El camino

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Antes de comenzar a leer quiero decirles que la línea de los acontecimientos no son cronológicos, como ustedes han estado comprobando en los capítulos anteriores, puedo saltar unos cuantos momentos de la historia. Así que continúen con la feliz lectura.

Había peleado con Tomura, eso no solía suceder seguido, en verdad. Estaba cansado de tanta mierda en esos precisos momentos, solo podía pensar en lo mucho que quería ha Todoroki, con su manera tan inusual de actuar, en su risa que le gustaba escuchar en una sinfonía casi paralizante. Se recostó contra el suelo de la azotea, un pavimento tan triste como su existencia.

—Todo resultó ser peor que una mierda—murmuro estirándose de una manera felina.

Miró al cielo analítico, había sacado a patadas a Toga de la casa, eso de intentar abrir a Todoroki como un pez resultaba demasiado macabro para él.
Suspiro con fuerza decidiendo el levantarse de aquel lugar y dejar de hacerse el maldito miserable, tenía cosas mejores que una simple mierda arruinando su día.
Un portal negro se abrió a sus espaldas mientras acomodaba sus guantes, Tomura salió apenas lo contempló caminar con deducible mente hasta la orilla del edificio.

—Te he estado buscando por todos lados—su voz cansada y aburrida no dejaba ver la preocupación.

—¿Qué necesitas?—seguia molestó, a un nivel impredecible en sus acciones, pero es que eran tan absurdo—si es por lo que hablamos hace rato, mejor ahórrate tus malditos sermones.

—Debes entender que el chico de hielo y fuego no puede quedarse—lo tomo de los hombros con cuidado—Izuku, lo están buscando. Debes hacer que por lo menos finja regresar.

Aquellas palabras le hicieron morderse el labio inferior con fuerza, entre sus planes no estaba en renunciar al chico, pero tampoco quería arrastrar a todos los villanos (amigos o no) hasta el pozo sin fondo al que estaba cayendo junto con Todoroki. Se dió la vuelta para confrontarlo, los hombres siempre dan la cara ante las situaciones que los sobrepasan, o eso quería tragarse en esos momentos donde su lado más egoísta salía a flote.

—¿Qué harías tú si Dabi fuera un héroe?—la pregunta se le salió más ruda de lo necesario.

Su silencio fue tan largo que Izuku se estaba cansando de esperar

—Él no es un héroe.

—¿Y si lo fuera?, ¿Y si estuvieran buscándolo?

—Intentaría pensar de manera racional y eficiente—recalco tomándolo de las mejillas con cariño, estaba intentando no lastimarlo.

Él de cabello cabello verde cerró los ojos intentando recuperar la compostura. No podía dejarlo irse, no cuando había dado todo por tenerlo a su lado. Cuando había destruido a cada héroe que se interpuso en su meta por monopolizar lo. No estaba dispuesto, no lo haría nunca.

—Debes entender, debes verlo-apretó un poco su piel, sus dedos casi caen por completo por su piel—se que haz luchado por esto, pero puedes esperar un poco más para dominarlo.

—Él está dispuesto a estar conmigo—lo tomo del cuello con fuerza—no voy a dejarlo ir—en un rápido movimiento él mayor se encontraba estampado en el pavimento de la azotea, con las manos de Midoriya alrededor de su cuello en un agarre casi asfixiante—repite que tengo que dejarlo ir y dolerá más.

Tosió intentando dejar pasar el aire por su garganta, sentía la tráquea cerrarse en un movimiento involuntariamente doloroso al intentar obtener aire, la mirada sombría del chico que era como su hermano estaba congelandolo, no se veía capaz de lastimarlo (pero sabía que él menor si lo lastimaría) los ojos llenos de un tinte lúgubre y oscuro le dejaban en evidencia que estaba fuera de sí, cuando consiguió que lo soltará sus manos tocaron su garganta como asegurándose que no estaba muerto.

Sobo la piel maltratada y marcada por las finas manos del chico, estaba doliendo le horrores hablar. Lo miro entre enojado e extrañamente calmado. Pensó que todo se pondría más violento, sangre por aquí, por allá y la piel lastimada por sus poderes. Tal vez estaban madurando.

—No puedes huir por siempre de esto, en algún punto tendrá que regresar.

Los tacones de los zapatos de vestir se hicieron escuchar a cada paso, sonrió cínico y narcisista. El juego estaba por empezar, nadie podría detenerlo.

—Esto termina cuando yo quiera, nadie va ha quitarme a Shouto.

—Todo caerá Midoriya, sí quieres que nadie esté en tu camino elimina a Endeavor.

Una sonrisa maligna se deslizó por sus labios, la serpiente no puede envenarse a ella misma, tal vez por eso no le daba miedo morderse la lengua, no podía perder nada más que su propia integridad.

—Eso ya lo veremos—le dió la espalda, pero podía imaginar la sonrisa que tenía en los labios de tan solo imaginarse las posibilidades—, nos vemos luego—se lanzó del edificio sin preocupación alguna.

Tenía muchas cosas que planear, a una rubia que enseñarle a respetar y un par de héroes que masacrar. El mayor más que preocuparse porque se haya lanzado sin mirar, estaba empezando a creer que él chico era lo suficientemente narcisista e inteligente para no tener un plan de repuesto. O eso estaba esperando, porque él no era de los que rescataban a los demás.

—Eres un idiota enamorado—rió a carcajadas quedándose un rato en aquel lugar—espero que no te salga el Tiro por la culata.

Black Mist tenía la orden de abrir el portal en una media hora, mientras disfrutaría de lo relajante que resultaba ser a veces el ruido de la ciudad, no estaba de acuerdo en todo ese juego que el peliverde tenía planeado. Lo único bueno de todo el desastre es que podrían deshacerse de los tontos héroes, en especial él padre de Todoroki.
Suspiro cerrando los ojos, era un lugar perfecto para dormir, no le vendría mal un descanso antes de que el infierno se desatará.

Hola! Aquí de nuevo con una bonita actualización, espero les guste, de ahora en adelante prometo actualizar más seguido y no escribir nada nuevo hasta que termine mis proyectos. En especial este que solo planeaba diez capítulos, ¿Se vale llorar?

¿Como llegamos a esto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora