Capítulo 1

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Celeste es una niña de 13 años inteligente, humilde y bondadosa, le encantan los animales y las historias que le cuenta su abuela Lady a quien visita todos los días para saludarla y pasar un rato muy agradable, quien ya cuenta con más de 75 años.

- ¡Hola abuela Lady! Ya estoy aquí y vengo a que me cuentes una de esas historias que me roban toda la atención- Pronuncia Celeste con una gran sonrisa y acercándose para darle un beso en la mejilla

- ¡Hola mi bebe! Claro que sí, sabes que me encanta que me vengas a visitar para no aburrirme- Responde la abuela Lady

- Tus historias son hermosas y cautivadoras, cuando grande quiero ser escritora para relatar las historias que me has contado- Contesta la niña Celeste

- Pues siéntate porque la historia que te contaré esta vez es larga y triste- Manifiesta la abuela lady

Por los años 2010 yo estudiaba noveno grado de secundaria, me caracterizaba por ser responsable y cumplir con mis compromisos, no era la más lista de la clase pero tampoco era la más mensa. El salón de clases estaba constituido por 25 estudiantes, ese grupo era verdaderamente insoportable y fastidioso, la mayoría de los estudiantes eran vagos y nunca cumplían con sus deberes, en cambio habían unos pocos que si eran más entregados al estudio y cumplían con sus obligaciones.

Nicolás era el niño más inteligente del curso, siempre sobresalía en matemáticas, lenguaje, química y todas las demás materias, verdaderamente era un niño superdotado, algunos compañeros se aprovechaban de eso para burlarse de él y hacerle bromas pesadas, él solo se aguantaba y resistía a todo lo que le hacían, pero sin embargo una vez explotó.

Unos días antes de comenzar semana santa un profesor no asistió a clase, quedaron dos horas libres unos compañeros salieron para hablar, jugar y pasear por los pasillos de la escuela. Pasado el rato llegaron al salón a retornar con la clase siguiente, pero en eso ocurre algo lo cual dará inicio al problema.

Katherine: hay un sapo en mi bolso, ¡qué asco!

Ante lo dicho por Katherine, todos comenzaron a revisar sus mochilas, unos espantados otros riéndose y los demás observando desde las ventanillas.

Viviana: en el mío también, ¿quién fue el malparido que me lo puso en el morral?

Camila: ¡qué asqueroso!, miren un condón usado en mi morral

Dayana: ¡que repugnante! un sapo dentro de mi mochila

Algunas mujeres empezaron a gritar como locas y algunos hombres también, se montaban en las sillas mientras lo sapos saltaban de un lado a otro.

Marlon: miren la nota que dejaron en el pizarrón

En el pizarrón había una frase muy corta FELIZ SEMANA SANTA, dado el mensaje se supo que había sido una broma de mal gusto por parte de algunos compañeros pero no se sabía quién había sido. En total fueron 11 sapos echados en los morrales y 7 condones supuestamente usados, pues habían mezclado agua con talcos para pies para que pareciera semen.

Para ese momento el colegio estaba en shock, pues lo que estaba pasando en ese curso se llevó toda la atención de los profesores, administradores, vigilante, aseadores y el de todo el estudiantado.

Después de todo el alboroto, llegaron los regaños y los buenos sermones por parte de la rectora, quien dijo que averiguarían el culpable y quien fuese lo expulsaría definitivamente asegurándose que en ninguna otra institución lo aceptaran.

Algunos comenzaron a dar sus declaraciones y a señalar a Nicolás quien había sido el autor de semejante broma y que lo habían visto muy sospechoso ese día.

Marlon: fue el marico de Nicolás, hoy estaba más raro de lo normal

Berenice: pues yo creo igual, además que paradójico que a él no le hayan echado

Katherine: cierto, que extraño que hoy no dejó el morral en el salón, él siempre lo deja

Laura: además hoy tenía el bolso más grande de lo normal, de seguro tenia ahí los sapos y condones para echárnoslo en un descuido

Danilo: aprovechó que nosotros estábamos afuera y que el profesor no vino para meterlos en los morrales

La rectora y algunos profesores escuchaban miraban fijamente a Nicolás, dudosos de lo que decían sus compañeros.

Nicolás: yo no fui

Viviana: ¡si fuiste tú!

Leandro: si, sáquenlo de este colegio

La rectora ordeno silencio y dijo que averiguaría bien lo que había sucedido una vez regresaran clase la semana siguiente.

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Broma Macabra En WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora