Salatiel

II

Solo los fuertes tienen la capacidad de perdonar.
Gandhi.

🌙

Vannesa.

Sentía una verdadera calma, mi mente por un segundo se encontraba en paz, mis manos las sentía muy calientes y ardían, es natural después del arranque de ira de las que fueron protagonistas, poco a poco habría los ojos, al principio todo se tornó borroso y finalmente logré visualizar a la persona que tenía enfrente, no me sorprendía para nada que Chava este aquí, ni tampoco me sorprende que tenga el botiquín de primeros auxilios, me reviso rápidamente y me enfrento al resultado del arrebato de ira, mi ropa toda rasgada y sudorosa, mi piel con algunos moretones y mis manos con muchas heridas y sangre en ellas, mi vista se tornaba en dirección a mi querido Chava que curaba mis heridas, su rostro fruncido era signo que estaba enojado y su seriedad me lo confirmaba, pero también se notaba un dejé de preocupación y no lo culpaba, puesto que el siempre se preocupaba y era muy cariñoso y cuidadoso conmigo, siempre me decía que veía en mi a la hija que había perdido ..

-Muchacha insolente, de nuevo tratando de desquitar el enojo con ese saco,-mi querida Dulce ya no puedes seguir de esta manera, me duele verte asi..

-No te preocupes Chava, ya todo paso..

-No querida, esto no ha acabado, solo ha comenzado..