"Messages" [Zayn Malik y tú] [TERMINADA]

|Capítulo 42|

Primero que todo, perdon por hacerlas esperar una semna,a no es que no quise subir, pero no tube internet, no se porque y estube toda la semana estudiando, por examenes, hao ya los termine, voy a seguir subiendo normalmente! :) ESPERO QUE LES GUSTE EL NUEVO CAPITULO!

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(Narra _____)
Después de terminar la canción bajé del escenario con una sonrisa pues vi que Liam estaba besando a Danielle con mucha ternura. Me acerqué a Zayn y lo abracé.
- Hermosa –dijo- ¡Qué bella voz tienes! –dijo y me besó- Aunque la voz no es lo único hermoso que tienes –susurró. Yo me sonrojé.
- Shh –dije apenada y él se sonrió. Me abrazó de nuevo y caminamos juntos hacia donde estaban las demás chicas con sus parejas y Niall quien jugaba con mi hermano.
- _____, ¿dónde te escondías semejante voz? –preguntó Eleanor.
- En la garganta –dije y reí, todos se rieron.
- Pues es una gran voz –dijo Harry.
- Gracias –dije apenada.
La música comenzó a sonar más fuerte pues el micrófono abierto había terminado. La verdad es que todos habíamos vuelto a nuestro humor original. Luego escuché que habían puesto la canción de Paloma Faith – Smoke Upside Down. Comencé a moverme pues esa canción la había bailado en un festival escolar. Zayn me veía con una sonrisa. Tomé su mano y lo guié a la pista y él se quedó parado en medio de ella. Yo comencé a moverme sola y a moverlo a él para que yo no pareciera loca, él siguió el ritmo de la música.

Cuando reaccioné todos estaban bailando alrededor nuestro. Nos estábamos divirtiendo mucho, había canciones electrónicas que Louis y Zayn bailaban espectacularmente, a veces exageraba pero como yo era amante del baile, me las arreglé para seguirle el paso.

Harry y Alice bailaban también, ellos estaban con una sonrisota, a veces cuando Alice se movía de forma provocativa Harry se sonrojaba.

Fue entonces cuando llegó el tango y la salsa, la verdad es que Zayn se puso nervioso y estaba riéndose mucho.
- ¿Qué pasa? –dije agarrando mi cabello en una coleta. Los demás chicos se quedaron en nuestra mesa mientras nosotros seguíamos en la pista.
- No sé bailar de ese tipo –dijo riendo.
- No tienes mucho qué saber, déjamelo a mí.
- ¿En serio? –dijo nervioso.
- De verdad –le sonreí, él se me acercó y me dio un gran abrazo.
- ¿No importa si subo mis piernas a tu cadera de vez en cuando verdad?
- No… -él se sonrojó- no, por mí no hay problema.
- Genial.

La canción comenzó y me acerqué a él a paso lento. Él me miraba totalmente nervioso, acaricié su pecho como si estuviera descubierto y luego subí de golpe mi pierna a su cadera, él la tomó yo me acerqué más a él sin bajar la pierna…
- Creo… que mejor me voy a sentar –dijo en un susurro.
- ¿Por qué? –dije confundida.
- Louis es bueno en esto yo no –dijo nervioso, soltó mi pierna y caminó un poco. Yo tomé su mano y lo giré haciendo que él diera una vuelta y quedara de frente a mí.
- No te dejaré ir –sonreí. Él caminó hacia mí, imitando los movimientos de una pareja que bailaba a nuestro lado. Di una vuelta y me pegué a su cuerpo.
- Toma mi cintura y álzame –pedí. Él me agarró de la cintura y me alzó a mitad de su pecho. Subí una pierna a su hombro y él por instinto dio una vuelta y yo con un rápido movimiento bajé por su espalda, deslizándome por su pierna izquierda hasta llegar al suelo y quedar en un split. Alcé las manos y él me levantó.
- Dame una vuelta –me estiré y él me movió de tal forma que diera una rápida vuelta y quedara frente a él. Caminé y él me siguió de cerca, a un lento y dudoso paso, pero lo hizo, me daba tanto gusto que él se esforzara, además ponía cara de seriedad y más me daba risa.

Se acercó a mí y me dio una rápida vuelta, luego me agachó a la altura de su rodilla y me besó, admito que el beso me distrajo y me hizo perder el equilibrio, pero él sostuvo mi peso y luego pasó su mano por mis piernas alzándome en sus brazos.
- Eso fue genial –dijo él entre nuestro beso.
- Eres un buen bailarín –dije sonriente.

Caminamos juntos a la mesa, un poco cansados de tanto bailar. Los chicos estaban cenando y parecían divertirse.
- ¡La bailarina _____! –dijo Louis. Sonreí- ¡Bailas genial!
- Gracias –dije apenada.
- Me he encontrado a una cajita de monerías –dijo Zayn feliz y me besó tiernamente.
- Y yo he encontrado a un hombre que me conquista de todas las formas posibles –le levanté las cejas y él se sonrojó.
- Estoy cansado –dijo Zayn de repente.
- Sí claro –pronunció sarcásticamente Liam.
- En verdad lo estoy –dijo fingiendo un bostezo. Todos rieron y yo me sonrojé- En fin, me voy. Cuídense… yo…
Él tomó mi mano y me hizo caminar con él. Me despedí de los chicos con una gran sonrisa y ellos dijeron adiós con un ademán.

Salimos del salón y caminamos por muchos pasillos diferentes. Luego llegamos a una puerta blanca que no tenía nada en su fachada, solo era blanca.
- ¿Qué hacemos aquí?
- Cenaremos tú y yo aquí –dijo sonriendo. Yo no dije nada y solo sonreí.

Él abrió la puerta y luego se puso detrás de mí.
- Cierra tus ojos –dijo tapando mis ojos con sus manos.
- Zayn Malik… ¿qué estás tramando?
- Entra y ya veras…
- De acuerdo.
Cerré mis ojos y él me guió hacia delante. Caminamos lentamente y a mi nariz llegó el olor de velas con aromas, eran de vainilla y cereza, también había cierta frescura en el ambiente…
- Relájate… -susurró cerca de mis labios. Me besó tiernamente, sentí cómo mi corazón latía con rapidez y luego mis mejillas se acaloraban. Él acercó mi cintura a la suya, tomó mis brazos y los alzó en torno a su cuello, se agachó un poco y me levantó haciendo que pusiera mis piernas en torno a su cintura.
- Para una mujer especial, una cena especial –dijo y abrí mis ojos.
Lo primero que vi fueron sus ojos cafes relucir con una luminosidad hermosa y brillante. Sus labios rojos eran tan deseables para mí, que no resistí más y lo besé de nuevo.
- Te quiero Zayn Malik –susurré entre nuestro beso.
- Yo también a ti.
Bajé de sus brazos y fue cuando vi el hermoso lugar en el que estábamos. Era una habitación grande y espaciosa, alrededor había muchas mesas con la vajilla puesta. En cada mesa, había un jarrón con rosas rojas ahogadas y una vela sobre el agua haciendo que las flores se iluminaran, la verdad la vista era maravillosa. Al centro había una pista con globos rojos y una mesa para dos.
- ¿Cómo hiciste todo esto? –pregunté asombrada. Él me abrazaba por detrás.
- Cuando uno quiere… puede hacer cualquier cosa –dijo dándome un beso en la oreja.
- Zayn, ¿quién te enseñó a ser tan genial? –pregunté girándome para estar frente a él.
- Mi madre o mis hermanas, supongo –eso me hizo recordar a Jaawad.
- Les das las gracias de mi parte –sonreí. Él me acercó la silla a la hora de sentarme y luego vi que llegaba un mesero.
- Buena noches señor y señora Malik -¿señora de Malik? – pensé.
- Buenas noches –respondí sonrojada.
- Aquí les dejo la carta, cuando estén listos no duden en llamarme –dijo el señor no mayor de cuarenta años.
- ¿Señora Malik? –pregunté a Zayn y él se sonrojó.
- ¿Te gustaría? –preguntó. Yo me quedé en blanco… esto… ¿era una propuesta?
- ¿De… de qué hablas? –dije un tanto nerviosa.
- Pide algo para comer, luego te explico… -dijo viendo la carta y ocultando su rostro de mi vista.
Abrí la carta y había un papelito que cayó en mis piernas, lo recogí y lo abrí. Me sorprendí tanto de lo que decía.

“Si te pidiera que te casaras conmigo, ¿aceptarías?” –Z.

Alcé mi rostro y él estaba observándome fijamente. La verdad no sabía qué decir, era real lo que sentía por él. Pero ya hace unos días había aceptado casarme con Dean y decirle a Zayn que sí, sería… ¿precipitado?

