—¿Qué haces aquí?

Antes de poder responderle, observa las bolsas que están en mis brazos y vuelve a sonreír dulcemente.

—¿De compras?—agregó. Quitándome de las manos las bolsas sin preguntarme. Le agradesco lo considerado que es.

—No, ojalá fueran mías—digo en un tono cansado—son de mi madre.

Nathan busca con la mirada a la mujer mencionada, y luego de verla charlar con alguien más a tan solo unos metros de mí, asiente y logro advertir que comprende el porqué de mi cansancio.

—Por cierto, te quedan bien los lentes.

—Ah, ¿Estos?—pregunta mientras se los toca con sutilezas—Los uso desde pequeño, aunque solo son de descanso. Ya sabes, para leer o estar con la computadora.

Siempre he creído que las personas, que usan lentes, se ven más intelectuales y de una manera más profesional por decirlo así.

—Oye, Rose. Ven conmigo. Dejemos que tu madre converse con su nueva amiga.

—¿Qué?

...

Escuche cada palabras que salió de sus labios pero no me lo creo. Últimamente me cuesta creer en muchas cosas, como que él y Zara son novios.

—Ven conmigo, Rose.

Que me repita la misma oración y esta vez, agregada con mi nombre, hace que pierda aún más los estribos.

—No puedo—miento—Estoy con mi madre y si Zara me ve contigo me mata.

En mi mente se visualiza el momento en que Zara me había amenazado en aquel dia en el baño del restaurante. Según ella, "Le miraba con ojitos de chiquita enamorada a su novio".

Me lo dejo claro ese dia, que no me acercará a él con las intensiones que ella creía que yo tenía.

Pero solo conozco a Nathan por unos días, no puedo enamorarme de alguien  en días. Nadie puede enamorarse de verdad en tan solo algunos días.

Que mi corazón se ponga loco cada vez que me sonríe... es otra cosa.

Si... debe ser otra cosa.

Hormonas revolucionarias, si, eso.

—¿Zara? ¿Qué tiene ver Zara en todo esto?

Su semblante al escuchar el nombre de Zara se arruga, dibujando un ceño fruncido. Como si lo que dijese fuesen disparates.

—Oh, Nathan. Tanto tiempo sin verte—mi madre aparece a mi lado dándome un pequeño sobresalto. Y Así, dejándome con la intriga de el porqué la reacción que tuvo Nathan hace unos segundos.

Veo como se endereza un poco al ver a mi madre—ya que tuvo que inclinarse por mi estatura—y la saluda con tranquilidad. Al parecer ya se conocían, osea si no me informan no me entero de nada.

—¿Ustedes se conocen?—interrogo, enarcando una ceja. Enfatizando mi interés.

—Es amigo de Jake, ¿no?—responde mi madre—lo ha invitado a la casa algunos días—dice, restándole importancia.

Es un gusto conocerte Ⓒ (PAUSADA TEMPORALMENTE)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang