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Si no me conoces, no sé dónde has tenido metida tu cabeza todo este tiempo.

Soy conocida de muchas maneras: "La chica popular", "La que todos aman", "La más hermosa", "La princesa del colegio", entre muchos más; pero muy pocos saben más allá de mi nombre y cara bonita.

-¿Aquella no es Krystal?-

Sin darme cuenta una multitud ya me había rodeado en el pasillo. No era el momento más oportuno estaba a punto de explotar, todos los sentimientos que he guardado para mí estaban a punto de salir sin permiso delante de todas estas personas.

-Vaya, es tan hermosa- la gente se seguía amontonando, ni siquiera decían cosas coherentes. Había tropezado y me admiraban por mi belleza en vez de ayudarme.

Recogí mis pertenencias y miré a todos posando sus miradas sobre mí, a pesar de que algunos ofrecieron su ayuda, me levanté sola.

Ni una sonrisa, ni un gracias, no dije nada, solo salí de la multitud evitando explotar frente a ellos; aquellas que hacían llamarse mis amigas intentaron detenerme, pero no quería verlas, no a ellas.

-¿Hija, cómo te...
-Estaré en mi habitación- Interrumpí desviando su pregunta, aunque con eso podía saber que estaba mal.

Aventé todo al piso y de la misma manera me dejé caer sobre la cama, nuevamente había estallado. Ahogaba mis gritos de frustración sobre una almohada, pataleaba sobre la cama intentando sacar todo el estrés, pero estaba segura que nada lo solucionaría así.

Desde que había entrado al bachillerato me convertí en el centro de atención, ni siquiera recordaba cómo había logrado tal cosa, de pronto la mayoría se comenzó a nombrar como mis amigos (Aunque la mayoría no sabía más que mi nombre). Mis cumpleaños eran celebrados un día después, pues ni siquiera se tomaban la molestia de saber mi fecha de nacimiento para hacerse llamar mis amigos. Estos ultimos dos cumpleaños los odié más que a nadie, aun cuando recibí todo tipo de regalos al día siguiente. 

Cuando por fin había calmado todo lo que llevaba adentro dí la cara a mi madre, ella solo preguntó una vez y al no tener una respuesta clara dejó de preocuparse, realmente odiaba eso de ella. En ocasiones sentía que no les importaba a mis padres, quizás ellos eran felices mientras yo fuese la chica popular y bonita. 

-Disculpa- Una voz desconocida me hizo apartar mi enfoque de aquel libro -¿Eres alumna de 3ro?- Me encontraba en la biblioteca, pues es un lugar al cual mis "amigos" ni siquiera entrarían a la fuerza.
-Sí, ¿En qué puedo ayudarte?- Nunca había visto a la chica que tenía frente a mí, lo más probable de mi altura, cabello muy corto y, a diferencia de las demás chicas, ella vestía como un chico.
-Sé que sonará demasiado estúpido al ser yo de 5to, pero ¿Puedes ayudarme en álgebra?- al momento de yo aceptar ella rápidamente se sentó junto a mí. -Me llamo Amber Liu.-

-Krystal Jung- sonreí amablemente -Nunca había escuchado de ti, ni te había visto por aquí- comenté intentando iniciar una conversación.

-Ni yo de ti- me quedé sorprendida al oír su respuesta, ¿En serio había alguien que nunca había oído de mí? -¿Dije algo malo?- Yo negué rápido.
-Es la primera vez que escucho eso- expliqué brevemente mi situación, no quise entrar en más detalles. 

De la misma manera ella me explicó que era excluida la mayoría del tiempo, sus amigos se basaban en chicos. 

Sin darnos cuenta habíamos pasado horas ahí, platicando, estudiando, haciendo cualquier cosa; eso se había hecho nuestra rutina. Todos los días a las 12:00p.m. nos veíamos en la biblioteca, estudiábamos una hora, íbamos a comer algo a la cafetería y regresábamos a platicar a la biblioteca. Mis amigas y compañeras creían que iba a estudiar por lo que no investigaban más allá. 

Me había hecho cercana a Amber, y eso me aterraba demasiado. No quería perderla, no a ella. El poco contacto físico que tenía con ella era demasiado cálido. No quiero sufrir nuevamente, no ahora. 

-Supongo que es un hasta pronto.- Fue la primera en iniciar la despedida -Nos veremos después de vacaciones.-

-Luego te gradúas- odiaba la graduaciones, las odiaba más que nada. 

-Pero seguiremos siendo amigas.- "Amigas", esa palabra me ha dejado en duda las ultimas semanas. -Necesito hablar contigo.- su tono serio me dejó helada, no sabía qué pasaba, pero quería llorar. 

Nos sentamos en las escaleras exteriores, la escuela estaba vacía por lo que nadie nos molestaría. Coloqué mis manos sobre mis muslos y comencé a jugar con ellas de una forma nerviosa. 

-Nunca he sabido por qué no me has hablado con la verdad- No sabía de qué hablaba, y ella fácilmente interpretó mi gesto. -Siempre estás tensa, cuando te veo con otras personas te notas triste y cuando pregunto tú simplemente respondes que no es nada y sonríes; estos días me he estado hartando de que no seas honesta conmigo.-

Aquellas palabras de alguna forma era dolorosas, pero hablaba con la verdad. Necesitaba ser honesta con ella y ahora era el momento perfecto; todos mis sentimientos se juntaban a punto de estallar, pero ahora los dejaría salir de una manera "correcta".

-Desde la secundaría no tengo amigos, suena estúpido al ser yo, pero desde que nos graduamos perdí a mi mejor amiga. Nunca volví a hablar con ella como lo hacía y cuando entré al bachillerato gané demasiada popularidad de la nada, no hice nada importante para ganarme el respeto de todos ellos. A pesar de estar rodeada de gente me siento vacía, nadie ha podido llenar ese vacío... Pero... Ahora que te conocí solo quedé más confundida...-

Ella observaba y escuchaba cada palabra que salía de mí, no me interrumpía ni intentaba hacerlo, pero al verme callar se vio forzada a hablar. 

-¿No llené ese espacio?- parecía de alguna manera desanimada. 

-No de la forma que esperaba.- Aunque haya sido casi un susurro, ella lo escuchó y me cuestionó -Estos años he estado confundida en muchas cosas... es un tema que no puedo tocar ni conmigo misma.-

Un silencio nos invadió, ninguna de las dos sabía qué más decir en estos momentos. 

-Bueno, creo que también debo ser sincera- Nerviosa giró su mirada evitando la mía. -Soy lesbiana- yo reí al oír su gran confesión.

-Eso lo percibí desde la primera vez que me hablaste.- Era tierno verla de esa forma tan tímida -Eso y muchas cosas más.-

-¿Cómo cuales?- Estaba tan interesada en lo que dije que nuevamente su mirada se fijaba solo en mí. 

-Percibí que eres una chica muy amable, ese tipo de personas que no te abandonan cuando los necesitas, que tienes una hermosa sonrisa y ojos; percibí una gran confianza desde un inicio y de esa forma llegaste a confundirme más.- Nuevamente la había confundido, suspiré pesado, sabía que era ahora o nunca -Creo que me gustas, Amber Liu-

Tanto sus ojos como su boca se abrieron sorprendidos, ahora era muy tarde para retractarme. 

-¿Crees?- se acercó más a mí.

-He estado dudando de mi sexualidad, pero nunca me había sentido de esta forma con alguien.- Miré mis manos sobre mis muslos. -Solo, olvidemos eso-

Me levanté lista para irme y hacer como si esto nunca hubiera sucedido. Quería huir rápido de ese lugar, todo lo había hecho por instinto, pues algo me decía que después de las vacaciones nada sería como este corto tiempo entre nosotras. 

-¡Krystal!- frené en seco al oír mi nombre. Ella corrió rápido hasta donde me encontraba, tomó mi antebrazo evitando que huyera. -Estoy locamente enamorada de ti- 

Sin dejarme responder besó mis labios de una forma tan cálida que nunca había experimentado. Ese beso era imposible de olvidar.

LONELY. [F(KRYBER)] Tree-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora