Epilogo.

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6 de Febrero de 2018
San Francisco, California.
Emily.

Acomode el último ramo de rosas blancas sobre el florero y tome distancia para admirar como había quedado mi trabajo.

Sonreí satisfecha y sentí los brazos de mi marido a mi alrededor.

Me di vuelta para observar su rostro y me abrace a él, sintiendo su aroma y disfrutando de aquello.

Dylan había pasado muchas cosas y yo también, estuvimos por medio año separados, no le fue fácil superar que me había ido con otro hombre pero luego entendió que mi amor por él seguía intacto y solo quería ayudar a Luke.

—Emily —Mi asistente me llamo desde la otra habitación y me solté del agarre de mi marido para encaminarme hacia donde ella se encontraba. —No quiere ponerse el moño —me explico una vez que estuve a su lado y reí mientras que alisaba mi vestido azul francia.

—Luke, eres el novio y voy a tener que obligarte a usarlo —el rubio me miro de brazos cruzados —Ya tengo suficiente con tu pelo largo —rodó aquellos hermosos ojos y bufo.

—No es justo —levante ambas cejas y él arrastró la silla hasta quedar frente a mi —Hazlo antes de que me arrepienta —cerro los ojos y tiro la cabeza hacia atrás.

Natalie, mi asistente, me entregó el moño y salió disparada a ver cómo estaba la novia.

—Es un día muy importante —Luke hablo mientras que yo enganchaba el aplique en su camisa —Me alegra que estes aquí conmigo y seas parte de mi vida —asentí y acaricie las solapas de la camisa.

—Me alegra que lo digas —mi mejor amigo sonrió y le devolví el gesto.

Hoy se casaría.

Hoy sonreía igual que antes.

Su corazón había sanado.

Esperaba que Summer esté orgullosa de aquel maravilloso hombre que seguía amándola con pasión pero en silencio y ahora lograba recordarla con una sonrisa en el rostro.

No había sido fácil, tuvo muchas recaídas el primer año que viví en San Francisco pero logramos salir de aquello juntos.

Dylan accedió a mudarse allí conmigo y todo mejoró notablemente cuando él tomó el control de las cosas, la ayuda que le había brindado al rubio fue muy importante y Luke seguía agradeciéndoselo hasta el día de hoy.

Luke encontró el amor nuevamente.

Luke volvió a tener amor propio.

Y nada me daba más felicidad que verlo realizado.

—Es hora de que entren los invitados —él asintió y me estrechó entre sus brazos con fuerza.

Salí de aquella habitación y me dirigí hacia donde se encontraban esperando los invitados, antes de llegar allí pude sentir como el celular vibraba dentro de mi pequeño bolso de mano.

Lo saque con rapidez y atendí "Ya estoy yendo Nat" apure un poco él paso y la risa de Luke me hizo mirar confundida hacia atrás.

"Hola desde el otro lado de la habitación, solo quería..." murmuró y sonreí sin entender a qué venía esto "Quería agradecerte por venir aquella vez a salvarme" apoye mi mano izquierda sobre la manija de la puerta "Espero que me hayas perdonado por haberte dejado cuando éramos novios" Nat se paro a mi lado y me señaló el reloj en su mano.

Era hora.

"Lo hice hace mucho tiempo Luke, ahora prepara tu trasero que tu mujer te espera" su risa volvió a escucharse y corte la llamada.

Abrí la puerta riendo y todo el mundo puso la mirada sobre mi.

—Familiares del novio, sigan a Emily —Nat habló por mi al ver que yo solo sonreía —Familiares de la novia, síganme a mi —asentí y comencé a caminar sintiéndome flotar.

Estuve esperando este momento por tanto tiempo.

Su felicidad era la mía y que de este gran paso era algo maravilloso.

Nos amábamos, ambos lo sabíamos.

Pero encontramos nuestra felicidad en otra persona y la compartíamos sin rencores, siendo parte de la vida del otro.

Emily [lrh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora