Capitulo 2

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"La verdad puede ser más clara, que el agua de un lago en calma"

Desperté de nuevo en la habitación donde anteriormente me había traído Raiden, confundida trate de recordar lo que había pasado en el templo de los dioses, pero el sonido de la puerta abriéndose me distrajo, mire y era Raiden, al parecer traía en una bandeja de plata una taza con una especie de tetera de porcelana con decoraciones de color azul en su alrededor, y traía un tazón de fideos caliente; coloco la bandeja en la mesa a mi lado y se senté frente a mí en un extremo de la cama,-¿Cómo te sientes?, fue lo primero que escuche salir de su voz después de tocar mi frente cuidadosamente, - estoy bien, ¿Qué fue lo que paso?, le pregunte débilmente, -cuando estabas hablando con los dioses antiguos te desmayaste, estabas muy débil, te traje un poco de comida para que recuperes tus fuerzas, necesitas descansar, tu trato con los dioses ya lo he arreglado yo-, -espera ¿Qué hiciste que?, mira no sé cómo pudiste pero lo que hice con ellos es algo en donde no tenía que haberte entrometido yo...-,-tranquila, ya lo he arreglado, te platicare después el acuerdo al que llegamos, pero por el momento necesito que descanses, trata de recuperar tus fuerzas y si me necesitas llámame, está bien-; suspire algo agotada, no puede ser que haya puesto en riegos su vida por mí, esto es demasiado extraño, coloco la bandeja sobre mis piernas y sirvió un poco de té en la taza, se dirigió a la puerta y antes de salir me miro y me dijo:- no te preocupes por Shinnok ni nadie más, estarás aquí a salvo-, y entonces se retiró cerrando con cuidado la puerta, suspire, no puede ser, porque me metí en este lio, no debí haber hecho ese trato desde un inicio pero así como soy, era inevitable que esto pasara.

Me quede afuera meditando un poco la decisión que tome con los dioses, sé que fue algo descabellado porque apenas la conozco, pero hay seres de este reino que no conozco y aun así los protejo, además ella necesita apoyo, ha estado sufriendo mucho por culpa de ese dios del Netherrealm, además ella me ayudara a poder conocer más acerca de él, así podre aprevenir al reino en caso de alguna invasión, pero esto debe ser lo menos que me debe importar, faltan 3 años para el torneo y esta ocasión me toca pelear junto con el elegido para defender el reino. Escuche un ruido que me hizo salir de mis pensamientos, unas pisadas se acercaban a mi lentamente, entonces ella se sentó a mi lado y miro por un momento el horizonte al igual que yo, dejando un momento de silencio profundo, -¿Cómo te sientes?, le pregunte ya que sentí que ella estaba tensa, -algo mejor, gracias; vengo a preguntarte si sabes donde se encuentra mi amuleto-; - se quedó con los dioses antiguos, para que vayas y cierres el trato-, -¿¡Que!?-, - me pidieron que lo dejara, ya que yo solo pude dejar cerrado solo la mitad del trato-; -entonces necesito volver para cerrar el trato inmediatamente-, menciono ella levantándose rápidamente, -te tengo que acompañar, solo así se cerrara-, le dije levantándome y mirándola de frente, sus ojos siempre que los miraba me cautivaban, eran verdeazulados y reflejaban tanta pureza como si fuera una niña inocente humana -está bien- ella acepto y la tome del brazo, nos teletransporte de nuevo al templo de los dioses y ellos hicieron aparición.

-Anika, ¿vienes a cerrar el trato que el Dios del trueno ha cerrado parcialmente?-,- si- conteste segura de mi decisión,- ¿entonces qué ofrecerás? -, - la mitad de mi inmortalidad-, conteste firme, -entonces esta será tomada-, los dioses levantaron sus manos en mi dirección y un halo de luz amarrilla que provenía de la mano de cada uno cubrió mi ser y sentí como algo era arrancado de mi ser, hasta que la iluminación me segó, cuando parpadee, mire mi cuerpo y estaba vestida con un traje distinto, tenía una blusa sin mangas de color azul fuertes con corsee de cuero negro y de hilos color dorados, un pantalón pegado de color negro, botas de tacón negras de charol que me llegaban debajo de las rodillas, guantes de color azul marino con detalles de color azul claro, un lazo o como taparrabo de frente y atrás de color azul oscuro, mi amuleto colocado en mi pecho del lado izquierdo y un bozal que cubría mi nariz y boca de color negro y mi cabello esta peinado del mismo modo que solía acomodarlo, tome mi talismán t lo examine, esta restaurado y la gema central seguía siendo verdeazulado, entonces lo coloque en su lugar y me arrodille ante los dioses, -ahora ¿cuál será mi misión?, -, -serás la protectora del reino de la tierra, ayudaras a Raiden a proteger el reino en el siguiente torneo, será el décimo y tendrás que ayudarle a preparar a los guerreros que participaran para proteger el reino por una generación más-, -¿Por qué?, si perdí ya una vez un reino, no quiero perder de nuevo y que más vidas mueran por mis malas decisiones-, - esta ocasión no estarás sola, no controlaras el destino del Earthrealm sola, Raiden te ayudara también-, -Esta bien, si ese será mi pago por el trato para poder cerrarlo, lo hare-,- entonces esa será la decisión-. Terminaron de dar el veredicto final los dioses y me levante, cuando mire a Raiden, el me miraba fijamente, como perdido en sus pensamientos, -hey Raiden, está bien-, le saque de su trance y me contesto, -si todo está bien-, -bien, entonces volvamos al Earthrealm, tenemos mucho que hacer- le dije seriamente, el coloco su mano sobre mi hombro para teletransportranos de regreso pero yo lo detuve, -espera, esta ocasión yo nos traeré de vuelta, ya has hecho mucho por mí-, le mencione y tome su mano y nos teletransporte a su templo, cuando llegamos nos quedamos un rato parados hasta que me di cuenta que aún no soltaba su mano, lo solté y me dirigí al borde de uno de los barandales de piedra de su templo, me senté sobre él y mire el horizonte, está atardeciendo y el sol se estaba ocultando entre la altas montañas del lugar, sentí la presencia de Raiden a mi lado y se paró a mi lado derecho, escuche que suspiro pesadamente. – ¿Quisiera saber qué fue lo que dejaste para cerrar la mitad del trato?-, le pregunte directamente, - Ofrecí la mitad de inmortalidad también-, - ¿Qué?, ¿Por qué?-, Por qué me contaron los dioses antiguos que te arrebatarían tu vida para cerrar el trato que ya habías hecho-, - ¿entonces te sacrificaste por mí?-. –Pues si-, -eres muy bueno conmigo, y pues creo que tienes dudas sobre quien soy, creo-, -si-.

Ella suspiro profundamente y coloco sus manos sobre sus piernas y me miro y luego al horizonte,- todo empezó cuando yo era parte de los dioses antiguos, yo tenía mucha curiosidad de que era ser alguien tangible, convertirme en alguien físico y no solo en una simple aparición espectral, entonces les comenté a los demás pero no los convencía fácilmente, entonces cuando fundaron el torneo mortal kombat pude notar que esa era mi oportunidad, hable con ellos y me concedieron mi deseo, me volví en algo físico, me convertir en una diosa, cuando accedieron tuve que hacer un trato ya que solo tenía derecho a estar así durante un día, pero yo quería más, así que les pedí que me volvieran protectora y guardiana de uno de los reinos y pues accedieron pero con la condición de que si no pasa el torneo y mi reino se fusionaba con el mundo exterior, perdería mis poderes, mi inmortalidad y mi lugar con ellos; me dieron a escoger entre el Orderrealm y el Chaosrealm, yo escogí el Orderrealm y me convertí en Anika, la diosa del agua y protectora del reino; me gustaba estar allí todo era bello, había equilibrio, los habitantes eran justos y buenos, entonces faltaba poco para el torneo donde se decidiría el destino de mi reino, entonces cuando empecé la búsqueda de mis guerreros encontré a viarios guerreros pero solo me decidí por tres, Hotaru, Darrius y Dairou, pero veía más potencial en Hortaru, él era puro, ordenado, leal y siempre buscaba el orden y la paz, él era muy distinto a Darrius y Dairou, ellos provenían del Chaosrealm, eran muy renegados y uno odiaba a Hotaru y el otro no tanto, Hotaru me demostró que tenía muchas habilidades y fuerza, me dio su lealtad y él se convirtió en el elegido para ganar el torneo, era como mi hijo; yo lo cuidaba mucho y tenía miedo de perderlo en el torneo-;mi voz comenzó a quebrantarse y sentía un enorme nudo en la garganta, - logro llegar a la final, pero cuando se enfrentó a Goro, no lo derroto, Goro estaba a punto de acabarlo pero lo Shang sung lo tomo prisionero y no supe nada de él después, afligida vi como mi reino era absorbido por el mundo exterior y entonces escape, vague dos días por mundo exterior hasta que me encontré al maldito de Quan Chi, al no saber nada de él, confié y con sus falsas promesas me llevo prisionera al Netherrealm; pasaron dos días y cuando me quería convertir en un demonio como sus sirvientes su amo lo detuvo, nunca pensé que me volvería la esclava de Shinnok, me tuvo cautiva durante 3 años, me maltrataba, me insultaba, el me...- comencé a abrazarme a mí misma con tan solo recordarlo, empecé a sollozar y sentí que comenzaban a caer lágrimas de mis ojos,- el abuso de mi muchas veces, perdí una parte de mi poder y mi pureza, por eso mi amuleto es de ese color, pero gracias al cielo, dos Onís me ayudaron a escapar, sus nombres era, Drahmin y Moloch, al parecer planeaban una rebelión en contra de Quan chi, entonces me ayudaron a abrir un portal de salida y justo cuando estaba por irme, apareció Shinnok, trato de detenerme pero logre salir y termine aquí, en el Earthrealm, vague durante dos días por las montañas hasta que te percibí a ti, cuando supe que me seguías no estaba segura si eras sirviente de shang shung o de Quan Chi, así que por eso te ataque, tenía mucho miedo.

Ella estaba temblando, había sufrido mucho, no duro mucho y comenzó a llorar y en ese mismo instante comenzó a llover, era tan inocente ella, pero también tan fuerte, después de haber pasado por todo eso, me acerque a ella y la abrace, ella se tensó por un momento pero después, me regreso el abrazo y continuo llorando, pasamos bastante tiempo bajo la lluvia y ella continuaba llorando, sentía que necesitaba consuelo. Después de un rato ella se tranquilizó, se separó y me miro a los ojos, sus ojos habían cambiado de color, ahora eran de color celeste, ya no eran los verde azulados de antes; -Gracias Raiden por devolverme esa paz y encender esa pequeña chispa de esperanza-, me contesto ella, tome el rostro de ella entre mis manos y le di un cálido beso en la frente, ella suspiro, cerró los ojos, y se bajó de donde estaba sentada.

Él era tan puro y gentil conmigo, ahora entiendo por qué me ayudo, después de estar bajo la lluvia me tomo de la mano y ambos entramos a su templo, me llevo a mi habitación y me dijo que si necesitaba algo que le comentara, asentí y me prepare para dormir; después de haberme secado me acosté a dormir en la cómoda cama que él me había prestado, pero aun así no lograba conciliar bien el sueño, entonces me levante y tome mi amuleto entre mis manos y pude notar que tenía una pequeña abertura, al parecer podía embonar con algo, pero con qué.

Lluvia sobre mi templo. Raiden x OCOnde as histórias ganham vida. Descobre agora