La Capilla De Los Muertos

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Después del ocaso, desde las casitas vecinas desparramadas entre campos y cultivos, salieron

Pequeños grupos y tomaron rumbo a la capilla del pueblo.

Se unía en matrimonio una pareja del lugar. El templo pronto estuvo lleno. Las palabras del

Cura resonaban en la vieja construcción, que ya tendría grabada en sus grietas la voz de bajo

Del religioso.

En plena misa, la puerta del templo se abrió de golpe, todos voltearon como un rebaño

Asustado. Con asombro vieron a el viejo López trancar la puerta con la traba de madera, y

Reforzarla con la pala que traía, que estaba ensangrentada. López era el sepulturero y guardián

del cementerio.

El viejo recostó su espalda a la puerta, para trancarla también con su propio cuerpo.

Su melena blanca estaba más desprolija que de costumbre, y recorrió con la mirada las caras

de los que lo observaban.

- ¡Ya vienen! - gritó el viejo - ¡Se levantaron todos! ¡Los muertos se levantaron!

Algunos iban a comenzar a reír, pensando que el viejo estaría borracho, y que tantos años en

El cementerio le habían pasado la cuenta; pero enseguida la puerta comenzó a sonar y temblar;

La empujaban desde afuera.

- ¡Ayúdenme! - gritó nuevamente López - ¡Traigan esos bancos! Hay que evitar que entren.

El hedor que llegó hasta ellos y la situación aterradora hicieron que algunas mujeres se cayeran

Desmayadas, incluyendo a la novia.

Las viejas bisagras de la puerta parecían que en cualquier momento iban a salir volando.

Algunos miraron por la unión de las maderas, cada vez más separadas, y comprobaron que

López decía la verdad; afuera había muertos andantes.

Enseguida cundió el pánico. Algunos comenzaron a tapiar la entrada con los bancos, otros

Sólo rezaban. Alguien se acordó de tapiar la puerta de la sacristía. Volcaron una mesa y

Bloquearon también aquella entrada, justo antes que los muertos llegaran a ella.

Las barricadas resistieron bien. Los zombies se paseaban por las inmediaciones, y desde

algunas casas lejanas llegaba el sonido de disparos de escopetas.

Un hombre vio que López lucía muy mal, estaba tirado sobre un banco. Cuando se inclinó

Para revisarlo, el viejo lo tomó de los hombros y le arranco parte de la cara de un mordisco.

Antes de entrar a la capilla un zombie lo había mordido.

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