La Muerte

20 0 0
                                    

No pudimos detener a Alice cuando ella empezó a insultar a los penitentes. Cogió de la mano de su madre e intentó llevársela, pero los penitentes le dieron una buena paliza.

-¡Alice!-Grité acercandome a un penitente y clavándole el hacha en su espalda, haciendo así, que la sangre saliera.

El resto de esos “seres" fueron a por nosotros, furiosos. Cogieron a Max y a James y se dirigieron a decapitarles.

-¡JODER!-Grité una vez más.-¿Esto nunca acaba?

De repente, un penitente me lanzó fuertemente y se dirigió a Alice. No iba a matarla, pero...

-¡Deja a Alice en paz!

-Ohh...Que bonito...Amor juvenil. Oh vaya...¡Es tan bonito!-El penitente, al decir esto, cogió a Alice del cuello.-Si te acercas más ella morirá. Pero ahora, elige quien debe morir y quien debe vivir.-Acabó la frase cogiendo a Max y a Alice

-Dejalos en paz. Maldito.

-¿Quién debe vivir? ¿Este chico, o Alice como tú dices?

No supe que responder. No podía dejar morir a ninguno de los dos, ya que, eso sería un acto cruel y triste.

-¿Deseas que elija yo por ti, Diego?

-¿Cómo sabes mi nombre?-Me asusté.

Aquel penitente, se quitó el capirote, así mostrando su verdadera identidad. Era mi padre pero con un rostro deforme.

-¿Quién muere? Tienes 30 segundos para decidir.

Me quedé callado mientras aquel malhechor contaba. Sabía que mi padre era cruel por engañar a mi madre acostándose con otra, pero nunca pensé que sería capaz de realizar semejante atrocidad.

-Pues ya que no decides. Despidete de...

De repente, cogió su cuchillo y lo clavó en la garganta de Max, causándole así, una muerte inmediata.

-¡NOOOOOO!-Gritamos todos.

Alice, se dio cuenta que la mujer que estaba con ella no era su madre así que huimos de aquel horrible lugar.

-Ha muerto por mi culpa.-Lloraba.-¿Por qué tuve que ir?

-Solo pensaste que era tu madre, así que no fue tu culpa. No te culpes más.-Le animé.

-Esto no ha hecho nada más que empezar y hemos perdido a un buen amigo.

-Espero que su muerte no haya sido en vano.-Dijo Sara.-Él habrá estado contento de que saliéramos con vida. Él querrá que salgamos adelante y que salgamos de esta horrible situación.

De repente, llegamos a una casa abandonada, donde allí, vimos una noticias escandalosamente horrible.

Periodista: Horrible noticia a todos los telespectadores. Les avisamos que no salgan de sus casas hasta que la policía y el ejército se encargue de esto. Otra horrible noticia. Los Penitentes han cerrado todas las salidas de la ciudad, causando así, muchos conflictos. No solo son los penitentes los peligros...Se han avistado toda clase de violadores, ladrones...

De repente, la periodista fue asesinada por un penitente deforme.

Penitente: Esta es una noticia para todos. Todos moriréis y todos seréis propiedad de Hatzan.

A continuación, el penitente que salía en las míticas fue golpeado por unos antidisturbios pero este les mordió el cuello.

-Esto empeora cada vez más.-Comentó James curándose una herida.

De pronto, vi una escopeta.

-Genial. Chicos coged esto. Alice, ten el hacha. Sara, ten este mechero y desodorante. James, ten este martillo y este otro hacha. Yo cojo la escopeta y nos la vamos turnando. Cogeré este hacha también.

-¿Para que sirve este mechero y este desodorante?-Preguntó Sara.

-Podrás quemar a distancia. Pon el desodorante, lo más apartado de ti y rocialo sobre el fuego del mechero.

-Por cierto, chicos, Alice... Antes de llegar aquí cogí algo de comida. Tened.

-No. Tomadla vosotras.-Dijo James.

-No. Hay de sobra para todos y hemos de recuperar energía.

Todos aceptamos y mientras Alice se tranquilizaba comía un poco. Todos estábamos en silencio cuando...

-¡AAAAAH! ¿Dónde estás, Diego?-Dijo mi padre el loco penitente que fue encerrado en el manicomio de Mount Massive cuando rompió con mi madre.-¡Trae a tus amiguitos! ¡Trae a las niñas para que pueda...!

Me tapé los oídos. Mi padre, registró la casa pero nos escondimos bajo una cama.

Cuando se fue, salimos silenciosamente.

-Vamos.-Susurré.

Cuando salimos al salón, mi padre me cogió por sorpresa y empezó a ahogarme con unas cadenas. De repente, todo lo vi negro.

¿Sería ese mi fin?

Luna De Sangre: HermandadWhere stories live. Discover now