"¿Cómo es que te has convertido en el campeón de mi esposa, junto con Hestia?" preguntó Zeus con suspicacia. Hera puso los ojos en blanco ante la paranoia de su marido. Como si tuviera el derecho de cuestionar su relación con un hombre.

— Claro que tengo el derecho, tú no deberías tener una relación alguna con ningún hombre y mucho menos con un hijo de mi hermano. — dijo Zeus furioso, incluso Percy llegó a pensar en cualquier momento le podía dar un ataque.

— En primera querido, eso no sucedió  y además creo, que tú no tienes el suficiente valor moral para cuestionar mis cosas. — exclamó Hera viendo furiosa a Zeus, quien a pesar de eso, no se vio intimidado en ningún momento.

Los ojos de Percy brillaron con una luz de color marrón que inquietó a todos.

"Le debo a ella y a Hestia mi vida. Sin ellas, estaría en el Tártaro por el momento." respondió con frialdad.

"¿Qué? ¿De qué estás hablando Percy?" exigió Poseidón mientras miraba a Hera sospechosamente.

Annabeth apretó como fuerza la mano de su novio, no tenía que ser adivina para saber por qué Percy quería ir al Tártaro, solo esperaba que su contraparte no hubiera hecho algo peor.

"Después de que me fui del Campamento Mestizo, estaba pensando en viajar por un tiempo, sólo cazar algunos monstruos a desatar un poco mi ira. Antes de irme, fui a visitar a mi madre." explicó Percy mientras su cuerpo se tensaba. Hera y Hestia caminaron rápidamente hacia este para tratar de calmarlo. Hera le puso una mano en el hombro y le susurró palabras al oído mientras que Hestia tendió la mano para reconfortarlo.

Percy se calmó en la comodidad de sus dos patronas para después mirar a Zeus y su padre.

"Cuando llegué allí, ella y su prometido Paul estaban muertos. Todo lo que me encontré fue una nota de su asesino." escupió con rabia.

— ¡No! — grito Annabeth derramando un par de lágrimas, Percy por instinto tomo la mano de su novia agradecido de que nada de lo que estaban leyendo pasaría con ellos.

Poseidón se levantó de su trono en rabia, "¿Qué? ¿Quién los mató? Voy a enviar al responsable al Tártaro." amenazó este sujetando furioso su tridente.

Atenea echo un vistazo a su hija, tenía un ligero presentimiento de lo que podía venir y estaba segura que era algo que no le iba a agradar mucho a su hija.

Los ojos de Percy se volvieron a oscurecer para después voltear a ver a Atenea, "Ella ya está en el Tártaro." respondió.

Los ojos de Atenea se abrieron y una mirada de horror cruzó en su rostro. Percy buscó en su bolsillo y sacó una nota para entregárselo a la diosa.

El salón del trono se sacudió violentamente ante de la sorpresa de todos.

"Léelo." exigió Poseidón a su rival de toda la vida. Atenea palideció un poco y miró la nota, leyendo en silencio.

Cuando terminó, la primeras lágrimas que nadie había visto nunca de la Diosa de la Sabiduría cayeron de sus ojos. "Y..Yo...no puedo."

Leyendo El Campeón de la Reina versión 2Onde as histórias ganham vida. Descobre agora