pastel de vainilla

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A Yoongi, en realidad, no le gusta usar colonias, dice que tiene suficiente con bañarse a diario y oler como un pastel, gracias al negocio de su mamá. Y tiene razón, porque normalmente no huele nada mal, no como una torta, algo más como un agradable y tranquilizante aroma a limpio y un poco de vainilla.

Razón por la que Hoseok no puede entender porque está tendiendo graves problemas para mantenerse en su sitio y no saltar al cuello de Yoongi y enterrar su nariz en toda su extensión, tal vez lamerlo un poco, solo para comprobar que sabe tan bien como huele. Se pregunta si la conversación que está manteniendo su mejor amigo con Hyungwon es tan interesante como para no darse cuenta de que Hoseok está prácticamente taladrando su cuello con la mirada.

Decidido a no torturarse más a si mismo porque Hyungwon está tan jodidamente cerca que probablemente también puede sentir el olor de Yoongi, Hoseok se obliga a si mismo a dejar de mirarlo y concentrarse en su amor platónico más reciente, Choi Yujin, la chica más linda que Hoseok ha visto en su vida.

Yujin también huele muy bien, a fresas, un olor algo exótico que pone al enamoradizo joven algo nervioso, (como el olor de la mayoría de chicas, sin embargo). Recuerda que Yujin se presentó hace no más de un par de semanas, en el salón de clases, fue como si alguien hubiera derramado jugo de fresa por doquier, y cuando sus compañeros notaron el olor, no hicieron más que acercarse a ella como instinto, Yoongi se quedó sentado, sin siquiera inmutarse más allá de mostrar un poco de preocupación por la chica, pero murmurando algo acerca de lo estúpidos que eran los alfas, Hoseok también se quedó en su sitio, casi sin saber que hacer ante la situación, sus pies picaban por ponerse de pie e ir a proteger a la muchacha de los demás, pero Yoongi tenía su cabeza apoyada en su hombro y sujetaba su antebrazo.

—Aprovechemos que el profesor estará ocupado, dormiré un rato. —y cerró sus ojos sin moverse de Hoseok, quien continuó observando la escena que había causado su compañera.

La mejor amiga de Yujin, o por lo menos la más cercana a ella, estaba sentada en la carpeta adyacente, observando a todos los que trataban de acercarse y casi manteniéndolos a raya con solo su mirada, tomó la cabeza de Yujin y la enterró en su cuello, gruñéndoles a todos y sujetando a su amiga, que aún se sacudía un poco.

—Ni la miren, manga de pajeros.

Seungyeon, quien era conocida por ser tan confiada entre los chicos y no mostrar ningún rasgo de intimidación por ellos, tomó a Yujin y se la llevó del lugar.

Era una buena amiga, pensó Hoseok, en una situación como esa agradable tener alguien que te protegiera, el haría lo mismo por Yoongi o alguna de sus amigas, ¿no?

Claro que sí, él lo haría como el buen amigo que era, si la situación se presentaba algún día.

En ese momento, Yujin estaba tomando apuntes de la clase se biología (cosa que probablemente, Hoseok debería hacer también, en vez de mirarla), Seungyeon estaba tranquilamente sentada a su lado, jugando con algunos mechones del cabello ajeno, trenzando y deshaciendo, a veces acercándose un poco a olerlos, lo que era completamente normal entre ellas, mejores amigas. Seungyeon se había estado mostrando más cercana aún, y un poco celosa cuando atrapaba a Hoseok mirando a la otra chica, pero lo atribuía a que Yujin estaba enferma, ya que llevaba siempre bufandas o cuellos altos, el haría lo mismo con Yoongi porque ellos eran...

Un sonido de sorpresa lo saco de sus pensamientos, al igual que con el resto de la clase, Hoseok sintió como su mandíbula caía y sus cejas se juntaban ante la escena que estaba presenciando, miró alrededor, preguntándose donde demonios estaba el profesor cuando más lo necesitaban.

No pudo hacer más que mirar como Hyungwon se aferraba a la nuca de Yoongi mientras acercaba su cara al pálido cuello, las manos de Yoongi estaban en los hombros ajenos, Hoseok no podía determinar si estaba ejerciendo presión para mantenerlo cerca o alejarlo, pero no importó cuando los ojos de Yoongi lo miraron suplicantes, casi fue como si escuchara su voz internamente, pidiendo ayuda.

