieron que nos casemos, ya que la familia de Sarah es de muy buena fortuna, ella tiene una muy buena reputación, virgen, fértil, buena ama de casa y no había sido tocada por ningún hombre, pero yo seguía amando a Luckas, así que seguí con mi relación con Luckas, hasta que un día le encontré con la líder de Los Cazadores, eso me hizo sospechar de él, salí del lugar, cuando llegó la noche me volví a encontrar con Luckas, pero se encontraba con sus padres, mis padres y su hermana, Sarah. Descubrieron nuestra pequeña aventura, nos comenzaron a insultar, sobre todo a mi, diciéndome ¿como pudiste?, te dimos todo, una buena esposa con la engendrar hijos y te acuestas con su hermano, eres repugnante. Luckas comenzó a reírse y me insulto junto con mis padres, diciéndome, nunca te ame, solo me aprovechaba de que eras rey pequeño maricón, y otras cosas, salí corriendo del lugar con la grimas en mis ojos, una semana después volví a mi palacio, acepté casarme con Sarah y prometí no acercarme a ningún hombre, pero había un pequeño problema, estaba marcado por Luckas, necesitaba su sangre y no podía beber de Sarah...-explicó el rey.

-pero... ¿Luckas era tu alma gemela?-pregunté.

-si, Luckas aceptó que to bebiese de él y yo acepte que él bebiese de mi, con tal de que eso no afectase al matrimonio, Sarah quedó embarazada de sextillizos, ustedes, todo el reino se enteró, Luckas desapareció y poco a poco, fui perdiendo fuerzas, mi pelo se puso blanco y me alimentaba de sangre de animal, pero la sangre de animal tenia un ligero problema, hacia que los vampiros engordasen, pero mereció la pena, por sobrevivir, Sarah volvio a quedarse embarazada de nuevo 4 siglos después, pero supuestamente falleció...-siguió el rey.

-bueno, si no te importara, continuare con la historia-interrumpió Daniel.

Dirigimos la mirada a Daniel, este tenia un rostro neutro, carraspeó y comenzó a hablar:

-Mama no murió, pero si fue herida gravemente, aun así me tuvo en el bosque, sin ayuda de nadie, una bruja nos llevó a mi y a mi madre a su cabaña, donde nos curo y nos alimentó, Sarah le explicó a la bruja quien era y otras cosas mas, crecí en esa cabaña junto con mi madre y la bruja, no me dejaban salir de ahí, era aburrido, pero era por protección, mi madre no quería que la descubriesen, mi madre tenia odio hacia su hermano mayor, por tener algo que ella no tenia, el amor de papa, ella sabia que papa seguía amando a Luckas a pesar del tiempo, un día se hartó de todo, la bruja se fue a buscar unos ingredientes para un hechizo para matar Cazadores, mi madre se suicidó delante de mi, salió a plena luz del sol y dejo que los rayos solares quemasen su cuerpo, convirtiéndolo en cenizas, lloré por días, la bruja hizo de madre, me cuido, me apoyaba y fui creciendo, me despedí de la bruja y fui a buscarles-explicó Daniel.

La sala se silenció nadie sabia que decir, pasaron los minutos, seguía procesando todo lo que pasó, ver morir a tu madre debió de ser horrible.

-no sigo enamorado de Luckas-dijo el rey.

-¡mientes!, no tocabas a mi madre, eras distante con ella, solo la utilizabas para engendrar-dijo Daniel furioso.

-¡¡ella servia para eso!!-gritó el rey en cuanto golpeo la mesa con un puño.

-¡¡ella tenia sentimientos, ella quería darte amor!!

-¡¡no podía!!

-¡¡si podía!!-gritó Daniel

Un guardia entro en la sala, hizo una reverencia hacia el rey y hacia sus hijos y dijo:

-majestad, el señor Luckas desea hablar con usted.

Un hombre de unos 27 años, con barba de tres días, pelo negro oscuro como la noche, tez blanca, ojos rojos como la sangre, alto y con un traje negro, parecido a la de la familia real, apareció detrás de el rey y le agarró de la cintura. Luckas.

-¿me echaste de menos?-preguntó Luckas.

Sangre de la Realeza  © [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora