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Narra Gabriella.

Hablamos con la policía, me aseguraron que por la tarde pasarían para revisar las huellas digitales y poder encontrar al "acosador" del otro día. Como era sábado la pasé con Alan, como siempre. Esta noche era la fiesta de Halloween que hacíamos todos, asi que a las seis de la tarde nos reuniríamos para arreglar todo.

Salimos a comer en el Art Of The Table. Mi restaurante favorito aquí en Seattle. Y regresamos a mi casa a las cuatro y las patrullas de la policía ya estaban aparcadas a fuera. Estaciónamos el vehículo y salimos y los policías se aproximaron donde nosotros.

-¿Srta James, díganos donde fue exactamente donde vió al hombre.-Preguntó el oficial. Caminé a un lado de la casa para mostrarle el árbol.

-Justo ahí. -Dije señalando con mi dedo la rama que daba hacia mi habitación.

-Perfecto. -Me respondió, llamó a sus otros compañeros. Estos trajeron una escalera y comenzaron a llenar la rama y la ventana con un polvo para poder encontrar las huellas digitales.

Entré a cambiarme de ropa en el baño porque desde mi ventana estaban los policías. Me puse una blusa floreada floja, unos jeans celestes y mis deportivas blancas. Cuando salí del baño los policías ya no estaban buscando nada, no estaban ahí.

-¡Alan!.-Grité, pero no recibí respuesta.

Bajé las gradas corriendo y ví como Alan discutía con los policías. Parecía enojado.

-¿Qué pasa?.-Pregunté extrañada mirándoles con el ceño fruncido.

-Que nos tomó del pelo Señorita James.-Respondió el oficial y miré a Alan confundida.

-¿Perdón?

-Ahí. -Dijo señalando el árbol.-Solo hay manchas de pájaros que se han posado sobre la rama. Nada de huellas dactilares.

Se me hizo un vacío en el estómago.

-Tiene que revisar de nuevo, no lo hicieron bien.-Dije tratando de calmarme a mi misma.

-Lo siento, pero no perderemos tiempo en esta tontería.-Comenzaron a guardar todo los equipos.

-¡Yo lo vi!.-Le grité mientras se subían al auto.

-De seguro lo soñó.-Me respondió con un brazo afuera de la ventana.

-¡No está haciendo bien su trabajo!-Alan me agarró de los hombros y me jaló hacia la casa. Le empujé enojada zafandome de su agarre.-¡Suéltame!

-Debió de ser una pesadilla.-Dijo tratando de dar posibles soluciones.

-¡No, me hubiera dado cuenta!

-¡Ya escuchaste lo que dijeron, no hay huellas ni en la rama ni en la ventana!-Me contestó enojado, puse los ojos en blanco. Subí nuevamente las escaleras y me encerré en mi cuarto.

Me acerqué a la ventana, era verdad. Tuvo que haber sido una pesadilla. Porque el árbol era demasiado alto y si hubiera saltado, por lo menos se hubiera roto sus piernas. La única posibilidad hubiera sido que haya entrado a la casa del vecino y se hubiera salido por su ventana para tocar la mía, pero eso no tenía sentido, porque en caso de que sea un ladrón se hubiera robado las cosas del Sr. Waters y no hubiera venido a tocar mi ventana. Pensé en la posibilidad de que hubieran sido alguno de sus nietos, pero es imposible porque los conozco muy bien. Y además este..."acosador" era mayor, mucho mayor que los nietos del Sr. Waters y también se veía totalmente diferente a cualquiera de ellos. Tenía el pelo alborotado, era alto... bueno nada que ver, los nietos del Sr. Waters ¡Son niños!

Perverso |Harry Styles| AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora