25. Boda

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Canción sugerida: Miss you so much de Miley Cyrus. 

El nerviosismo y la agitación se hacían sentir en la habitación; se escuchaban murmullos y a veces alguna subida de voz que generalmente provenía de la boca de Ginny Weasley. La mujer se encontraba sentada intentando mantenerse quieta mientras una segunda mujer pretendía maquillarla para la gran noche.

Luna, Hermione, Katie bebían algo de alcohol mientras conversaban. Todas llevaban el mismo vestido borgoña y el cabello recogido para el mismo lado. De repente, una de las damas de honor soltó una carcajada.

— ¡Hey! —exclamó Ginny girándose hacia ellas con expresión de fastidio; la maquilladora hizo una mueca—. Traten de llegar sobrias a la ceremonia, no quedaría bonito que una de las damas caiga al suelo en el cortejo.

—Lo siento —se disculpó Luna colocándose una mano en la boca para contener su risa.

Aun manteniendo una sonrisa en sus labios, Hermione movió la cabeza hacia ambos lados mientras observaba a Luna y se acercó a Ginny a quien reconfortó dándole unas palmaditas en la espalda.

—Tranquila, ¿sí? —Le dijo con dulzura—. Todo estará bien. Estás por vivir un momento muy hermoso, no dejes que el estrés te lo arruine.

—Es fácil decirlo cuando no estás a punto de casarte, ¡por Dios! —exclamó aunque una pequeña sonrisa estaba a punto de escapársele de los labios.

Hermione le sonrió y estuvo a punto de decir algo cuando el teléfono móvil de Ginny comenzó a sonar abruptamente. Al ver que era el número de su madre, Ginny le extendió el aparato a su amiga.

—Atiende tú, Hermione. No creo que pueda tolerar alguna mala noticia que esté sucediendo abajo.

Hermione presionó la pantalla y colocó el móvil en su oreja derecha. La voz desesperada de Molly Weasley comenzó a oírse antes de que pudiera hablar.

— ¡Faltan manteles, hija! ¡Faltan tres! Los cuento una y otra vez y sigue habiendo doce... Aquí nadie quiere hacerse cargo, me dicen que no perdieron nada, pero tú y yo sabemos qué eran quince...

—Señora Weasley, soy yo, Hermione. Ginny está ocupada...

— ¡Hermione, qué suerte! ¿Podrías bajar y solucionarlo, cariño?

Hermione pensó que podría hacer poco para convencer a alguien considerando que la misma señora Weasley había fracasado en la misma tarea. Sin embargo, Molly no había esperado respuesta y, tras un escueto "Gracias", colgó.

— ¿Sucede algo? —preguntó Ginny preocupada.

—Absolutamente nada —mintió Hermione sonriéndole—. Tú sigue poniéndote linda que yo me encargo.

Y tras decir esto, salió rápidamente de la habitación.

.

Luego de escuchar los reclamos desesperados de Molly, Hermione caminó hasta la recepción del hotel con la intención de encontrar alguna solución al problema que hasta el momento era, según la madre de la novia, "algo que arruinará la boda por completo".

En la recepción todo el mundo se encontraba nervioso. Al parecer, el día de la boda Weasley-Potter había coincidido con un congreso médico muy prestigioso que también se estaba llevando a cabo en el establecimiento. Las habitaciones no daban abasto y había varios recepcionistas entablando conversaciones acaloradas con clientes que en vano solicitaban sí o sí un lugar. Los empleados se veían también muy estresados, pero Hermione sabía que no podía regresar al salón sin una respuesta clara que incluyera los malditos manteles.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2018 ⏰

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Lucky Ones - Afortunados (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora