Hay mariposas en todas las estaciones. Poemario

Septiembre/La ciencia de la poesía

Tú y yo éramos intensidad pura,
éramos como un imán multiplicado,
tu cuerpo era el ion negativo,
que atraía a mi ion positivo.

Lo nuestro lo podríamos explicar con cualquier ciencia y teoría;
podríamos decir que tú eras la incógnita que resolvía mi ecuación,
que yo era el oxígeno de tu respiración,
que tú eras el punto final que le faltaba a mi oración.

Pero yo prefiero explicarlo en poesía,
porque tú hiciste que se convirtiera en mi mejor amiga,
porque no había una mejor manera para hablar de ti que con versos,
ellos podían acercarse a describir la perfección de tu cuerpo.

Porque yo te quise en la cama y te quise en mi pluma,
porque en mis letras eras todo aquello que fuiste; intensa, etérea, profunda.
Porque amarte a ti;
fue convertirte en poemas.

Porque pelear era sólo un pretexto para amar,
así como el amor es un pretexto para escribir,
porque tú eras dueña de las palabras,
así como eras dueña de mí.

Y la poesía siempre lo supo,
lo nuestro fue intensidad pura.