09; Aniversario

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— Vestido, Maquillaje, Zapatillas, todo listo — dije una vez que me vi en el espejo.

— Falta algo — me sobresalte cuando mi mejor amiga me agarró de los hombros, seguido de eso se dio media vuelta y comenzó a buscar algo en su bolso.

— ¿Qué cosa? — pregunté confundida. — Dime que no estás buscando un... — dejé las palabras en el aire.

— UN CONDÓN — grito con el pequeño sobre plateado en la mano.

— Yo no llevaré eso — dije terminado de alistar mi bolso.

— Oh claro que sí, más vale condón en mano que nueve meses y un enano — solté una carcajada a tremenda estupidez que había dicho.
Soph rodó los ojos y metió el condon en mi bolso.

Oh sí, mi mejor amiga es la hermana de mi novio ¿coincidencia? no lo creo.

Por sí las dudas — dicho eso me lanzo un beso y yo me limite a rodar los ojos.

Definitivamente no pasará nada.






(...)

Salí de mi casa no sin antes despedirme de mi mamá y de mi hermana. Cerré la puerta detrás mío y sonreí al ver quien se encontraba enfrente de mi.

Vestía totalmente de negro, y sonreí aún más. Él sabe cuánto me gusta que se vista de ese color.

— Te ves hermosa — dijo una vez que llegue hacia donde se encontraba y baje mi mirada sonrojada — Me pones tan... —

— Joey — lo regañé y seguido de eso le di un zape en la cabeza.

— Perdón princesa — levantó sus manos inocentemente y rodé los ojos.

Se hizo un aún lado para abrirme la puerta del coche y entré en este no sin antes decirle un gracias al oído.

Durante todo el camino cantamos las canciones que sonaban en la radio. Lo más gracioso es que cada vez que cantamos sonamos como sí perros estuvieran pariendo. Sonamos muy mal.

Después de veinte minutos llegamos a donde sería nuestra cita; la casa de Joey.

Bajamos del coche y entramos a la casa, sonreí al ver lo que estaba frente a mi.

Joey había puesto todos los sillones en una esquina dejando así gran espacio en la sala, en medio de esta había una mesa con unas velas en el centro y dos sillas, una enfrente de la otra.

— Huele a... —

— A pizza casera, una mitad de pepperoni y la otra de Hawaiana pero sin piña porque se que la odias — dijo poniendo el gran plato en la mesa. — De esté lado tenemos algunos postres como rebanadas de pastel. — dijo señalando hacia el otro plato que traía.

Sonreí atónita, este hombre no pude ser más perfecto.

— ¿Te gustó? Dime la verdad. Me pase todo el día haciendo todo esto y si no te gusta me pondré muy mal porque lo hice con mucho amor y... — me acerque a él y puse mi dedo por encima de sus labios

shhh, Me encanto todo, enserio — deposite un casto beso en sus labios y sonreí.
Me di media vuelta para poder sentarme y Joey puso la pizza en la mesa.

— Vamos a cenar o a intoxicarnos juntos — estiró su mano y la tomé.

— No puedo creer que hicieras todo esto — dije y el comenzó a prender las velas que habían en la mesa.

— Todo por mi princesa — baje mi mirada sonrojada, a pesar de tres años de estar saliendo Joey Birlem siempre tiene este efecto en mi.

Treinta minutos después de grandes pláticas, risas y algunos comentarios pervertidos de parte de Joey terminamos de cenar o de intoxicarnos tal vez.

j.b; imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora