Vinateria

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*Serena*

—Il mío bella Serena... (Eres mía hermosa Serena)

Sus ojos me escanean toda, su mirada descarada y asquerosa recorre mi cuerpo de manera lasciva.

—Tu sei il miglior contratto che ho firmato nella mia vita.... (tu eres el mejor contrato que he firmado en mi vida)

La mordaza en mi boca no me permite hablar, pero mi estomago se revuelve al sentir sus manos subir por mis muslos desnudos, me remuevo bruscamente pero al parecer, esto lo unico que hace es acrecentar su asquerosa excitación.

—Quella cara mia, negare, che renderà più possente il possesso di te...(Eso querida mia niegate, eso hara mas interesante el poseerte).

Deshace la soga que ata mis piernas entonces aprovecho y encajo mi rodilla en su entrepierna, su grito de dolor inunda la habitación, el impacto del golpe llega rapidamente, el dolor en mi mejilla es punzante, el sabor de la sangre inunda mi boca, mientras mis lagrimas se pierden entre mi cabello.

—¡¡Ora ti insegnerò a rispettare il tuo marito!!...(Ahora te enseñare a respetar a tu marido).

Sus manos rasgan lo que queda de mi ropa...

— ¡Señorita Serena!... ¡señorita Serena!—abro los ojos desesperada y asustada, mi pecho sube y baja frenéticamente.

—Era...era solo una pesadilla—toco mi frente, estoy sudada y asustada.

— ¡Dios mío, me ha dado un susto de muerte!...Acabo de llegar y escuche sus gritos desde que entre... ¿está usted bien?

Los ojos cafés de Sofía se notan asustados, es más su expresión es asustada, acomoda mi cabello con una mano mientras con la otra me ofrece agua.

—Lo siento...ha sido solo una pesadilla—no explico más, no hay necesidad de hacerlo.

—Está bien entonces, iré a la cocina a preparar su desayuno, dentro de poco será hora de que se marche al trabajo—asentí sin decir nada.

— ¿Por qué demonios estoy soñando con eso?—sacudo mi cabeza, espantando de ella todos esos recuerdos sobre mi pesadilla. Retiro el cobertor y salgo de mi cama. Me dirijo a las ventanas y abro las enormes y pesadas cortinas que cubren los cristales de mi habitación, tomo una profunda respiración y me empapo de la hermosa visión de la ciudad en la que vivo el Empire State me saluda glorioso, después de todo los 6000 dólares mensuales que pago por su alquiler velen la pena, vivir en New York específicamente en Midtown West, es la gloria cuando tienes un padre al que sangrar.

La suave alfombra relaja mis pies, camino hasta el baño, mi piel se eriza al hacer contacto con el mármol frio del suelo, sus paredes son de mármol blanco con tintes platinados, su baño es de cristal, no me imagino cuanto le cuesta a Sofía limpiar ese cristal, sé por experiencia propia lo que cuesta hacer que brille, abro la llave de la ducha y esta empieza a descender, deslizo los tirantes de mi lingere por mi cuerpo, y me sumerjo en el vapor del agua.

...

La imagen frente a mi es perfecta, es así como quiero que sea, el vestido se ajusta a mi cuerpo, mi vestido es azul con un escote en v que muestra lo suficiente mis pechos, un cinturón dorado enmarca mi cintura, y unos zapatos a juego color dorados, mi maquillaje es perfecto, soy fan del maquillaje y por lo tanto llevo mis ojos un poco ahumados y un labial aperlado.

—Luna, me marcho—anuncio ya en la puerta con mis llaves en mano—Por cierto el desayuno estuvo delicioso.

— ¡Que le vaya bien señorita Serena!—se despide desde algún lugar del departamento.

Perfecta Imperfección...(Darien y Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora