Enamorada de mi pesadilla

CAPITULO 5- La Trapecista

Me dejé llevar y terminé maquillada por ella, me marcaba con un delineador desde mis ojos, bajando por mi cuello y rozando ligeramente mi clavícula... se acercaba por unos segundos a mi para corregir detalles y solo esos instantes me bastaban para sentir su aroma a shampoo.

Desde cerca podía apreciar sus finos labios y sentir como clavaba su punzante mirada en mi cuello, mientras dibujaba en este un par de naipes de tréboles.

Me tomó de sorpresa cuando puso sus brazos al rededor de mi sacándome la blusa y dejándome en sostenes.

Me entro un escalofrío haciendome estremecer, pero no de miedo o temor, sino de verguenza. Mi cuerpo pálido no era atractivo, mis sostenes no eran lindos y no resaltában mis pechos para nada. Su pincel seguía recorriendo mi cuerpo, la pintura llegaba hasta la orilla de mi sostén formando un efecto de relieve, me percate de que me miraba muy concentrada mordiendo sus labios y apretandolos por cada error que cometía. Mire hacia otro lado, no sabia muy bien por que pero me apenaba que me mirara de esa forma... sentí que soltó una pequeña risa y luego sostuvo mi mejilla con una mano haciendome girar para mirarla, mientras que con la otra acariciaba mi cabello haciendo pequeños nudos.

-Lo siento, ¿No esta usted acostumbrada a que la vean desnuda no? Señorita?- Decía con un leve tono de burla y una sonrisa en su cara.

-Claro que si lo estoy!- Dije sin pensar- De hecho estoy muy acostumbrada por mis ex novios, tengo mucha experiencia. -Me molesté un poco por mi conducta inmadura, pero al mirarla su expresion ya no era de risa o burla sino de tristeza... ¿Habré dicho algo malo?

-No me mienta señorita, no se ve bien en usted, ademas, yo tambien quisiera no tener experiencia...- Dicho esto me dio un vestido, me sonrió con los ojos un poco llorosos y me dió un suave beso en mi mejilla, sentí como me tornaba roja pero por suerte el maquillaje no permitió que Ashlhi se diera cuenta.

-Me pondría muy contenta si me vieras en la función de hoy -Dijo- esta trapecista dará su mejor esfuerzo para que se divierta su princesa, asi que aplaude y grita mi nombre ¿Si?- Me sonrió con esa expresión de jugar conmigo como una niña juega con sus muñecas... ¿Trapecista? Eso explicaba su buena figura, me miró fijamente y salió por una cortina dejandome sola en la habitación.

Di media vuelta y en uno de los estantes había una fotografía con 4 personas dadas vuelta tomadas de las mano, como cuando termina una función y todos se despiden del publico. Dos chicas y dos chicos; Dalí era uno, se notaba por su estatura y su gran espalda, una de las chicas debía ser Ashlhi con su cabello largo y rosa.

-¿Quienes faltan? -dije en voz baja.