II. Envidia

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Inhala, exhala. Inhala, exhala.

Saeran estaba poniéndose nervioso, algo ansioso. Escondió sus manos en los bolsillos de su suéter, comenzaban a sudar frío.

Desvió la mirada hacia la ventanilla, el auto avanzaba veloz por las calles de la ciudad.

Dios, había extrañado tanto esto. El exterior. Bajó la ventanilla, sintió la brisa remover sus ya desarreglados cabellos. Cerró los ojos y se dejó perder en la sensación.

— ¿Disfrutando del paseo?

Ahí estaba, tan estridente como de costumbre, la voz de su hermano. No se molestó en girarse para mirarlo, no valía la pena. Ni siquiera intentó responderle.

Saeyoung no se dio por vencido — Sí... visitar a Yoosung es una buena idea, él siempre está en nuestra casa, jugando con nuestras cosas, comiendo nuestra comida; ya es suficiente. — dijo con un fingido tono de molestia.

—Ajá.

Saeyoung suspiró — Su departamento es lindo—

— Al menos él no tiene una maldita puerta gigante que solo abre si le coqueteas en árabe.

—Sí, bueno...Quizá ya no la necesitemos, ahora que dejé la agencia — comentó, con un deje de esperanza.

—Hmph.

Saeyoung se negaba a dejar la conversación morir — Como sea, Yoosung es un buen chico, me hace feliz que ustedes puedan ser amigos...

— Él no es mi amigo — Saeran se apresuró a responder, alejándose de la ventanilla y enfrentando a su hermano por primera vez en todo el viaje.

—Ajá.

Yoosung había invitado a Saeran a su apartamento pidiéndole que le ayudara a estudiar y su controlador y sobre protector hermano había accedido.

Desde su salida del hospital, ésta era la primera vez que Saeran salía de casa. Saeyoung lo limitaba demasiado en ese aspecto, como si temiera que al estar fuera de casa intentaría escapar.

¿El motivo de este cambio de opinión? A Saeyoung le gustaba que Saeran y Yoosung pasaran tiempo juntos.

Quizá el creer que su hermano no estaba tan dañado si era capaz de tener un amigo, lo hacía feliz. A Saeran no le gustaba eso.

Una cita de estudio con Yoosung. Vaya mal chiste. Él no tenía idea del estudio y todo parecía indicar que Yoosung tampoco.

Conociéndolo, terminaría llenándolo de helado y pizza e intentando inducirlo a LOLOL. No era precisamente su día perfecto, pero al demonio, quería hacerlo.

Yoosung no era su compañía idónea, pero definitivamente lo prefería por sobre el idiota de su hermano. 

Jugar a ser los mejores amigos era un pequeño precio a pagar a cambio de disfrutar estos breves momentos de limitada libertad sin su hermano vigilando sobre su hombro.

El auto disminuyó la velocidad hasta detenerse frente a un bloque de apartamentos.

—Llegamos, ¿quieres que te acompañe a la puerta?

Sin responder, Saeran bajo del auto con un violento portazo.

No miró atrás, pero no escuchó el motor del auto. Seguramente Saeyoung no se iría hasta comprobar que efectivamente había entrado al departamento. Eso sino se quedaba a vigilar la casa, por si Saeran decidía matar a Yoosung y huir.

Vaya imbécil.

Cruzó la calle. Respiró un par de veces por la boca, y llamó a la puerta.

— ¡Hola, Saeran! Bienvenido

Siete Pecados  [Yooran / Mystic Messenger]Where stories live. Discover now