Capítulo 73 💘

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Eros se agachó a mi lado, preocupado.

—Lizzie, ¿qué te ocurre? —Miró a sus pares—. ¿Quién de ustedes se está pasando de listo?

No pude ver a Apolo levantar la mano, pero sí escuché su voz.

—Mi culpa —dijo—. Son los golpes que le propinó su padre, han vuelto a aparecer ahora que el tiempo establecido en nuestro trato expiró.

Creí que iba a desmayarme, pero entonces escuché el horrible coro de Fran y Henry resonando bajo las piedras.

"Y la cosa suena ¡Ra!
Y la cosa suena ¡Ra!
Scooby Doo pa, pa
Y el pum pum pum pum pum"

Tomé una bocanada de aire y puse toda mi fuerza de voluntad en ponerme de pie. No sé cómo logré llegar hasta la entrada de la caverna otra vez, y usando mi recién adquirida super fuerza, empujé el enorme peñasco que cubría la entrada.

—¡Salgan ya! —grité—. ¡Antes que caiga la siguiente!

Sin embargo, no fui capaz de resistir más y caí nuevamente al suelo, bajo el siguiente peñasco, tres veces más grande y pesado que el que acababa de mover. Cerré los ojos, consciente que caería sobre mí y no sería capaz de apartarme. Sin embargo, lo que escuché a continuación me hizo volver a abrir los párpados.

Mi chef favorito salió de la cueva, cantando a todo pulmón. A su lado, Eros sostenía la enorme roca que amenazaba nuestras vidas. A pocos centímetros de distancia, el cuerpo de Fran volvió a cobrar vida. Se levantó, con la ropa aún cubierta de sangre, cual vampiro despertando de su siesta y dejó escapar un grito de alegría. Sin pensárselo dos veces, se puso de pie, con una agilidad que jamás habría esperado de alguien que acaba de vencer a la muerte y abrazó a su salvador, quien continuaba cantando y avanzando inseguro.

Una sonrisa se formó en mis labios, y pude respirar aliviada tan solo unos segundos.

Henry, al sentir los brazos rodear su cuerpo y la suavidad de la tierra bajo sus pies, en lugar de las irregulares peñas que marcaban el camino al Inframundo, detuvo su marcha.

—¿Ya estamos fuera? —preguntó al viento, y la respuesta llegó por sí sola.

Incapaz de creérselo, movió su cuello en todas las direcciones posibles, buscando algo que no podía ver.

Entonces me di cuenta. Su sombra continuaba unida a la cueva a través de la negrura que generaban ambas rocas, la que Eros sujetaba y la que yo había movido.

—No te gires. —Quise gritar, pero me encontraba tan débil que apenas pude sacar la voz.

—¿Qué sucede, Liz? —inquirió Henry, comenzando a dar la temida vuelta.

—¡No! —exclamé tan alto como pude.

A mi lado, Eros arrojó la roca que sostenía, buscando separar las sombras, y de inmediato otra comenzó a formarse en el aire, manteniendo unido el cuerpo estúpido humano a la caverna.

Entonces, el sol brilló con tanta fuerza que me cegó por un par de segundos. Por ende, lo siguiente que ocurrió no lo pude ver, pero lo percibí a la perfección. Alguien me levantó del suelo, y sin nada de delicadeza, me lanzó lejos de la entrada, antes que el astro volviera a ocultarse. Parpadeé varias veces, deshaciéndome de las chispitas que veía luego de la exposición a la luz y examiné la escena.

Eros había empujado a Henry, para separarlo del Inframundo y su hija me había apartado a mí de la entrada. Todo justo antes que un golpe seco anunciara que el camino hacia el reino de Hades volvía a estar bloqueado.

—Más te vale que seas la reencarnación de mi mamá o voy a lamentar salvarte durante el resto de la eternidad —dijo Hedoné.

Su padre llegó a mi lado y me ayudó a sentarme, apoyando mi columna en una de las rocas que yo misma había movido.

Dejé escapar un cansado suspiro y me apoyé en él. A estas alturas, ya no tenía ganas de seguir peleando contra los dioses, solo quería que nos dejaran tranquilos.

Luego, llegó el esperado desenlace.

Las tres mujeres que habían precedido todo este drama se plantaron frente a Artemisa.

—Vamos a aceptar la solución alternativa. Desde este día no puedes volver a atentar contra la vida de ninguno de los mortales que participaron de este encuentro —anunciaron. El suelo volvió a temblar y la tierra se reacomodó, haciendo desaparecer la entrada al Inframundo—. Eris, tú recoge las rocas.

—¡¿Qué?! —exclamó la aludida.

—Tú las trajiste —se burló Eros. La risa contrajo mi abdomen, causándome un punzante dolor.

Con todo resuelro, las tres extrañas mujeres se esfumaron en el aire, sin tomarse la molestia de despedirse. Por su parte, Artemisa dejó escapar un bufido molesto antes de desaparecer.

Apolo fue el único que mostró señas de buena educación.

—Nos vemos por ahí —anunció casualmente, antes de irse.

La siguiente fue diosa de la sabiduría, quien avanzó con solemnidad hasta quedar frente a mí.

—Me has conmovido, joven humana. Así que he decidido hacerte un regalo —dijo. Extendió su mano y se detuvo a escasos centímetros de mi frente. Sentí una repentina calidez envolver mi cuerpo y al instante, un sweater apareció encima de la ropa que llevaba puesra—. Te queda bien, pero recuerda, sólo podrás usarlo si muestras la misma convicción y valentía que me has demostrado hoy. Si tus pensamientos se inquietan o no posees la claridad mental necesaria, te será inútil.

Y con eso, se desvaneció.

—¿Qué me hizo? —pregunté.

—Te tejió un lindo regalo —contestó Eros.

Eché una mirada al obsequio que acababa de recibir. Era de un tono amarillo, casi dorado, y traía bordado el nombre de "Atenea" en tipografía griega y el dibujo de una lechuza. Definitivamente los dioses tenían que hacer algo con ese enorme ego que cargaban.

—Quien diría que Atenea tiene buen gusto para la moda —comentó una voz a mis espaldas.

Estuve a punto de saltar de felicidad, pero los golpes que había recibido me lo impidieron. Para compensar mi incapacidad, fue Fran quien se abalanzó sobre mí, dándome un fuerte abrazo.

—Ni se te ocurra volver a morirte, idiota —dije, recibiéndola a pesar del dolor en mis huesos.

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Y...solo nos queda un capítulo 😱 que lo subiré entre mañana y el lunes

Que no llegue nunca el lunes :v

Un saludo a toda la gente que esta leyendo esta historia en wattpad y en Sweek xD

Podría decirse que la canción  que cantan Fran y Henry se escogió por votación popular xDD ya que fue la más comentada ayer :v

Nos vemos en el siguiente capítulo
Saludenme a Hades :x

Cupido por una vez Where stories live. Discover now