Introducción

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En una de las tantas habitaciones del hospital se encontraba una juvenil pareja con rostros llenos de felicidad. La hermosa mujer de rubios cabellos tenía entre sus brazos a un hermoso bebe mientras que el apuesto hombre de cabellos azules abrazaba a la madre de su hijo. La hermosa familia no era la única en la habitación, parados cerca de la puerta se encontraban los amigos del padre, quienes tenían una sonrisa en su rostro, felices por el nacimiento del hijo de su amigo, todos traían consigo un regalo...... 

-¿Teníamos que llevar regalos?-pregunto en un susurro un joven de cabellos azules, quien no traía consigo ningún regalo. 

-¿Es enserio, Aspros?-susurro un tanto fastidiado un joven casi idéntico al primero, la diferencia más re saltable es que el joven lucía una piel morena a diferencia de su gemelo.

-No es mi culpa que no me dijeras......-

-Pueden callarse ustedes dos. No es buen momento-siseo Degel callando a los gemelos, a su lado se encontraba Manigoldo, el único que tenía cabello corto en la habitación, a quien se le había metido una basura en el ojo y por eso lloraba. 

-Es un bebe tan hermoso-dijo melosa la mujer de cabellos rubios, mirando a su bebe como si fuera la cosa más bella del mundo. 

-Tienes razón. Nuestro pequeño Milo-dijo Kardia con una sonrisa enorme y un brillo en los ojos que podría dejar ciego a Degel. Aunque...... una vez ese mismo brillo en los ojos lastimo los ojos de Degel y por eso ahora usa lentes. Pero ese no es el punto. 

-Kardia-dijo la bella mujer mientras dirigía su mirada al de cabellos azules. 

-Dime amor-dijo Kardia con voz melosa. 

-Amor te dejo- 

-¡Si!

-¡Al fin lo hizo!- 

-¡Gracias a Dios!- 

-¡Ya no tendremos que soportarla!- 

-¡Bien hecho Kardia!- 

Los amigos de Kardia habían reaccionado bien ante la noticia que dio la novia, los gemelos habían dado un salto de emoción, Manigoldo había levantado los puños y Degel tenía una hermosa sonrisa en su rostro. El bebé había soltado una pequeña risa....... y un hada nació. 

Pero no todo era felicidad y amor, la sonrisa de Kardia se había desvanecido y casi se había olvidado como se respira. 

-¿Qué?-pregunto pero la rubia lo ignoro y lanzó una mirada fulminante a los amigos de Kardia. 

-¡Son unos imbéciles! ¡Toma al bebe!-la estúpida rubia se lo entregó bruscamente a Kardia quien lo recibió en un estado tan lamentable-¡Y largo! ¡Fuera de mi habitación anormales!-

-¡Con gusto nos vamos! ¡Ya hemos estado mucho tiempo en la misma habitación contigo! ¡Zorra mal follada!-fue escalofriante como los cuatro habían hablado al mismo tiempo. Los cuatro salieron de la habitación uno a uno con la cabeza bien en alto. 

-¿Yo también me voy?-pregunto con una voz lastimera nuestro Kardia. 

-¡Pues claro imbécil!-le grito-¡Y llévate a tu hijo contigo!- 

Kardia salió de la habitación con su hijo en brazos y con la cabeza gacha, tenía su vista clavada en el bello y pequeño rostro del bebe. Cuando este abrió los ojos Kardia le sonrió. 

-Hola Milo-dijo-Yo soy tu Papa Kardia- 


Hola a quien este leyendo esto :D ¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. 

Quiero decirles que los capítulos serán cortos y que tuve la idea viendo la imagen de la portada XD Sin más que decir nos leemos :)      

     

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