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Mi corazón se sentía tan roto, necesitaba a alguien a quien abrazar y decirle todo lo que me sucedía en estos momentos en los que me siento desvanecer interiormente. No podía hablar con Sadie sobre lo qué pasó anoche con Finn, por qué ella aún no sabía y no quería crear un ambiente de tensión antes de la entrevista.

Tenía los ojos cerrados mientras sentía las suaves cerdas de la brocha sobre mis párpados. Camille, una chica del set en el que nos encontrábamos estaba retocando algunos detalles antes de entrar en al vivo frente a la gran audiencia de uno de los shows más vistos en Vancouver. La verdad no recuerdo con exactitud el nombre del show, pero según Finn es muy famoso en Canadá.
Oh, había olvidado un detalle, Sadie estaba conmigo en el camerino, narrando alegremente su experiencia en San Diego, con sus tíos. Ella suele ser bastante parlanchina cuando de esperar se trata y como ella estaba completamente lista y faltaban 30 minutos antes de que empiece la entrevista, aprovechó para pasar el tiempo y hablar conmigo un poco, puesto que no nos veíamos hace unas semanas y había bastante que contarnos... En exceso, diría yo.

-HAHAHA, la verdad no podía creerlo y luego de eso emp... Millie? Me estás oyendo?- trato de llamar mi atención chasqueando los dedos.

-mmm?- era evidente que no había tomado atención a nada de lo que me dijo;  tengo mis razones y ya han de saber cuales.
Mi nivel de estrés era exuberantemente alto, cualquiera podía notarlo a kilómetros.

-¿Que te sucede? No luces bien- tampoco lo estoy.

- A que te refieres- tome el espejo de mano que estaba posado en el tocador. Movía mi cabeza ligeramente a los lados "revisando" el maquillaje- yo creo que Camille hizo un gran trabajo con el make up- sabía perfectamente que ella no se refería al maquillaje, pero da igual. No quiero hablar sobre el "eso" o por lo menos no ahora.

- Sabes que no me refería a eso- dijo la pelirroja rodando los ojos.

- No, no sé qué querías decir con tu comentario, pero yo sigo creyendo que me veo estupenda- conteste alagando a mi propio ser, era una broma claramente.

- Ya, Millie. Cuéntame qué pasó- suplicó Sadie.

Solté un gran suspiro y me deslicé en la silla con dos dedos sobre la sien mientras miraba a la nada. Nerviosa, insegura, estresada; es que no podía estar en paz por un solo instante?.

- Millie... es sobre "eso"?, por qué si es así sabes que podemos hablar, yo te puedo ayudar, todos podemos ayudarte- hizo una pausa- pero debes cooperar, sino, será muy difícil hacerlo. Ten un poco de confianza, no puedes mantener esto en secreto y hacer como que nada sucede.
Tu, yo, tu familia... sabemos que si no hacemos nada ahora TODOS se enterarán y sabes que no me refiero a solamente los chicos-

Cerré los ojos fuertemente, como si eso fuera un hechizo mágico que hiciera que desaparezca.

-Millie- la corte antes de que dijera otra cosa.

- Solo cállate, quieres?. Prometo contártelo, en algún momento, pero por ahora no quiero pensar en eso-.

La pecosa frunció los labios he hizo un si con su cabeza moviéndola de arriba abajo.

Se escucharon golpecitos en la puerta y Sadie dio la orden de que entrara.
Por la puerta entro una cabellera rulosa y morena, era Finn.

- Señoritas, las llaman a desayunar-

M-i-e-r-d-a

Fillie || • Anxiety•Where stories live. Discover now