No necesitas a nadie para disfrutar de la lluvia,
de un baile lento,
de una canción,
de un desayuno,
de una noche en París,
de una tarde de cine,
de un viaje inesperado...
A nadie, solo a ti.
Tú decides si quieres disfrutar o no.
Recuerda:
No necesitas a nadie para disfrutar de la lluvia,
de un baile lento,
de una canción,
de un desayuno,
de una noche en París,
de una tarde de cine,
de un viaje inesperado...
A nadie, solo a ti.
Tú decides si quieres disfrutar o no.