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"Con poder observar esta hermosa sonrisa a mi lado y esta sensación cálida en mi pecho.

Me basta y me sobra para ser plenamente feliz."

—Koe no katachi.




La peor combinación para un estudiante, era la escuela y el frío. Los primeros meses del año continuaban teñidos bajo la nieve de invierno, restaba una cuarentena para que las flores de cerezo dieran paso a la primavera y las calles se volvieran más alegres ante su llegada.

La primavera en Japón era la época envidiable del año. Recibían miles de extranjeros y la economía turística llegaba a sus puntos más altos. Finalizando Marzo y comenzando Abril era común pasearse por los parques comunitarios y encontrarse con amigos, familias y extranjeros comiendo bajo flores de cerezo; los lagos y los ríos se volvían obras de arte al ser adornadas con las conocidas flores rosas.

Pero antes de la primavera, estaba el invierno.

No podía quitarse la belleza de cada estación del año, cada una tenía sus resaltantes detalles que hacían única su estancia.

En Tokyo no solía nevar como en Hokkaido o en los Alpes Japoneses. Sin embargo, el conjunto de islas recibían las blancas lloviznas en diferentes horarios del día, logrando llegar de 5 a 1 grado de temperatura.

El invierno tenía ventaja en belleza, logrando competir con la primavera.
A pesar de estar a mediados del primer mes del año, las calles y los centros comerciales continuaban con sus decoraciones iluminadas.
Pequeñas luces delicadas de colores celestes y blancos, algunas extravagantes y otras más simples.

Otra cosa positiva que traía el invierno, era el oden. Se trata de un platillo caliente con cierto parecido al ramen. La comida caliente en época invernal era la mejor para llenar no solo el estómago, sino para derretir el corazón de quien necesitaba un apapacho de alimento.

Además, en la universidad de Tokyo, se preparaban anualmente los deportes de invierno. Muchos jóvenes adultos tomaban parte de sus vacaciones para practicar snowboarding, esquí, o patinaje sobre hielo.
Hinata y Kageyama eran seguidores de los deportes de invierno, colocándolos en su segundo puesto favorito después del voleibol.

De hecho, Kageyama recientemente había propuesto viajar a Hokkaido para alcanzar las últimas temporadas de aquellos deportes para antes de que la primavera derritiera el hielo y llenara todo de flores.

Hinata, por su intacta emoción de pulga saltarina, nunca se negaba a ocasiones de ese tipo.

Pero a pesar de todas las cosas positivas; la peor combinación para un estudiante era la escuela y el frío.

Estaban en su tercer año de carrera universitaria, pasando la mitad de años que cada uno cumplía para terminar.

Kageyama con sus recién cumplidos 21 años ante un mes atrás, compartía departamento con su novio. Nunca nadie se tomaba en serio la frase "El tiempo se pasa volando" hasta que tocaba mirar hacia atrás para hacer memoria de viejos recuerdos y de los tiempos vividos.

Los tres años de preparatoria se esfumaron como humo frente a un cigarrillo. Las pruebas que creyeron nunca terminar, los entrenamientos que levantaban sus ánimos, los nuevos integrantes de Karasuno, los torneos, los nuevos ataques y pases, las despedidas...

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⏰ Last updated: Jan 04, 2018 ⏰

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