Pasó otro mes sin que te hablara.
Bueno, ahora mis compañeras, e inclusive algunos compañeros, tuvieron un cambio radical. Son completamente negros, parecieran no sé, como una lagartija escamosa y negra antropomórfica. Tienen dientes filosos, a veces los logro ver, deben masticar muy bien.
Me siguen acariciando y hasta aveces me abrazan tan fuerte que me tiran al suelo. Obvio esto me causa moretones y demás, pero no les digo nada al verlos tan felices.
Se me están acabando las páginas, ¿que querrá decir?
De cualquier modo, adiós Diario, pronto escribiré más en ti.
YOU ARE READING
Los monstruos que se sientan en sillas de madera| By Foxyzo
Short StoryLa escuela puede ser el mejor lugar, como el peor. No por las materias, sino por estar obligado a convivir con gente al principio desconocida, con la cual tendrás experiencias memorables o amargas. Sin embargo, éste mundo es raro. Y está plagado de...