Estaba de pie y tirando de Yoongi antes de siquiera haberle ordenado a sus pies moverse, con fuerza que no sabía que tenía, logró separar a su mejor amigo de Hyungwon, después de haberle dedicado una mirada de decepción y sentir su pecho vibrar en un gruñido ante el que también consideraba su amigo, quien miraba a la nada como saliendo de su confusión. Hoseok no tenía tiempo para eso.

Con Yoongi entre sus brazos, sintiendo sus manos pasearse por su espalda y sus piernas alrededor de su cintura, se dirigió a la salida del colegio, donde el portero trató de detenerlo antes de que Hoseok señalara el obvio cuerpo de Yoongi.

—Está presentándose y yo lo estoy llevando a su casa, so-soy casi como su hermano. —dijo repentinamente nervioso ante la situación.

Yoongi gimió lastimeramente y mordió su hombro con fuerza, antes de susurrar un "no te atrevas a decir eso de nuevo" en su oído. Hoseok tragó, ahora con miedo y algo sonrojado, se apuró a salir, Yoongi no vivía lejos, para su suerte, en poco tiempo estuvo tratando de abrir la puerta.

—Ehh... Yoongi, ¿puedes bajarte?, en serio necesito abrir la puerta. —sintió como Yoongi movía la cabeza en negación, aún sin separarse de su cuello y haciendo ruiditos que Hoseok no sabía que él podía hacer.

Finalmente, logró abrir la puerta y subir las escaleras, una vez en su cuarto, Yoongi aún seguía sin querer despejarse, pero Hoseok había detectado un olor desconocido y ajeno a ellos dos en Yoongi, probablemente era el olor de Hyungwon, pensó Hoseok antes de volver a gruñir.

—Tú necesitas i-ir a bañarte mientras yo voy a una farmacia o algo así. —Yoongi decidió bajarse, tratando de no mirar a Hoseok mientras se dirigía al baño.

Sus manos y básicamente, todo su cuerpo le exigían ir hacia su mejor amigo y mantener el contacto, de alguna manera u otra, pero la mente de Yoongi, aún algo difusa por sus otras necesidades, le exigía que echara al chico de su casa y despejara esos estúpidos pensamientos que lo atormentaban, le recriminaba por haber arruinado todo, años resistiendo sus celos y tratando de reprimir sus sentimientos, haciendo lo posible para no poner en peligro su amistad y única relación con Hoseok, solo para que su tonto corazón y cuerpo descontrolado no respondieran a sus órdenes.

Yoongi intentó convencerse a si mismo de que no lo había disfrutado en absoluto.

Después de que Hoseok se fue y mientras Yoongi reflexionaba bajo el chorro de agua de la ducha, trató de convencerse de que haber tenido sus manos paseando libremente por los hombros y espalda de Hoseok no significó nada, que no se enorgulleció de haber mordido su cuello, que tener las piernas rodeando a Hobi no cumplió alguno de sus sueños.

Antes de darse cuenta, y sin haberse secado, estaba recostado en su espalda, su suave cama bajo él y sus manos recorriendo su pecho sin previa orden, Yoongi en realidad no estaba fantaseando con otras manos, porque tener ese tipo de fantasías con su mejor amigo no era algo que debería hacer. Pero que bien se sentía hacerlo.

Literalmente, fue atrapado con las manos en la masa.

Hobi tenía una mirada que Yoongi no sabía descifrar, pero estaba centrada en él, sus ojos no vagaban incómodos o avergonzados, tratando de mirar a cualquier parte menos al cuerpo de Yoongi, al contrario, estaban muy fijos tratando de delinear su figura.

—Hoseok...

Su nombre dicho en lo que parecía un gemido sacó al menor de su trance, se dio cuenta de que ya no sostenía la bolsa con supresores y no estaba en la puerta, donde recordaba haberse quedado, ahora estaba muy cerca de Yoongi, muy cerca. Con su mano en el muslo y casi entre sus piernas, de repente todo se volvió muy real, la piel de Yoongi se sentía agradable bajo su tacto y Hoseok solo quería tocar más, el ahora abundante olor a su pastel favorito de vainilla invadía sus fosas nasales y parecía llegar a su cerebro, porque este estaba lleno de Yoongi, Yoongi, Yoongi y solo Yoongi. Hoseok no podía ni quería apartar los ojos de su mejor amigo.

Su mejor amigo.

Ese pensamiento bastó para distraer momentáneamente a todos los demás y Hoseok aprovechó el breve control de su cuerpo para hacer lo más indicado en una situación así.

Saltó por la ventana.

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