Revelaciones y visita al hospital

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Secó el sudor de su frente con su antebrazo mientras escuchaba los gritos del entrenador.
Ese hombre iba a matarlos con tantos ejercicios.

Miró de reojo a Bucky y a Joseph que no estaban mejor que él. Los dos lucían igual de agotados y con la respiración entrecortada.

En cuanto Joseph le ve, sonríe de vuelta y nota la aflicción en su rostro.

Sigue sin poder hablar con él, sus días se resumen en estudiar,entrenar con el equipo, hacer tareas y en sus ratos libres pasar el tiempo con Tony.

La vida de un estudiante apestaba, sin embargo no se quejaba. Había personas que ni siquiera tenían esa opción y cabía destacar que no para todos era fácil. Así que se esforzaba para dar lo mejor de sí.

Se deja caer rendido en el piso del gimnasio ante el esfuerzo de la lagartija número cincuenta.
El suelo estaba frío y eso refrescaba su rostro por unos segundos.

—No te mueras, Steve. Al director Stark le dará un infarto...—levantó la vista para ver al idiota de Bucky riéndose.

—Cállate, deberías invitarme un jugo en lugar de burlarte.

—Lo haría amigo, más creo que Joseph se me adelantó.—le tiende la mano para ayudarle a levantarse.

—¿Joseph?

—Hablo conmigo hace unos minutos, me pidió que si los podía dejar a solas, sea lo que sea, suena muy determinado.

Oh, no...

Steve se sentió palidecer. Qué se suponía que le diría.

—Será algo incómodo.

—De eso estoy seguro.—asiente.—Pero es mejor que le dejes las cosas en claro a que ilusiones al pobre chico.

No alcanzó a responderle porque el mencionado se acercó a ellos trotando.

El entrenador había dado el silbatazo que anunciaba el fin del entrenamiento.

Había ansiado con anticipación que el entrenamiento terminara y sin embargo ahora preferiría seguir corriendo por las canchas a encontrarse en la penosa situación de hablar con el pelirrojo.

—Bueno chicos, tengo que cambiarme e ir a buscar a Natasha, le prometí que la ayudaría a terminar un trabajo.—Bucky los miró por unos segundos, le guiñó un ojo a su amigo y salió corriendo con el resto de sus compañeros.

Apenas se quedó solo con Joseph los nervios se apoderaron de él. Si Tony se enteraba que sadría con él era probable que le armaría un escándalo. Sólo una cosa tiene presente: ya no puede prolongar más eso.

—Deberíamos tomar algo para refrescarnos. —sugirió Joseph, rompiendo el silencio.

—Estoy de acuerdo.—sonrió.—Aunque no te parece que deberíamos cambiarnos antes, no es que me importe pero estoy literal bañado en sudor y en definitiva no es así como quiero desfilar por medio Instituto.

Joseph rió sin apartar su mirada de la suya.

—Tienes razón, será mejor ir con el equipo a los vestidores.

Se encaminaron hasta el lugar y en el transcurso fueron conversando sobre sus respectivas clases, puede que no compartieran el mismo grupo más las materias al final de cuentas resultaban por verlas todos por igual.

Ambos se separaron para ir cada quién a su respectivo casillero. Sacó una toalla de éste y lo volvió a cerrar.

No era para nada raro llegar a ver a algún miembro del equipo medio o completamente desnudo por los vestidores, todos siempre salían directo a las duchas o a cambiarse. La verdad ya veían bastante normal toda esa situación.

Trying Not To Love You (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora