Su corazón tenía sed de venganza y ya había empezado, no descansaría hasta destruirla.

Todo lo que una vez sintió se convirtió en cenizas.

El líbero su miembro listo para hacerla su mujer de una vez y por todas la deseaba tanto como también deseaba destruirla.

La recostó en el escritorio dispuesto a enterrarse en ella de una sola estocada, se posicionó entre sus piernas. Su miembro quedó en la entrada de su feminidad.

—Mileidy, tío Alejandro es hora de cortar el pastel, todos los están esperando, salgan. —grita Lola del otro lado de la puesta interrumpiendo lo que estuvo a punto de suceder—, no me iré sin ustedes sé que están hay—, recargo al no tener respuesta.

—Ya vamos sobrina. - contesta Alex furioso.

Empezaron a vestirse apresuradamente para salir al encuentro de la joven que los esperaba fielmente a fuera furiosa.

—Esto lo terminaremos más tarde ni creas que te comportará como hasta ahora.

—Confórmate con lo que compraste no pidas más de lo que tienes—, dice disimulando la ira contenida que tenía de sí misma.

—Eso lo veremos. Te recuerdo que este matrimonio tiene la duración de cinco años después que seas libre puedes hacer lo que te venga en gana antes no, por lo tanto, tendrás que hacer todo lo que yo diga sin objeción.

—Eres un bárbaro que acecha a su presa y después quiere que lo elogien, pero te tengo noticias no te tengo miedo—. dice desafiante y pasa por su lado con la frente en alto, pero él la detuvo con brusquedad causando que está se golpeara con el escritorio.

—No te pases de lista te puede salir el tiro por la culata. —la suerte.

—No te tengo miedo—. escupe con odio.

Salieron, cortaron el pastel, bailaron toda la noche como la supuesta pareja feliz. Llegó la hora de irse y ahora se encontraba en su habitación despidiéndose de su madre, hermana y de su amiga Ani

—Cuando soñé que te casabas nunca pensé que sería tan rápido—, chilla entre.

—Ni yo—, confieso triste. Mi vida se convertiría en un infierno a partir de este día.

Se abrazaron las tres mujeres y lloraron juntas, unas porque se iba para otra casa a vivir y otra porque sabía lo que le pera a partir de ese momento.

—Mamá cuídate mucho no quiero que te pase nada ni a ti ni al bebé.

—Lo are cariño. —, dice con los ojos aguados.

La puerta se abre dejando ver Albín el padre de Mileidy, que inmediatamente corrió a abrazar a su niña que hoy se marcharía.

—Papá—, no pudo evitar derramarse en llanto.

—Mi niña—, la abraza más fuerte—. Todo estará bien cariño—, le acaricia el cabello.

—Los extrañare a todos—, expresa con los ojos húmedos.

—A mí no—, se queja Camila mi hermana, que hasta ahora es que habla la cual tiene los ojos rojos de tanto llorar.

—A ti también piojos—, me abraza con fuerza.

—Quién diría, que mi hermana mayor quien juró que nunca se casaría ahora está casada.

—Cállate piojos que tú también te casarás algún día—, espero que sea por amor y no te cases como yo.

Deseo en lo más profundo de su ser.

—Ya basta de tanto drama es mejor que se den prisa, Alex está esperando a su esposa para tener su luna de miel —, Ana emocionada habla. Esa dichosa luna de miel quisiera que nunca llegará.

Nunca creí que ese sueño se hiciera realidad puesto que no estaba dispuesta a casarme con nadie, pero se cumplió y hoy estoy casada, aunque no por mi voluntad. Hay que aceptar la realidad. Las cosas son como son y punto.

Uno no puede ir por la vida evadiendo sus responsabilidades y delegándosela a otros, es mejor enfrentar los problemas con dignidad y no dejar que las aves hagan nido en nuestras cabezas para después lamentarlo o querer culpar a otros por nuestra propia cobardía.

Minutos después se encontraban bajando las escaleras de la que una vez fue su casa y que ya no lo será más a partir de ese día. No pudo evitar sentir nostalgia. En esa casa vivió los momentos más felices de su vida.

—¿Estás lista querida, para tu nueva vida? - escucho al bajar las escaleras de mi antigua casa a un hombre que no me promete felicidad sino todo lo contrario.

—Si amor—, finjo una sonrisa, junto con un gesto de una mujer enamorada y feliz como recién casada.

Nos despedimos de todos, ahora estamos en la limusina, pero ninguno de los dos dijo nada, todo estaba en silencio.

Mi mente solo me recordaba una y otra vez que íbamos rumbo a nuestra supuesta noche de bodas en donde terminaríamos lo que quedó pendiente.

Llegaron al hotel que Alex había reservado, pero no obstante el no de se quedó en la habitación donde se suponía que pasarían su noche de bodas.

Eran ya las doce cuarenta y cinco de la noche y nada que él aparecía y eso la empezó a preocupar, no sabía a qué atenerse y su vida estaba en sus manos, aún no se lo quisiera aceptar. Él la había comprado para su placer y no podía negarse.

Decidió salir y disfrutar de la suave brisa del mar. Si algo le podía agradecer era que tenía buen gusto. El hotel se encontraba en unos de los lugares más exclusivos del país.

Camino a la orilla del mar y como a las una de la mañana decidió volver, quizás haya regresado y podrían terminar con esto, ya que la estaba empezando agobiar en gran manera.

Seguramente en el momento en que ponga un pie en el cuarto le reclamara su ausencia por no encontrarla en la habitación. Se encogió de hombros. Su vida había tenido un cambio radical. De la noche a la mañana se había casado, nada más y nada menos que con el hombre que alguna vez tuvo una relación amorosa y que ahora le quiere cobrarse todo lo que le había hecho en el pasado.

Entra al cuarto y de inmediato se llenó de ira contenida al ver a su recién esposo revolcándose con la maldita rubia; la misma que se había encontrado no hace más de tres semanas

¿Qué maldito juego era este?, ¿Cómo se atrevió a meter a otra mujer en la cama que se supone que pasarían la noche juntos? Se preguntó Mileidy indignada y renuente a mostrarse afectada ante al acto de su esposo.

Los dos la observaban con cara de diversión y burla al verla entrar y aunque ella aparentaba normalidad la rubia sabía que le afectaba. Era mujer y entre mujeres no se pueden engañar ya que son transparente una ante la otra, pero no obstante a ella no le importaba solo quería que él hombre que la estaba llevando a la sima continuará y nada más.

El la observa detenidamente, pero no se detuvo de darle una y otra vez varias en vertidas fuertes a la rubia que se encontraba en cuatro patas encima de la cama.

Pensó en la tercera fase de su plan para su esposita. Ya era hora de ejercerlo y ponerlo en práctica.

...


¿Qué será lo que tiene planeado Alex?

Descubra lo en el próximo capítulo.

Por favor no sean tacaños comenten.

¿QUE USTEDES HARÍAN SI ENCONTRARAN A SU ESPOSO EN ESA ACCIÓN EN SU NOCHE DE BODAS?

QUIERO SUGERENCIAS Y OPINIONES POR FAVOR NO ME IGNOREN.

La Venganza De AlexWhere stories live. Discover now