Prólogo.

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Recuerdo perfectamente mi primer día de escuela, ¿Cómo lo podría olvidar? estaba demasiado nervioso y ansioso, tenia los típicos temores de todo niño, ¿Tendré amigos? ¿Les agradare? ¿Los profesores no me odiaran? muchas preguntas por mi mente pasaban en ese momento; al día siguiente cuando ya estaba frente a todos, presentándome, pude visualizar a una chica que reía, se veía tan linda, esa sonrisa era como si el mundo le perteneciera, y los rayos del sol que chocaban con su rostro pareciesen como si les ayudara a deslumbrar su perfección. 

En el momento en que la vi, pensé que el mundo me decía a gritos " la perfección existe. " Y si era así, vaya que tenía razón. 

Los días pasaban y yo la admiraba, la observaba como si fuera la única obra de arte, quería decirle que fuéramos amigos, quería acercarme y decirle que su sonrisa era hermosa, pero era tan solo un chico de diez años, un chico sin valor y que dejaba que el temor le ganara. 

Un día la chica que siempre estaba junto a ella, de un momento a otro dejo de venir, ¿La razón? más adelante les diré, la profesora me cambio de puesto, me puso a su lado, me sentía el chico mas feliz de todos, sentía que el cielo por fin había escuchado mis suplicas, me sentía tan bien, pero... Vamos, como dije antes, el temor me ganaba, no sabia como acercarme, y comencé a mandarle notas, la única manera que veía de tener una conexión con ella. 

¿Por qué opte por mandarle notas y no por hablarle? 

Simple, si hablaba, la voz se me entrecortaría, comenzaría a repetir demasiadas palabras, temblaría y quedaría como un completo idiota.

¿Quieres leerlas? 

No solo te dejare conocer las notas que nos mandábamos, también algunos momentos que compartimos. 

Quien quiera que seas, quiero que conozcas nuestra historia.    

    

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Amor de pequeños.On viuen les histories. Descobreix ara