• Capítulo Cuatro •

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Un capullo fue lo primero que captó mi visión, no era solo uno, eran varios que se encontraban en la misma zona, pegados a la pared

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Un capullo fue lo primero que captó mi visión, no era solo uno, eran varios que se encontraban en la misma zona, pegados a la pared. Ya había estado aquí un montón de veces y por lo alarmado que estuve estos últimos días dándole vueltas a la cabeza, no se me ocurrió pensar en que mi querida esta cumpliendo con su ciclo de la vida: la metamorfosis, el proceso donde se convierte en lo que está mandada a volverse y lo más probable es que se olvide de mí, pero ya pensaré en eso luego.

 Luego que me enteré del paradero actual de mi querida Lou, mis tiempos de descanso en mi hogar se fueron reduciendo, porque cada vez pasaba más tiempo visitando y cuidando de ella.

La vida de un insecto es dura, y mucho más si no tienes formas de defenderte ante el exterior, es por ello que vengo todos los días a asegurarme de que todo esté en orden, no me perdonaría si algo le pasará por no haberla rescatado.

Uno de tantos días al momento en el que me dirigí al sitio donde ella reposaba me fije que la cápsula dónde estaba anteriormente se estaba rompiendo poco a poco, señalando que dentro de nada Lou saldría y se volvería otra, otra completamente distinta.

Ese día no me moví de ahí, estuve toda la mañana y gran parte de la tarde admirando el refugio dónde ella estaba metida en estos momentos. Pasadas una o dos horas después del mediodía empiezan a caer trozos del capullo en el que ella se encontraba.

En fracción de segundos sale una gran mariposa con extravagantes alas que poseen una degradación de un maravilloso color azul rey, que moldean su figura esbelta y dan un toque de haber sido esculpidas con las manos de los mejores dioses.

Es... perfecta.

Lou empieza a probar poco a poco sus nuevas adquisiciones y sobre vuela alrededor de varias flores cercanas, mientras que yo no logro apartar mis ojos de toda la belleza que atrapó mi admiración.

Veo como agarra confianza en lo que está haciendo y se arriesga un poco más al alejarse de apoco e irse acercando a las mariposas que están en la cima del árbol.

Mientras mi corazón se va partiendo de la forma más dolorosa que puede llegar a existir, a pesar que parece imposible sentía como las fortalezas que había ganado todos estos días era derrumbada de golpe y mis ilusiones esfumadas por el viento.

Aunque, no puedo ser egoísta, ella está siguiendo su destino y yo él mio; así debe de ser.

No puedo esperar que de la nada el equilibrio del universo cambie y una belleza como ella ponga sus ojos en un estúpido gusano enamorado.

Eso no va a suceder, nunca.

—No pensaste que me olvidaría de ti ¿o sí?—manifestó alguien detrás de mí, con una voz que no sale de mi cabeza desde hace bastante tiempo.

Me volteo y me fijo que es real, que no es un sueño; la insecto más hermosa que puede existir en este mundo esta nuevamente conmigo, por lo que soy.

No lo puedo creer, al parecer no todo es lo que parece...

No lo puedo creer, al parecer no todo es lo que parece

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ÚLTIMO CAPÍTULO ANTES DEL EPÍLOGO!!

Se está acercando el final y no saben lo feliz que estoy en estos momentos :D

Gracias por apoyarme ♡

Querida Mariposa. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora