(15) El Primer Paso

Start from the beginning
                                    

El auto se detuvo y abrí mis ojos.  Fue para mí una sorpresa ver que nos encontrábamos estacionados en el mismo lago donde me entregué a Ezequiel por primera vez.  A diferencia de aquella vez, aún era de día y había varias personas en el lugar.

Caminamos hasta la orilla y nos sentamos uno al lado del otro.  Ninguno de los dos dijo nada por unos minutos.

“Dime la verdad.  Ricardo te ha golpeado?” preguntó Ezequiel luego de un suspiro.

“Es algo complicado y largo para contar”  le respondí sin quitar la vista del hermoso paisaje que había frente a mí.

“Quiero escucharlo.  Qué está sucediendo?” continuó Ezequiel con sus preguntas, pero esta vez tomando mi rostro en sus manos para obligarme a mirarlo.  Yo simplemente, cerré mis ojos y comencé a hablar.

“Ricardo sabe lo que sucedió entre nosotros; sabe que estuve embarazada de ti.”

“Cómo?”

“Escuchó a unas enfermeras dialogando.  Sabe que es un secreto y me ha amenazado con eso.”

“Ese desgraciado!” fue entonces que abrí los ojos para encontrarme con su rostro lleno de ira.

“Ezequiel, por favor, necesito que te controles.  No quiero que mi papá se entere, no quiero causarle el divorcio a mis padres.”

“Esa es la amenaza que te tiene ese cobarde?”

“Por favor, no quiero más problemas.”

“Y las marcas en tu rostro?”

“Sí, Ezequiel, fue él” le dije sin poder mirarlo más y luchando con mis lágrimas para que no salieran. Quería demostrarle que era fuerte, pero mi corazón no soportaba más.

“Cuantas veces te ha golpeado?”

“Eso no ha sucedido.  Solo me ha aguantado con un poco más de fuerza que con la que debería.”

“Ese infeliz.  No sé cómo me controlaré para no caerle a golpes.  Qué más te ha hecho?  A que más te ha obligado?”

“Ya no quiero hablar más de él por favor.  Vine aquí para estar tranquila, para olvidar.”

“Pero sigues siendo su novia, cierto?”

“Ezequiel, quiero disfrutar el tiempo que comparta contigo.  No quiero hablar de Ricardo, o a caso te he preguntado por Viviana?  Vamos a pasarla bien, olvídate de mis marcas o de lo que haya sucedido.”

“Discúlpame, es que no puedo pensar que alguien te está haciendo daño.”

En esos momentos mi teléfono sonó.  Miré la pantalla y me levanté de donde estaba, caminando unos pasos sin darle ningún tipo de explicación a Ezequiel.

Amor ClandestinoWhere stories live. Discover now