"Nunca fuiste un error"
Arrojé el teléfono sobre el sofá y me recosté en otro, pensando en lo tonta que fui en pensar al menos en la posibilidad de salir con él.
Era obvio que eso no iba pasar...
Alguien como yo, saliendo con alguien como el.
Reí pensando en lo estúpida y patética que fui. Tal ves todo era falso... O tal vez no... y si le importaba, pero era demasiado idiota para cambiar o al menos hacer algo más.
"Aún estás a tiempo Ha-nuel" suspiré posando mi brazo sobre mis ojos, borrando toda la luz que provenía de la ventana "Aún puedes dejar de pensar en él"
No puedes. Pensaba mi cerebro.
Gruñi quitando el brazo con la esperanza de que en el sol quemara mis ojos y así tal ves dejara de verlo a él y pensar más en mi novio " Recuerda Ha-nuel tienes novio" tomé una almohada a ver si era mejor ahogarme "Tienes novio y es mejor que el idiota de Jeon Jungkook"
El sonido de las campanillas de mi teléfono anunciaban una notificación. Su rostro vino a mi cabeza. Gire la cabeza hacia el maldito teléfono como si fuera una suricata.
No lo veas. No lo revises. Hacete la difícil.
Encendí la televisión para buscar musica.
Otra notificación sacudió mi intento de no responder a quien fuera, o mejor dicho: que fuera Jeon.
Apreté el control del televisor a la tercera notificación.
A la cuarta toda mi fuerza de voluntad se fueron a la verga y me arroje sobre el aparato para revisar los mensajes.
Apreté el móvil, solo era mi madre diciendo que fuera a comprar algo para darle a mi hermana y que la dejara jugar con sus amigos después de un par de horas.
Obviamente no iba a responder.
Jeon no me iba a responder.
Por supuesto que yo le iba a responder a mi madre porque si no me llegaba un escoba en la cabeza. Pero pude evitar mirar nuestro chat. Yo lo tenía por el nombre de un cantante que a él le gustaba mucho.
Ni siquiera había leído los mensajes de si ibamos a vernos en la estación de metro o afuera... no me había respondido si quiera la hora de donde nos veríamos. Nada. El mismo quiso que nos viéramos, no lograba entenderlo.
Esa tarde decidi no ver sus mensajes, no pensar en el, y definitivamente no responder a lo que me enviara. Si es que tenía la dignidad para enviar algo.
Odiaba admitir que solo podía ser un juego, otra chica que cayera.
Odiaba esos clichés y aun así caí.
Caí en los encantos de Jeon Jungkook.
