Y un ruido la despertó...

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Y un ruido la despertó, fue corriendo al cuarto donde dormía su niño recién nacido. Todo parecía normal. El niño seguía dormido en la cuna. "Donde se habrá metido tu padre" le decía su madre. Se abrió la puerta de la entrada. Ella cogió al bebé, aun dormido, y se apoyó en la cuna mirando la puerta cerrada de la habitación. Unos fuertes pasos acompasados con la lluvia se escuchaban. Cada vez mas fuertes hasta que de repente pararon. Todo era silencio. Poco a poco crujía la puerta de la habitación, abriéndose. Las velas del cuarto dibujaban la silueta de un hombre armado. "¿Cariño que haces con eso?" Tartamudeaba la mujer mientras el hombre se acercaba. El frío apagó todas las velas. La silueta desapareció. En la oscuridad sólo se escuchaba el agua de la lluvia caer. La mujer, convencida que se imaginó esa sombra, dejó a su hijo en la cuna, iluminada por un pequeño haz de luz que emitía la luna. Alzó la mirada para ver la lluvia cuando un rayo cayó, iluminando la habitación, donde, por el reflejo de la ventana, vio el rostro de su marido. Se giró para recibirle con una sonrisa, pero éste la empujó contra la cuna, rompiéndola, y cayendo encima del bebé. El marido, con una pistola en la mano, la miraba con una cara perversa.Se dispuso a disparar, pero ella, dominada por su instinto materno mas animal, cogió una de las barras de madera rotas que formaban la cuna y la clavó en el cuello del padre de su hijo, matándolo. Su cuerpo cayó al suelo a la vez que se oía el rayo que ella vio hacía unos segundos. El niño echó a llorar. La madre, con las manos llenas de sangre de su marido, quitó las astillas que tenía su hijo clavadas y lo intentó calmar, pero vio que no paraba de sangrar por todos lados. El llanto de dolor de su hijo era mas doloroso para ella que las heridas que tenia, por ello, sabiendo que el niño había perdido mucha sangre, cogió el cojín de la cuna, lo puso sobre su pequeña cabeza y apretó hasta que ya no se movía. Llena de sangre de su hijo y de su marido, la mujer fue a lavarse. De camino al baño vio la puerta de la entrada abierta. Salió de casa y empezó a lavarse con el agua de la lluvia. Todas sus manchas desaparecían, menos una en el abdomen. Rascando y tocando notó un pequeño bulto. De la mancha de sangre de su barriga sacó un trozo de metal. Cuando se dio cuenta de que era una bala cayó fulminada al suelo encharcado de la calle, que cada vez mas se teñía de rojo.

Y un ruido la despertó...Where stories live. Discover now