Ángel de luz Propia - |COMPLETA|

Capitulo 31

Tory levantó el rosto lleno de lágrimas para observarlo. Verla así tan vulnerable con el rostro bañado en lágrimas y el miedo y la angustia reflejada aumento su ira, pero también sus ganas de luchar.

- ¿Por qué iba a ser tu culpa? – preguntó Tory mientras se limpiaba el rostro con las manos.

Joseph suspiro resignado antes de empezar a hablar.

- Abrí una investigación en el caso de tu herencia. Contraté un contador para revisar las cuentas y un abogado que formalizara la investigación.

- ¿Qué?

- Sé que debí contártelo antes. Pero estoy seguro de que lo que hicieron contigo no es legal. O lo es, pero no es lo justo. No conocí a tu padre, pero estoy seguro de que un hombre que se dedicó a levantar una empresa como lo hizo él, no arriesgaría todo su patrimonio de la manera como ellos aseguran.

- ¿Cuándo?

- Hace un par de semanas empecé con las investigaciones, pero solo hasta hace un par de días atrás el abogado se presentó en la empresa de tu padre a solicitar reunión con Oswald. Solo menciono que iba en representación tuya y el tema a tratar.

- Cielos!. – Ella frunció el ceño. – creí que para actuar en mi representación debería tener una autorización firmada por mi parte.

- Ehhh... si, de eso pensaba hablarte esta noche.

- ¿Y ahora qué haremos? – preguntó victoria sonándose la nariz con un pequeño pañuelito que saco de un bolsillo.

A Joseph simplemente le encantó que hiciera esa pregunta. No dijo que haré o que harás, sino haremos, en plural, haremos. Para él significó mucho que ella ya se sintiera parte de un "algo" de un nosotros. Acercó su rosto al de ella y la besó dulcemente en los labios.

- Lucharemos juntos, ya veras, nada, ni nadie nos separará de Andy. – Aseguró apretándola fuertemente contra sí.

- De acuerdo.

- Y hablando del pequeño terremoto, vamos a verlo. – observó su reloj de pulsera. – Ya es tarde, hora de dormir.

Fueron juntos hasta donde estaba el pequeño Andy comiendo juiciosamente una papilla de frutas que le estaba dando Lena. El pequeño travieso tenía en sus manos un banano destripado que se iba comiendo poco a poco, haciendo más desastre que lo que comía, a Lena le encantaba dejarle que el mismo comiera sus alimentos, según ella fomentaba la inteligencia del pequeño y a él le encantaba. Aunque obviamente reforzaban la comida con lo que ellas le daban a cucharaditas. Cuando hubo terminado la desastrosa y feliz comida de Andy, lo llevaron entre los dos le dieron su habitual baño caliente y le acostaron a dormir, tranquilo feliz y a salvo como siempre debería estar.

Como era de esperarse, Joseph no tardó y contrató a uno de los abogados especialista en familia más reconocido de todo el país. Este se reunió con ellos en tres ocasiones para estudiar el caso concienzudamente.

La primero reunión fue en las oficinas de VieMex donde le explicaron toda la historia completa desde el matrimonio de sus padres, las condiciones del mismo, el accidente, la muerte de ellos, el despojo y perdida de sus propiedades y la sospecha que tenía Joseph de estafa. La calidad de vida a la que habían tenido que restringirse, los varios trabajos de Tory y Grace y finalmente la posición en la que se encontraban ahora. Grace y Tory estuvieron juntas durante todo el proceso con el abogado para no obviar ningún detalle.

La siguiente visita fue realizada por un asistente y tuvo a lugar en el sitio donde ellas vivían. El asistente examinó el barrio, el edificio, el apartamento mismo, sus medios de transporte, los alimentos que consumían, la clase de dieta que tenían, los sitios que frecuentaban en general el ambiente al que se veía expuesto el pequeño.