En la carta venía otro papelito que decía:

“No soy el hombre perfecto, te conozco hace menos de dos semanas… sin embargo, me he enamorado de ti perdidamente. No sé qué hacer con esto tan grande que siento. ¿Recuerdas cuando me preguntaste que si me casaría alguna vez? Te dije que sí, cuando no me diera miedo a estar estúpidamente enamorado y mírame, lo estoy y de alguien a quien a penas conozco”.

- Zayn… -yo estaba dudando de eso. Yo a penas y hace dos o tres días le había declarado mis sentimientos y hoy él me estaba proponiendo matrimonio. No quería que esto fuera igual que como con Dean, no lo quería rechazar tampoco.
- _____… no quiero que me respondas… solo quisiera que lo pensaras… -sonrió. Yo sonreí- Yo solo lo pregunto, no te lo estaba proponiendo ahora mismo.
- Oh –dije aún confundida.
Pedimos algo de comida y durante todo ese rato estuvimos riendo, yo traté de no pensar mucho en eso de la propuesta pues tal vez… cedería.
- Eres muy hermosa –dijo cuando estábamos por el postre.
- Gracias –dije sonriéndole- Tú también eres un galán.
- ¿Galán o galón? –dijo tocando su panza- No estoy gordo, embarnecí… es diferente.
- Galán, -reí- amor. Eres hermoso tal y como estás para mí –él se sonrojó- admito que hace unos días no aguantaba que tuvieras ese trasero tan vuluminoso… -él entrecerró los ojos- pero ahora amo tu cabus, se me hacen extrañamente sexy sobre todo con esos jeans.
- ¿Odiabas mi trasero?
- Con toda el alma.
- Eres cruel –dijo ofendido. Yo me reí.
- Amor, ahora lo amo, ¿me perdonas? –dije mirándolo con ojos como cachorrito. Él hizo un puchero y se levantó de la silla.
- No –dijo fingiendo estar molesto. Me levanté y fui hacia donde él estaba, estaba en el centro de la pista donde estaban los globos. Lo abracé y él desvió la mirada.
- Lo siento –dije honestamente, él me miró a los ojos, ocultó una sonrisa y desvió la mirada de nuevo- ¿Quieres jugar a que te convenzo para que me perdones?
- No te perdonaré –dijo y me dio la espalda.
Observé su trasero y admito era tentador tocarlo, observé a todos lados para ver si no había alguien que me viera, cuando me percate de que no había nadie. Toqué su trasero a lo cual él se sorprendió. Luego metí mis manos entre su camisa, él se dio vuelta y quedó frente a mí, yo aún tenía mis manos dentro de su camisa.
- ¿Me dejarías pellizcarte? –dije alzándole las cejas un par de veces.
- No –dijo tratando de ahogar la risita nerviosa que se le salía.
Me paré de puntitas y puse mis brazos en torno a su cuello, él tenía sus manos como pegadas a sus costados. Me pegué a su cuerpo más y con mis dientes jalé sus labios hacia mí, luego los solté y lo besé lenta y dulcemente. Él no pudo evitar rodear mi cintura con sus brazos.
- ¿No me perdonas aún? –dije lamiendo su labio inferior. Él se sonrió y me dio un beso apasionado y lleno de amor.
- Por supuesto que te perdono amor… -susurró frente a mis labios.
- ¡Este es mi hombre! –dije y él me dio unas vueltas en el aire.
Quedamos abrazados así un momento y luego él comenzó a mecerse, la música se encendió y estuvimos bailando románticamente unas cuantas canciones. Zayn rodeaba mi cintura con sus brazos y yo su cuello con los míos. Yo estaba de frente tan solo observando a la magnífica criatura que era solo mía. Sus ojos estaban fijos en los míos, sonreía de una forma tan sincera, me sentía en el cielo tan solo de pensar que estaría con él por la noche.

Yo era la única que podía tocarlo como yo lo hacía, yo era la única que podía despeinar su cabello cuando quisiera, yo era la única que podría entrar a la ducha con él sin que él se asustara o se molestara. Yo era la única que lo hacía sonreír como sonreía cuando se ponía nervioso. Yo quería ser la única que lo besara, yo quería ser la primera en verlo sonreír por las mañanas, yo quería verlo cerrar los ojos por las noches, yo quería ver un pequeñuelo suyo, yo quería estar con él hoy y siempre.
- Sí me casaría contigo –dije rápido y claro. A lo cual él se quedó pasmado.
Le sonreí y él me abrazó, me dio un beso lleno de pasión y amor. Yo estaba disfrutando de ese beso cuando él se separó de mí y tomó el único globo blanco que había entre todos esos rojos.
- ¿Qué haces? –pregunté confundida....