CAP I

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-No puedo creerlo, apareció de nuevo.

-Flashback-

Es viernes y estoy en la casa de mi primo, mi tía que vivía en otro estado vino para despedirse de su hijo mayor que parte a argentina en busca de una aventura y una nueva vida. Yo estoy feliz por reencontrarme con ellos, tenía aproximadamente un año sin verlos, pero ya debo irme, es muy tarde y no quiero estar a altas horas de la noche vagando por las calles de Alabama. Llegué en la madrugada a mi casa, cociné un poco, comí y luego me acosté.

-Estado de Ensueño-

En un edificio muy alto estoy buscando un collar con una piedra semi-preciosa, "Piedra Lunar", es un collar de mi posesión que está perdido desde hace mucho tiempo. En medio de la búsqueda me conseguí a una amiga, tenía mucho tiempo sin verla, su nombre era Eva.

-Hola, me alegro mucho de verte ¿Cómo has estado? -Pregunté abrazándola.

-Muy bien, quería devolverte algo que te pertenece -Indicó sacando el collar.- Aquí está, lo tenía guardado. ¿Se te extravió hace un año, no?

-¿Sí, donde lo encontraste? -Pregunté con curiosidad.

-Lo dejaste en un asiento, fue la última vez que nos vimos ¿no recuerdas?

-No, no puedo recordar nada -Le comenté.

Cogí el collar y me lo coloqué, la piedra es de color azul cielo, es translúcida y refleja los sentimientos de las personas. Cuando adquirí esta joya, decidí investigar un poco sobre ella, comencé a leer y encontré los colores que puede poseer, y el significado de cada uno con sus colores. Cada tonalidad posee algo en especial, el azul cielo significa tranquilidad, esto refleja que la persona está serena, el rojo es el enojo, el naranja es la molestia o malestar sobre algo y el violeta o morado es el sinónimo de felicidad.

Al momento de colocarme el collar, el mismo empezó a adoptar un color sereno entre azul y violeta, supongo que estoy contento de usarlo de nuevo. Me despedí de mi amiga Eva y me fui. Al salir del edificio me encontré con un bulevar gigante, miré de izquierda a derecha y visualicé a una persona a lo lejos.

-Creo que la conozco –Miré de forma discreta.- Daré una vuelta cerca para ver su rostro.

Caminé unos segundos y luego me paré en seco al cruzar su mirada con la mía, era la chica de aquella noche tan apasionada, esa "Noche Fugaz".

-Eres tú -Le comenté impresionado.- Eres la mujer de bata roja que estaba en la habitación conmigo, no he podido olvidar aquella noche tan maravillosa.

-Veo que te acuerdas de mí ¿Será casualidad encontrarnos nuevamente? -Hizo una sonrisa inocente.

-No lo sé, pero tampoco quiero darle mucha vuelta al asunto, quiero pasar todo éste día contigo -le tomé la mano y comencé a correr por el bulevar cómo si alguien nos estuviera persiguiendo, nos comportamos como niños de diez años.

Aquella morena me siguió el juego pero nos cansamos y nos sentamos luego de tanto correr.

El bulevar era grande y transitaban muchas personas. Comenzamos a charlar un poco sobre ella, y yo comencé a hacerle preguntas.

-¿De dónde eres? –Pregunté.

-¿Eso realmente importa? -Preguntó irónica.- Puedo venir de un lugar nunca habitado o puedo ser quizás tu vecina y nunca me hayas conocido, pero ¿realmente importa? -Sonrió inocente y me guiñó el ojo.

Fruncí el ceño.

-En este momento no lo entenderás, y tampoco hay que darle mucha importancia –Dijo.

-Pues sí me importa, quiero verte más seguido y quitar mis momentos de cordura, para que nos ahoguemos en la locura –Comenté.

Creo que aún no comprende lo que siento por ella, al estar junto a ella mi día pasa de ser gris a ser colorido, le encuentro emoción a todo. Aún no me imagino cómo puedo sentir éstas mariposas aleteando dentro de mí sin siquiera saber su nombre ¿será amor a primera vista o un amor de verano?.

-

Seguidamente de comprar helados y caminar por todo el bulevar, me mencionó que debía irse, fuimos hasta la estación de tren más cercana y compramos dos boletos, nos dirigíamos a polos opuestos pero una parte de mí se la llevaba ella.

-¿Segura que debes irte? -Pregunté un poco triste bajando mí tono de voz.

-Sí, lo lamento, nos encontraremos en otra ocasión -Me agarro la mano y comenzamos a subir por las escaleras mecánicas.

-Bueno, está bien, espero sea pronto -Dije.

-Tu piedra está morada -Comentó.

-Lo sé -Sonreí inocentemente.

Mientras subíamos por las escaleras, tomé su mano con cariño, miré hacia arriba y una luz blanca apareció, comenzó a hacerse más grande mientras subíamos, tan grande que todo se volvió blanco.

-Realidad-

Me desperté molesto, no podía creer que ella apareciera de nuevo en mis sueños. Tantas experiencias en una noche. Decirle adiós nuevamente a su sonrisa es algo inevitable y me pregunto ¿Realmente me encontraré de nuevo con ella?.

Continuará...


Hola ... ¿Cómo están?

 Espero que les guste este nuevo capitulo, pronto habrá mucho más.

Una noche fugazWhere stories live. Discover now