Capitulo 20: "Una mas del maldito monton".

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Ashley paso detras mio dejandome con la palabra en la boca.

Y me quede ahí, en frente de el gran espejo de el baño.

Sólo, observandome y repitiendo una y otra vez en mi mente la palabra "ilusa".

Una lagrima cayó por mi mejilla y otra, y otra , y otra entonces supe que no cesarian.

Tome mi bolso, puse el cosmetiquero dentro de el y sali de el baño corriendo lo mas rapido posible a la salida.

Evitando encontrarme con alguien.

Eran las ocho y claramente las clases ya habian comenzado.

Frene la velocidad al estar en frente de la gran salida y mis ojos sólo lograban ver sombras.

Me enjuague las lagrimas con las manos y pude ver a mi curso en la enorme cancha a un lado de la salida.

Estaba decidida a largarme cuando pude reconocer a la directora charlando con una señora a un lado de la cancha.

-Dios, no puede ser cierto - pensé.

Fije mi mirada nuevamente a la cancha y Jade me estaba observando.

-¿Qué pasó? - logre leer en sus labios.

Yo solo negué con la cabeza y le susurre un "ayudame" de vuelta.

-Me duele - gritó Jade para luego tirarse al suelo con las manos en el estomago.

La directora corrió a un lado de Jade y se arrodilló dandole pequeñas palmaditas en la mejilla.

Agradecí en mis adentros por la escena que armo Jade y salí del instituto.

Mire atras y Jade se estaba levantando.

Corrí y corrí.

Al parecer lo unico que podía hacer en ese momento era llorar y correr.

Luego de estar al rededor de 10 minutos llorando en una plaza, siendo empapada por la lluvia.

Me levanté de la banca en la que estaba sentada y me subí a un taxi.

Me fije en el taxista, era un Hombre de edad, unos cincuenta años más o menos, con el cabello y la barba blanca.

Llevaba puesto un chaleco de lana con rombos en el, unos pantalones de tela grises y una camisa blanca.

Me observo con lástima y estendio su brazo hacia mi alcanzandome un pañuelo.

-¿Que sucedio cariño?- dijo en un tono armonioso y calmado.

Cogi el pañuelo de su mano y sone mi nariz.

- Sucede que el primer chico del que me he enamorado, mi mejor amigo, me ha mentido todo este tiempo- logre decir entre sollozos y lagrimas.

- ¿De que manera te ha mentido? - dijo estacionando el auto a un lado de la calle.

-Una chica hoy me ha dicho que el se rebolcaba con ella en Canada, con ella y con cualquiera que se le pasara por su maldito camino - aclare mi garganta

Yo, me he enamorado de un gilipollas y el me ha visto sólo como una mas de el maldito montón - dije en un hilo de voz.

-Todo estará bien. Aveces los chicos suelen ser así, pero de todas formas, no debes de creer en todo lo que te dicen.

-Tiene razon- dije.

- ¿Donde deseas ir? - me pregunto.

Le di la dirección de mi hogar y el se puso en marcha el automóvil.

En unos siete minutos llegamos y Charles me dejo justo fuera de la puerta de mi casa.

Antes de bajarme el me dio su tarjeta y me advirtió de que si me pillaba tomando a otro taxista en estos momentos dificiles me asesinaria ya que la mayoría se aprovechaba.

Me hice hacia adelante y le plante un beso en su arrugada mejilla para luego susurrarle un gracias y mirarlo a los ojos.

Entonces vi ese peculiar brillo, el brillo que poseía mi abuelo.

Mis ojos se empaparon aún mas y baje lo mas rapido que pude de el automovil.

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The Only Exception. [Editando]Where stories live. Discover now