¡No soy una Zorra!

26: Miénteme una vez más

-Arabella créeme ¡El apretó mi mano!- me movió por los hombros

-Jace eso es algo clínicamente imposible- dije con dureza

-Muchacho, tu amiga tiene razón, creo que fue producto de tu imaginación, mejor vete a casa a descansar -el doctor le dió palmadas en la espalda y desapreció dejándonos solos

Miré a la camilla donde Liam seguía profundamente dormido conectado a las maquinas sin poder ver a mi amigo a los ojos, dio vueltas a la habitación maldiciendo e impaciente, deseando que crea en su palabra.

-No fue cosa mía Arabella, debes creerme- susurró dolido a mi lado, al borde de las lágrimas, instantáneamente lo rodeo con mis brazos sin decir una palabra, cuando su piel hizo contacto con la mía todas sus emociones explotaron y rompió en llanto, cayendo de rodillas ante mí.

Como si necesitara aferrarse a algo me tomó por la cintura recargando su cabeza en mi abdomen, no sabía como reaccionar ni que decir, me ha tomado por sorpresa ver a Jace tan frágil.

-Shhh está bien Jace, yo te creo- le susurré con lágrimas en mis mejillas mientras acariciaba su cabello.

-Ya no soporto esto, quiero que mi hermano despierte, me estoy volviendo loco, Yo sentí su mano ¡Sentí su maldita mano apretando la mía! ¡No me lo imaginé Ara! ¡Aunque todos digan que si y que debo desconectarlo, Liam sigue aquí! ¡No se a ido a ninguna parte y soy la única familia que le queda!- sollozaba sin parar aferrado a mi cuerpo, una opresión invadió mi pecho llenándome de tristeza.

-Créeme Jace ¡Yo te creo! ¡Te creo! ¡Enserio te creo! ¡Tú hermano va a volver contigo y te abrasará tan fuerte que te darás cuenta que todo tu dolor y las atenciones que le das han valido la pena!- sollocé con fuerza

Recuerdo aquel sentimiento de esperanza, cuando deseas demasiado que tú ser querido se levante de esa camilla tu cerebro te hace una mala jugada, yo sentí lo mismo con Caleb momentos antes de que despertara y días después falleciera, no quiero que mi amigo sufra lo que yo sufrí cuando nadie me creyó, no sé si realmente las personas en coma son capaces de algo así pero los que realmente se lastiman es quién lo sentimos; por eso salí corriendo dejando a Ethan, me llamó segundos después de lo sucedido y el necesitaba una amiga, una amiga que yo no tuve, un hombro para llorar y alguien que lo regresara a la realidad. El. No. Se. Puede. Mover.

-Salgamos de aquí Jace, mañana regresamos, debes descansar- lo tomé de la mano y lo saqué de la habitación

-Arabella, sé que no debo pedirte esto pero de verdad lo necesito...- frena en seco y hace que lo mire- ¿Puedes dormir conmigo hoy? No quiero estar solo después de esto y de verdad necesito descansar- suspira agobiado y es verdad, sus ojeras son notables a kilómetros.

Podría quedarme con el esta noche, quiero quedarme con el hasta que deje de sentirse solo y duerma en paz, pero no puedo, no después de como dejé las cosas con Ethan, se preocuparía incluso más que mis hermanos y ya quiero parar de discutir con él, no me lo perdonaría si descubriera que pasé la noche con Jace, pase o no pase nada.

-Se me ocurre algo mejor mi amigo, vamos por tus cosas- me sonrió y salimos del hospital

(...)

Realmente no tenía idea donde  llevarlo pero no podía dejarlo solo y mucho menos irme sin avisar, así que cuando aparqué mi motocicleta en el garage supe que esto sería mala idea.
¿La razón? El auto de Ethan Woods estaba estacionado afuera.
Significaba que tendría que verlo y darle explicaciones o no se cansará hasta conseguirlas.

-¡Ya estoy en casa!- fui hasta la cocina con el castaño pisándome los talones y para mi sorpresa mi madre y Moni estaban tomando un café.

-Que bueno verte hija, siento que pasaron años desde la última vez que hablamos- me reprocha mi madre