Prefiero decirtelo así.|| #ProyectoGMLRS

Charper 3

Me levanto perezosamente de la cama cinco minutos antes de que suene la alarma, por lo que aprovecho esos cinco minutos que llevo de ventaja para desayunar con más tranquilidad, casi siempre salgo con prisas y hoy no tengo coche, a no ser que le de por arrancar.

Dios, hoy parece que el Sol está con complejo de horno, creo que esto es de una de las pocas cosas que menos me gustan. Otra de las cosas que no me gustan del verano son los fuertes dolores de cabeza que me provoca a veces, esto es debido a que hace unos tres años tuve un accidente donde me llevé un fuerte golpe en la cabeza, lo que provocó una pérdida de memoria, que ha día de hoy ya tengo recuperada, o al menos gran parte de ella. En verano me suele dar (con frecuencia) vuelta de memoria, es decir, algunos fragmentos de mi vida que no recuerde vuelven a mí, el verano pasado apenas me dieron dolores de cabeza, lo cual es buena señal y espero que este verano sea igual.

Salgo de mi casa sin prisas, hoy voy con tiempo de sobra, además, los sábados solemos abrir siempre diez minutos más tarde ya que los viernes la cafetería por la noche abre la parte trasera que es un pub y siempre nos toca darle un limpiado.

Cuando llego a la cafetería veo a Lucas uno de mis compañeros de trabajo, abrir las puertas de la cafetería.

-Buenos días, ¿Hoy no le tocaba a Laura?.-Entro y suelto mis cosas en la taquilla.

-Sí, pero por lo que se ve le ha surgido algo de última hora y me a tocado venir a mí.-Me ofrece uno de los delantales limpios que han dejado sobre una de las mesas.-¿Que te parece si yo limpio el pub y tú haces la caja? Yo no me llevo muy bien con los números.

-Por mí bien.

(...)

Faltan apenas dos horas para cerrar, ha sido una mañana algo tranquila ya que el calor ha hecho que la gente prefiera quedarse en casa al resguardo de una insolación. Ahora mismo estoy limpiando una mesa que parece haber estado en una guerra, los niños pequeños lo ponen todo perdido, ahora entiendo a mi madre cuando decía <Ya no os llevo a ningún lado, dais vergüenza.> La campana que hay situada en la puerta suena lo que indica que han llegado clientes y lo digo en plural por que ha sonado unas tres veces.

-Holiii.-Saluda Laura cogiendo un delantal. Intercambia unas cuantas palabras con Lucas y este se marcha de la cafetería despidiéndose.

-¿Dónde te has metido?.-Le pregunto mientras me voy hasta detrás del mostrador para soltar el trapo con el que estaba limpiando la mesa.

-Visita inesperada de mi hermana, necesitaba que le cubriese la espalda y fuera al cuartel a firmar en nombre de mis padres, no tenía pensado vernir, pero bah, así esta tarde la tengo libre.-Se ríe mientras se recoge los pelos en una coleta de caballo.-¿El aire está encendido?.

-Desde hace tres horas, pero no enfria casi nada, creo que todavía no han venido ha arreglarlo.-Le digo casi en una queja.

-Tendremos que volver hablar con Juan para que llame otra vez al tío este que es amigo suyo para que venga ha arreglar el aire.-Suspira intentando quitarle importancia.

Trabajar con calor se hace demasiado pesado, y si encima la clientela se pone de mal humor...tampoco ayuda.

Hay personas que aún se preguntan por qué trabajo aquí, el sueldo es poco, según dicen para lo que merezco, entre estas personas está mi madre, como no, prefiere que trabaje en algo de gran Status social, se creerá que me llueve el dinero o algo por el estilo para pagarme los estudios, unos estudios que la verdad no me están gustando, pero estoy a un año de acabar y salir con un título que me abra más puertas y que me pueda dar de comer y permitirme tener una casa mía y poder seguir con mi independencia. Pero hay veces que se me hace imposible hacerla entrar en razón, como aquella mañana, que me tuvo mi media hora de descanso al teléfono mientras barajaba la posibilidad que hubiera de que me diera una parada cardíaca y tener la excusa para corgarle el teléfono y no escucharla más hasta su vuelta del Caribe donde, seguramente, se llevaría una tarde entera metida en mi casa mostrandome todas y cada una de las fotos que ha tomado y de las cuales se siente orgullosa, un coñazo, por eso mientras ella me relataba en la oreja yo estaba pendiente a la clientela que entraba y salía del local, fue entonces cuando vi a mis dos nuevos vecinos entrar y sentarse en una de las mesas del fondo, junto al gran ventanal.

-Mamá-Resoplo mirando el reloj-Ha terminado mi descanso te tengo que colgar, ya te llamaré luego.-Y sin dejar que hable más le cuelgo, por que sí, por que creo que ya ha hablado suficiente y por que tengo el cerebro saturado de todas sus quejas. Ni estando a miles de kilómetros me deja respirar tranquila.

Miro a mi compañera Laura que se dirije a la mesa de mis vecinos para atenderles, pero antes de que llegue le hago varios gestos para que me deje a mi atender esa mesa, esta no rechista y se dirije a otra.

-Muy buenas, ¿Qué desean?.-Les pregunto situandome al frente y sacando la libreta del bolsillo de mi mandil.

-Hola-Saluda uno de ellos con una sonrisa, le miro con una pequeña sonrisa.-No sabía que trabajabas aquí.

-Bueno solo en verano, para pagarme los estudios y mantener mi independencia.

-¿Así que eres un chica independiente?.-Pregunta con una sonrisa burlona.

-Sí...Bueno ¿Que queréis para tomar?

-Lo más frío que tengáis.-Responde su clon sentado en la silla de enfrente.

-¿Dos coca colas?.-Les echo una mirada rápida y ambos asienten. Me dirijo detrás de la barra y cojo un par de coca colas del frigorífico y se las sirvo en dos vasos con hielo.

(...)

¡Hola Hola!

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