Tu nombre.

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Disclaimer: My hero Academia/Boku No Hero Academia - Historia realizada por Kohei Horikoshi

Aclaración: Periodo Edo - AU

Pareja: Kirishima Eijiro x Midoriya Izuku

Extra: Todoroki Shouto x Bakugo Katsuki x Todoroki Shoto

Advertencia: Shonen-ai / Quizás OCC / iré subiendo el rating en caso se deba.

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Su melena era larga y de un extraño color verde. Su piel se veía suave y tersa, adornadas por varias pecas que caían desde sus mejillas, yendo hasta su cuello, y quizás cubriendo todo su cuerpo. Kirishima quedó embelesado cuando apartó el pañuelo con olor a canela de su rostro, fijando sus ojos en los contarios, dejándose absorber por los verdes iris que resplandecían con forme los faroles pasaban, siendo sostenidos por los transeúntes.

— ¿Ya estás mejor? – La voz suave emergía desde los delgados labios de la otra persona.

Kirishima asintió con lentitud y estrujó el pañuelo contra su puño, temblando un poco por la vergüenza que estaba sintiendo por ser visto por otra persona. Su rostro se convirtió en rojo y ardía como el sol de verano. El pequeño se percató de la incomodidad y sonrió, ladeó su rostro al lado contrario, haciéndole notar su ligera silueta y su perfil delicado que era adornado por los largos mechones de su cabello sujetos por una coleta, que caía hasta su hombro derecho.

Una risa sin tintes de malicia le transmitió seguridad a Eijiro. Su cuerpo que estaba sumergido en la basura comenzó a incomodarle, con olor a vegetales y frutas podridas, se levantó con calma mientras el otro se apartaba, dando pequeños pasos hacia atrás y dándole el espacio prudente para que se acomodara y pudiera sacudirse a gusto las ropas. El olor acido le llegó a la nariz y su estómago volvió a revolverse, dio suaves arcadas, intentando suprimirlas respirando por la nariz.

—Sabes... Te vi mientras corrías a refugiarte hacia aquí. Es muy difícil que hayan dejado entrar a un niño por estos lugares, si entras es porque sabes de que va, ¿Verdad? —Eijiro lo observó nuevamente, con su mano cubriendo la boca, intentando sostener las arcadas que querían salir descontroladas desde su garganta. Afirmó con la cabeza a su pregunta y trató de mantener la compostura. –Bueno, Momiyi también te vio desde la entrada, me susurró muy despacio que debía seguirte y llevarte con el propietario. —

—No sé de qué hablas, pero no he venido a realizar el servicio de cortesana. —respondió con molestia mal disimulada, sus dientes en puntas chirriaron y su gesto se volvió amenazante. —Ten, te lo devuelvo. Gracias —le tendió el pañuelo de regreso, húmedo y con manchas de sangre.

El de cabellos verdes negó y rechazó el pañuelo, tomándolo entre sus manos y devolviéndolo mientras lo colocaba en la herida de su mano ensangrentada. Le molestó por un segundo la tela chocando contra su piel, pero dejó que la tela absorbiera cada gota de sangre que estaba derramando por su temeridad.

— ¿Has venido aquí con alguien? ¿Con tu padre? —

Eijiro negó, dejando que la mano cálida del otro lo sostuviera con delicadeza. Podría apostar que aquel joven de manos gráciles, tendría su misma edad o quizás menos, su voz aguda como el tamaño que tenían eran casi iguales, con excepción de que sus ropas eran completamente diferentes, mientras él utilizaba una umanori simple con un haori, el otro poseía un yukata de color puro, a pesar de la simpleza se podía apreciar el color vino que hacia camuflar a su piel canela.

—Entonces has llegado hasta aquí tu solo, entonces debo llevarte con Momiyi antes de que te encuentre alguien más. —

—No puedo ir contigo, —Kirishima se resistió, no apartó la mano de la calidez, pero se retuvo firmemente de dar un paso. —No sé quién eres, no sé nada de este lugar a excepción del nombre. Y eso es nada, absolutamente nada. — refutó.

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