Capitulo 16

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Me sentia cansada, sin ganas de nada. Los ultimos años de mi vida se habian visto envueltos en una serie de situaciones desastrozas, que me llevaban al borde del abismo y cada dia estaba mas cerca de caer en el. Mi diario intimo se habia convertido en una historia de vida tortuosa, en palabras que dolia escribir, pero mas que nada dolia vivir. Era como una novela, no le faltaba nada, exageradamente llena de detalles que me hacian a mi, su protagonista, sufrir día a dia sin ninguna esperanza de mi vida pudiese mejorar. Sabiendo que nunca iba a tener un final feliz.

Otro día empezaba, no sabia que esperar, ¿Por que no podía ser comun y corriente? ¿Por que debia sentir miedo cada vez que me levantara de la cama? No aguantaba vivir así.

Me vestí, y observe durante un rato a mi alrededor, disfrutandolo, nunca sabia cuando seria la ultima vez que lo viera. Todavia me acordaba del dia en que mi madre y yo habiamos pintado aquellas paredes, un dia tan divertido. Mi madre, hermosa como era, cubierta en pintura rosada, riendo a carcajadas. Detalles como su risa, cosas que nunca quería olvidar.

Salí de mi habitación, no habia nadie en la casa, podía gozar el silencio, la soledad, estaba mucho mas tranquila. Desayune algo no muy pesado, no me sentia hambrienta ni nada por el estilo, cada vez tenia menos ganas de alimentarme. Decidi aprovechar el momento, me acoste en el suelo, cerre los ojos y solo recorde. Habia crecido en esa casa, tantas anecdotas. Mi memoria divagaba, iba de un recuerdo a otro, era tan hermoso, tan simple. Alguna vez había sido feliz. Pero toda esa felicidad se veia distorsionada con la realidad, me entristecía no poder recordar los momentos felices sin llorar de dolor.

Un sonido escandaloso interrumpió mis pensamientos, era el timbre que sonaba y sonaba sin parar. Me incorpore despacio y seque mis lagrimas. No me imaginaba quien podía ser. Me asome por la ventana, mi tio Daniel estaba frente a la puerta y seguía presionando el timbre sin parar.  Analice si dejarlo entrar o no, estaba segura de que a mi padre no le gustaría, pero era descortés dejarlo ahí parado. Abrí la puerta y lo deje pasar.
-Tu padre esta?- dijo mientras se acercaba a la cocina.
-No- titubee- Estoy sola.
-Mejor- El miedo me invadio, ¿y si era como el? ¿Si era peor?
Me quede callada, no sabia que decir, no sabia que hacer.
- Te trata bien?- Rompio el largo silencio. Y se sentó.
Me sorprendio su pregunta, dude que decir, pero cualquier cosa era mejor que la verdad
-Si- respondi finalmente.
-Es buen padre?- un sin fin de preguntan sin sentido, con respuestas que no podia responder.
-Si, lo es- con mi hermano obviamente.
-Me alegro de que sea así.- se levantó, y se acerco hacia mi - Se que no tenemos la mejor relación, que no estuve presente, pero podes contar conmigo- me extendio un papel- Cualquier cosa que necesites, sea lo que sea, llámame.- Se alejo de mi y se fue de la casa.
Había sido la conversacion mas extraña que jamas habia tenido. Pero me agrado. Parecía una persona amable, y era reconfortante encontrar a alguien asi.

Me quede sentada en la cocina durante un momento, hasta que escuche los pasos aproximándose, mi padre usaba unas botas particularmente ruidosas que me estremecían cada vez que oia sus pasos. Me levante rapidamente y corrí a mi habitación, cerre la puerta con llave y escondí el papelito. Si lo encontraba era capaz de cualquier cosa. Apague la luz e hice silencio. No queria que supiera que estaba allí. Oí los pasos en la escalera, cada vez mas cerca y  no podia dejar de temblar. Se detuvo frente a mi habitacion y golpeo la puerta. Intento abrirla pero fue en vano, enloqueció durante unos segundos pero luego se alejo. Me volvió el alma al cuerpo lentamente. Mas tarde Jake volvió a casa, desde la esquina de mi habitacion se escuchaba la conversación entre el y mi padre, este ultimo lo invitaba a un bar. Por un lado sentí alivio, volvería a estar sola pero por el otro sentía furia ¿Por que la diferencia? ¿Por que a el si lo quería? Siempre me habia considerado una buena persona, una buena hija y no siempre había sido todo así, alguna vez me quiso, no se que cambio.

Otra vez sola, otra oportunidad de disfrutar, de sentirme tranquila. Mi padre y Jake en un bar, volverían como a las 6 am y Evan no era de mi interés saber donde se encontraba, pero seguramente bastante ocupado. Podía hacer lo que quisiese durante unas horas y lo unico que quería hacer era olvidar. Me quede en ropa interior, puse la musica a todo volumen y agarre un vodka. Tome un shot mientras bailaba, tome otro, tome un tercero, no se cuantos tome, pero cada vez me sentia mejor, libre. Estaba completamente ebria y me encantaba, me dejaba llevar por la musica, saltaba, bailaba y me reia de absolutamente todo.
Me subí en la mesa de la cocina, tome otro shot, y baile. Me volvi sensual, seductura. Cerre los ojos y toque mi cuerpo mientras me movia, mi manos subieron desde mi vientre hasta mi busto, me tocaba el pelo, me sentía tan bien. Cuando abri los ojos lo vi. Evan parado en frente mío, mirandome obnubilado. Me senti intimidada y baje de la mesa, realmente me daba vuelta todo. Sin decirle nada, me acerque a el y le di un beso en la mejilla. Su mirada cambio, se habia vuelto seductora y me costaba resistirme ante sus encantos.
-Por favor- le susurre en el oido- no me hagas hacer algo de lo que pueda arrepentirme- las palabras salian de mi boca sin que siquiera las pensara, sin inhibiciones. Y estaba mal, yo lo sabia.
Me acorralo contra la pared -Te deseo- dijo rozando lentamente sus labios con los mios -No te imaginas cuanto Emma, pero no me voy a aprovechar.
Me aleje de el, y tome una gran cantidad de vodka, se acerco y me quito la botella, trate de sacársela pero termine cayendo al suelo, no podia levantarme y eso me daba tanta risa.

Sentí nuevamente los pasos acercase y comence a temblar.
-Que pasa?- mi respiracion estaba agitada y me costaba hablar
-Arriba- consegui decir- quiero ir- dije con la respiracion entrecortada.
Inmediatamente me levanto, lo agarrabe fuerte, tenia miedo, estaba asi y no iba a poder ser capaz de defenderme. Apenas entramos al dormitorio, escuche la puerta abrirse.
-Cerra con llave- Evan me miraba sin entender, las lagrimas comenzaban a caer.- apaga la luz- hizo lo que le pedi.
-Me estas asustando- se sento conmigo y me abrazó.- No me gusta verte así- se notaba afligido por la situacion.
-Es el alcohol- mentí- No soy alguien que tome, es eso- murmure, no queria que mi padre escuchara.
Lo abrace fuerte y estaba mal, podia arruinarme si queria, pero me sentia tan segura cuando estaba a su lado. El era o lo mejor para mi o lo peor.
-Quedate, por favor- lo mire a los ojos. Eran tan hermosos, me hacian sentir tan bien.
-Nunca te voy a dejar sola.- Beso suavemente mi frente.

Me acoste en la cama y le hice un lugar a el. Me acomode en su pecho y cerre los ojos, me costo conciliar el sueño.
-Perdon- susurro- sos demasiado perfecta para mi y lo peor es que te quiero tanto- podia escuchar cada palabra, pero el creia que yo dormia- pero no soy bueno para vos, voy a romperte el corazon, y no me lo perdonaria nunca- una lagrima cayo por mi mejilla.
Tenia tantas ganas de besarlo, pero iba a tener un bebe, y no iba a ser la causante de que el no estuviese al lado de Keyla en ese momento. Me dolía, habia llegado a quererlo mas que a mi misma. Tan insoportable como era pero tan hermoso, había sido mi heroe cada vez que las cosas se volvían feas, cuando estaba cerca del tenia la certeza de que nada iba a pasarme, que el iba a cuidarme. Y juro que intentaba olvidarme de el, lo hacia con todas mis fuerzas, pero cada vez que lo veía, cada vez que lo tenia cerca sentía algo inexplicable. El era lo unico bueno que me había pasado en años, la única persona que había podido hacerme sentir que tenia una oportunidad de ser feliz.

AbusedWhere stories live. Discover now