Cap. 2 Confusión.

130 13 0
                                    


Ese día iba a ser completamente agotador, mi padre seguía dominando mi vida y colocándome más clases de las que un chico normal podría tener; había veces que pensaba que él lo hacía apropósito para no verme; aunque no fuera necesario él nunca tiene tiempo para pasar un momento conmigo. En esos instantes es cuando más necesitaba a mi madre.

- ¿Qué tanto piensas? -

El pequeño Plagg se quedo mirando mientras se comía de un bocado un trozo de ese apestoso queso, no entendía como aun no me acostumbrara al inmenso olor. Me acomodé mejor en la cama y cubrí mi rostro con mi antebrazo dejando salir un enorme suspiro hasta que sentí como Plagg se ponía en este.

-Si te duermes ya no llegaremos con Ladybug -

En ese instante me levante de golpe, no me había dado cuenta de lo tarde que era y sin más me transforme convirtiéndome en Chatnoir, pero al abrir la ventana me di cuenta de lo frío que hacía, así que decidí tomar la bufanda que me había regalado mi padre; me daba algo de nostalgia por que es lo único que he sentido que me regalo con cariño.

Salte hasta llegar a la torre Eiffel, mi mundo se ilumino al verla ahí sentada mirando como Paris estaba tranquilo.

-Bonita vista ¿cierto? -

Murmuré escuchando su melodiosa voz, no podía creer que tantos años y mi corazón le pertenecía por completo, sin decir más me senté a un lado de ella, no dejaba de mirarla; ella era hermosa, aunque no supiera quien estuviera atrás de la mascara lo que era ella, una chica inteligente, valiente y audaz; todo en ella amaba. Al escuchar que me regañaba por llegar tarde me puse nervioso.

-Bueno ya sabes un chico tiene que hacer cosas de chicos y bueno perdón prometo que vendré a la hora que quedamos, enserio bogaboo no te enojes.

Me acomodé la bufanda y sonreí al verla voltear, esos bellos ojos me hipnotizaban, aunque en ese momento había algo de confusión en ellos. "¿de donde sacaste esa bufanda?" alcance a escucharla, se me hacía raro que preguntara por ella y pues sin revelar mucho mi identidad le dije que fue un regalo de cumpleaños; al terminar de decir esto note como unas pequeñas lagrimas salían de sus hermosos ojos, me intente acercar para abrazarla, para preguntarle qué era lo que le pasaba, pero en un momento a otro ella ya se había ido dejándome un poco paralizado ante aquella acción.

Cuando pude reaccionar la empecé a buscar por todo Paris sin éxito alguno, suspiré profundamente y me volví a acomodar la bufanda para dirigirme a mi casa; entre por la ventana y me des transformé caminando hacía mi cama, dejándome caer boca abajo en ella.

- ¿qué hice? ¿porqué se fue así? ¿Por qué lloraba? -

Murmuré apenas antes de cerrar mis ojos, estaba cansado de ese día y solo quería que pasará rápido para volver a verla y aclarar que le sucedía.

Me levante temprano, apenas mi mente me había dejado dormir aquella noche aun con lo cansado que estaba. Al llegar a la escuela salude a Nino como todos los días, era un milagro que después de 2 años él y yo continuábamos en el mismo salón al igual que mis amigas. A lo lejos alcance a ver a Alya lo que se me hacía raro es no ver a Marinette junto a ella, tal vez llegaría tarde como a veces lo hacía. Pasaron las horas y ella no llegaba algo que se me hacía raro así que me acerque a Alya y le pregunte, escuchando un "no se sentía bien", algo en mi interior estaba inquieto así que decidí mandarle un mensaje.

A: ¿estás bien?

Esperé un momento a ver si me respondía a lo único que pude notar es que me dejaba en visto.

A: Marinette ¿todo está bien?

El visto volvía, pero ninguna respuesta, así que tome la decisión de acompañar a Alya a visitarla. Las horas pasaron y al salir le dije al Gorila que tenía algo que hacer que yo me arreglaría con mi padre y Nathalie. Al llegar a la casa de Marinette su madre nos recibió aun que nos dijo que Marinette no quería vernos o por lo menos entendí que no a mí ya que solo pidió que Alya pasará, cosa que al parecer a ella le sorprendió. Sonreí de lado despidiéndome de mi amiga y baje para alcanzar a mi chofer, tenía un plan si ella no me quería ver, tal vez un felino vendría en la noche a visitarla y saber que era lo que realmente ocurría.


Sweet líes [+18]Where stories live. Discover now