Casi Un Suicidio || Richie Sambora

»Capítulo 28«

Me incorporé. Si de por imaginar todo ya estaba con una fuerte intriga, ahora si que más; y más con ésta oportunidad que tenía de arreglar las cosas con él.

-Nikki y yo no somos nada -Dije para comenzar.

-Otro perro con ese hueso -Rodó sus ojos.

Me crucé de brazos. Como se notaba que estaba bien enojado.

-¿Me vas a escuchar? -Comenzó a faltarme la paciencia.

-Prosigue -Dijo, con un tono de casi mala manera.

-Uff...-Suspiré -Mira: Nikki y yo no tenemos nada. Empezando: Recién lo conozco, ¿Cómo iba a tener algo con él? Segundo, a mi no me gusta él... Me gusta alguien más -Añadí resentida. Por suerte, no tomó casi impresión de eso último que había dicho.

-Ajá, ¿Entonces por qué te tomó de la mano y entrelazó sus dedos con los tuyos? -Levantó una ceja en desaprueba.

Casi me dió algo de diversión, de risa.

-¿De qué te ries? -Cuestionó al verme sonreír, y negué con la cabeza.

-¿De verdad estás así de celoso? -Le miré aún sonriente, y con algo de ternura. Era lindo verlo así.

Se encogió de hombros. Era orgulloso.

-Anda dime -Me acerqué a él.

-Bueno si, sí estoy celoso -Rodó sus ojos-.

Solté una pequeña risita.

-Richie, Nikki y yo no tenemos nada. Me parece muy lindo si, pero sólo como amigo. No sé porqué me tomó de la mano y entrelazó sus dedos con los mios, pero si mal no estoy, pudo haber sido porque tú estabas con la rubia esa.

-¿Con Heather? -Me miró confundido -Bueno... Em...

Se quedó pensando. Me puse seria de nuevo.

-¿Me vas a decir que no te acuerdas?

-Perdón...-Bajó la mirada.

-Era por eso que en el Almuerzo estabas así, ¿No? Por ella -Traté de disimular mis celos y tristeza, así que preferí mirarle con comprensión.

-Sólo estamos saliendo.

-Pero son novios -Insistí.

-No. Sólo estamos saliendo, conociéndonos. ¿Okey? -Se recostó en la cama de nuevo, y se volteó dándome la espalda.
Suspiré y me recosté igualmente. Me quedé mirando el techo, que estaba un poco iluminado por la luz de los postes de las calles.

Volteé mi cabeza para mirarlo. Se veía lindo de espaldas.

-Richie...-Le llamé.

-¿Mh? -Respondió sin moverse.

-No te enojes conmigo por eso. Ya te he dicho que no tengo ninguna intensión con él que no sea de amistad. ¿Por qué no puedes creerme? -Le hablé con tono de tristeza.

-Porque notablemente Nikki es mejor que yo, y él puede enamorarte fácilmente -Murmuró.

Fruncí el ceño.

-¡Claro que no! Hombre, nadie es mejor que nadie, ambos son buenos en lo que hacen, y ambos son buenas personas -Le reproché, un tanto enojada.

Se quedó en silencio un rato. Después, se decidió a murmurar.

-...Sólo no quiero perderte...

Enseguida, eso que acababa de decir, me quitó la rabia y todo lo demás, para reemplazarlo con una inmensa ternura.

Me fuí hasta él y lo abracé por detrás.

-Claro que no vas a perderme, hombre -Me reí -Nikki es mi amigo, pero tú también lo eres. Los quiero a ambos, no hay manera de que me vaya a ir con él y te deje sólo. Además, soy la Manager de Bon Jovi, no de Mötley Crüe.

Se quedó en silencio otro momento, pero después, se volteó y me abrazó. Me abrazó de esa manera tan especial que tenía él, que me encantaba a mi. Sentía que estaba protegida en sus brazos bien formados por su guitarra. Me sentía bien bajo esos 1,86 de estatura que me cubrían a mí. Y era aquí, cuando mis sentimientos hacia él volvían, y quizá crecían aún más.

-Bueno, está bien, yo te creo, ¿Vale? -Me miró.

Le devolví la mirada y le Sonreí.

-Pero que no se acerque mucho a ti, eh -Me habló de nuevo con su tono celoso.

Solté una risita.

-No somos nada, Richie, ¿Como me celas? -Levanté una ceja, aún sonriente.

-De todos modos, eres mi amiga, y nadie puede acercarse a ti más de lo que puedo acercarme yo.

Lo abracé fuerte y asentí con la cabeza.

-Y que tampoco te vaya a hacer nada, porque si es así, no respondo -Rodó sus ojos.

-Richie por favor, me dices tantas recomendaciones que se me van a olvidar -Me reí y él imitó.

-Me preocupo -Me puso un puchero.

-Cosita -Le apreté las mejillas.

Vaya labios hermosos que tenía. Si no hubiera sido porque Richie estaba con Heather, de verdad hubiera besado esos labios sin importar su reacción después.

-Vale, hay que dormir -Dije, antes de seguirme deslumbrando con esos labios.

-Es verdad -Se incorporó.

Por mi parte, iba a recostarme en mi lado, pero antes de retirarme, me tomó de la mano y me recostó sobre su pecho. ¿Y que era lo mejor? Que era ese pecho desnudo que había visto en la mañana. Me sentí bien, porque de su cuerpo desprendía calor. Me abracé a él, y de esa manera nos quedamos dormidos.