Quieto riel de ayer, años corruptos y señeros
soy árbol inicuo que ilumina tus senderos,
entre el aquilón de la mañana tus ojos
bajo la lluvia llueven tristes tras mis despojos.
¿Acaso no bebes tiempo y sangre? ¿De mi sangre
fuente, que liba cierzo con truenos y palangre
fuerte, fuerte cortando así, el yugo de mi ardor,
con tus filosas albas de mar y de sudor?
Quieto ciclón que aminora -cesa tras el lar-
de las afrentas e improntas, alláname pronto
con tus vetas y grietas de saetas y mar.
¿No me ves allá inmóvil divisando Helesponto
de nuestra nube de canciones - tan limerente-,
y rábido tras tu azul alma ávida y turgente?
ROGERVAN RUBATTINO ©
http://www.rogervanrubattino.com
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La Mansedumbre
PoetryHay un árbol en Panamá donde vive un demonio que hace a las mujeres poetisas; y cuando se detiene el viento se detiene el tiempo, los latidos, y las memorias ya no ultrajan las alboradas y sus pupilas. El azul intacto del recuerdo se consume en es...