Escondidas

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Justo después de quedarnos observando la tabla de ajedrez, Dummy apareció frente a nosotros.

-Bienvenidos a un otro juego más- dijo Dummy.-Ya falta poco para que esto acabe y no parece que vayan a ganar. Ya solo quedan 5 de ustedes, así que vayamos eliminando más. En esta prueba les mostraré a unos buenos amigos míos. Ellos son Asmodeus, Azazel, Balaam y Beelzebub. Ellos estarán encargados de tentarlos, atraerlos o bien matarlos.

En mismo que Dummy mencionó esos nombre, me asuste mucho, porque eran nombres de demonios que había escuchado antes, en ese momento me di cuenta que Dummy era mucho más poderoso que ellos.

-Esta vez estarán en mi hogar, corriendo y escondiéndose por sus vidas- dijo Dummy.

-¿Tu hogar?- Dijo Parrales.

-Si, como lo oíste- dijo Dummy.

Entonces todo alrededor de nosotros se convirtió en una mansión gigantesca con pinturas que incomodaban y daban mala espina. No me sentía muy a gusto en ese lugar.

-Al contar tres ustedes correrán- dijo Dummy.

-¿Pero qué tenemos que hacer con exactitud?- preguntó Andrés.

-Sobrevivir- dijo Dummy.

-¿Pero de que manera?- preguntó Andrés.

-Uno, dos, tres. Corran- Grito Dummy.

Todos corrimos hacia un pasillo profundo que se encontraba a nuestra izquierda y nos metimos en cuarto muy pequeño. Pude ver que a diferencia de los otros juegos, en este a Jeremy se lo veía muy asustado. Comenzamos a escuchar rasguños en la parte de afuera de cuarto, así que nos escondimos en un escritorio que estaba en el cuarto, entonces se pudo escuchar la puerta del cuarto abriéndose. El corazón me palpitaba muy rápido, tenía mucho miedo, pero Jeremy se acercó a mí y me tomó de la mano. Estaba confundida, esta vez él parecía diferente.

-Miren allá hay una ranura de ventilación- dijo Milena.-Vamos por ahí.

-Buena idea- dijo Jeremy.

Entonces todos fuimos cuidadosamente hacia la ranura de ventilación, pero íbamos gateando. El último en pasar fue Jeremy, pero antes de que logrará entrar completamente algo lo cogió del pie.

-Mierda, ayúdenme por favor- suplicaba Jeremy.

Entonces Milena fue a ayudarlo, pero no fue suficiente. El demonio se llevó a Jeremy. No podía creer que eso hubiera pasado, yo y Milena comenzamos a llorar.

-No, no, no, Jeremy, no te apoye cuando debía, no estuve ahí para ti cuando lo necesitabas y ahora no estás, lo siento- dijo Milena mientras lloraba.

-Tenemos que seguir Milena- dijo Andrés.

Entonces seguimos por la ventilación hasta que entramos en un cuarto un poco oscuro y lleno de espejos, cada uno tenía formas diferentes, pero había uno que estaba cubierto con una manta y en esa manta estaba un pentagrama con una cruz invertida, era muy extraño todo ese cuarto. Queríamos salir rápido de ahí, entonces buscamos la salida. Pasamos varios minutos buscando la puerta, pero no la encontrábamos. De repente me voltee a ver a los demás y me di cuenta que Parrales estaba viendo fijamente a un espejo.

-Parrales ¿te pasa algo?- pregunté, pero no respondió.

-Parrales responde- gritó Andrés, pero tampoco respondió.

Entonces nos acercamos a ver que era lo que veía en el espejo y nos dimos cuenta que estaba un demonio del otro lado de este, que de repente sacó sus manos del espejo y se llevó a Parrales dentro de él. Tratamos de sacarla, pero no lo logramos, solo pudimos ver como dentro del espejo Parrales era agarrada del cuello mientras el demonio metía su mano por su boca e iba sacando cada uno de sus órganos. Entonces Andrés se asusto mucho y comenzó a patear todos los espejos, abriendo paso para encontrar la salida y cuando Milena logró sentir una puerta, inmediatamente la abrió y nos fuimos de ese cuarto a escondernos en otro, pero en ese estaba otro demonio, lo raro es que estábamos justo frente a él y no nos veía, parecía ciego, pero no nos confiábamos de que era sordo también, así que avanzamos lentamente hacía la puerta para regresar, pero una de las tablas del piso que Andrés piso, sonó. El demonio volteó la mirada hacia nosotros y se iba acercando poco a poco, pero no logró alcanzarnos, nosotros fuimos sigilosamente hacía un armario lo suficiente mente grande para caber los tres, y nos metímos. En ese armario había una especie de hechizo en latín y tenía una advertencia escrita por una letra parecida a la de la persona que había escrito detrás de las instrucciones del juego, y esta advertencia decía: ''He pasado aquí, mucho tiempo y he encontrado la forma de ganar sin que nadie más muera, este hechizo si es dicho de la forma correcta el juego se reseteará y todos vivirán nuevamente, pero si es dicho de una forma incorrecta es segura una muerte instantánea a la persona que lo lea, ojalá lo diga bien, pero si no es así y muero aquí, dejaré el hechizo en este armario para cualquier otra persona que quede atrapada en este juego''. Ya no se alcanzaba a leer más abajo ya que estaba cubierta de sangre.

-Podemos ganar si decimos eso- dijo Andrés.

-No es muy seguro- dijo Milena.

-No se preocupen, yo lo haré- dijo Andrés.

-No, ninguno de los dos lo hará, ya he perdido a muchos amigos y también a Jeremy, ya no quiero perderlos a ustedes- les dije a ambos.

-Lo siento Angela, pero tengo que hacerlo si quiero volver a ver a mi mejor amigo- dijo Milena.

Y justo después Milena dijo el hechizo, pero nada ocurrió así que lo repitió una segunda vez, pero tampoco paso nada, pero después de unos minutos todo a nuestro alrededor desapareció y solo estaba Dummy flotando en el centro de la sala.

-Enserio habéis creído que sería tan fácil- dijo Dummy.-Pues no lo es.  

Después de decir esto Dummy nos miró fijamente, el tono de su máscara se volvió roja y chorreaba un líquido rojo que parecía sangre, entonces se acercó a Milena y le dijo:

-Regla número 5: no hacer enojar al muñeco.

Dummy puso su mano sobre la frente de Milena y ella comenzó a sangrar por los ojos y por la boca hasta que cayó al piso.

-Nunca debió intentar eso, ya me calmé- dijo Dummy.- Bueno ya pasó continuemos, ya solo quedan tres de ustedes.

-Solo somos dos- dijo Andrés.

-A cierto lo olvidé- dijo Dummy.

Entonces del centro de la sala apareció una gran flama azul de la cual salió Jeremy.

-Bueno parece que yo gané- dijo Dummy.-Querido caballero, MÁTALOS.

El juego del muñecoWhere stories live. Discover now