11. Lo siento.

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ChibiLaChan me ayudó a escribir este capítulo, brindándome buenas ideas. Gracias, honey❤.
🌚🌚🌚🌚.

Stuart se sobresaltó al escuchar como abrían su ventana. Se asomó por entre las sábanas, temblando.

—Hey, Stu. —escuchó decir.

— ¿Murdoc? —cuestionó más que confundido.

—Ajá. —escuchó un pequeño golpe. — ¡Maldita sea, enciende la luz! No veo nada...

El joven Pot se quedó en silencio por unos segundos, ¿Qué hacia Murdoc ahí? Extendió su mano, encendiendo una pequeña lámpara que se encontraba en un mueble al lado de su cama.

— ¿Qué hora es? —cuestionó, tallándose los ojos.

—... —alzó los hombros.

— ¿Qué haces aquí? —lo miró, notando un moretón en la mejilla del azabache. Rápidamente se bajó de la cama. — ¿Qué te paso, Murdoc?

El mencionado no respondió, solo se limitó a cubrir el golpe. No estaba ahí para hablar sobre como su padre reaccionó a la noticia de que era homosexual, estaba ahí para despedirse... ó ocultarse.

—Stu... tenemos que hablar... —murmuró.

Asintió y se sentó en el suelo, frente al mayor.

— ¿Qué pasa, Mudz?

—... —se rascó la nuca. No sabía por donde empezar. Tenía miedo, no sólo por irse a un lugar desconocido, sino por Stuart. ¿Y si lo molestaban en la escuela? ¿Qué pasaría si Stu se enamoraba de alguien más? Pensó en Hannibal, él lo había defendido de su padre. Recordó que el albino le dijo que siempre fuera valiente, pero en ese momento, solo quería llorar y se sentía patético, no quería ser débil. —Yo... —se detuvo, ¿Cómo podía decirle a Stuart que se iría y que existía la posibilidad de ya no verlo? —Me iré a otra escuela. —concluyó.

—Eso lo sé. —afirmó. —Ya eres más grande, tienes que estar en secundaria... pero eso no importa, puedes venir a ver películas o yo podría visitarte.

—No, ya no nos podremos ver...

—Sé que a veces hay mucha tarea, pero... —se vio interrumpido.

— ¡Mi padre sabe que somos novios y no le gustó! —señaló el moretón. — ¡Me voy a ir! —exclamó.

—... —guardó silencio por unos segundos, antes de que sus ojos se cristalizaran. — ¡No, no te vayas!

— ¡Por eso vine contigo! —afirmó. —Para esconderme...

El menor asintió un par de veces, evitando llorar. No quería que lo separarán de Murdoc.

Escucharon como tocaban el timbre y ambos dieron un pequeño salto. El sonido se repitió un par de veces.

— ¿Crees que...? —cuestionó el peli-azul, mirando al azabache. No se atrevía a terminar su pregunta.

Escucharon los pasos del otro lado de la puerta, tal vez de la madre o padre del joven Pot.

—Escóndete. —murmuró Stu. —Debajo de mi cama, ven.

—Creo que sería el primer lugar donde revisarían...

—Entonces en mi armario... —lo tomó de la mano.

Murdoc negó un par de veces, aquellos lugares eran escondites comunes. Necesitaba algo nuevo y rápido.

Hannibal caminó por los pasillos, explicando la situación a los padres de Stu, sin saber que David, no estaba enterado de nada.

— ¡Murdoc! —exclamó el albino. — ¡Papá está muy preocupado por ti! —afirmó.

La puerta de la habitación se abrió, permitiéndoles solo ver oscuridad.

—Stu. —habló su madre, encendiendo la luz. —Cariño, ¿Estás despierto?

El mencionado cerró los ojos con más fuerza, mientras sentía como el azabache se acurrucaba más con él. Stuart lo cubría con la sábana y abrazaba una almohada, tratando de que la silueta del Niccals no fuera visible a primera vista.

—Hey, Stu. —esta vez habló Hannibal. —Estamos buscando a Murdoc, ¿No lo has visto?

Negó repetidas veces, no era bueno mintiendo y eso provocaba que tuviera más miedo.

— ¿Estás seguro? —cuestionó. —Escucha, Murdoc esta algo enfermo y es hora de que tome su medicina, sino lo hace, se enfermará más.

El peli-azul se sobresaltó al escucharlo. Por un lado, no quería que lo separarán del azabache, pero por el otro, no quería que Murdoc se enfermará más.

Suspiró con pesar, quitando la sábana.

—No, Stu. —dijo Murdoc. — ¿Qué haces? —lo miró.

El albino suspiró de alivio y tomó a su hermano en brazos.

— ¡Pedazo de idi...! —se detuvo al ver a los padres del pequeño Pot. — ¡Me tenías preocupado!

— ¡Stuart! —exclamó Murdoc. — ¡Yo no estoy enfermo de nada, grandisímo tonto! —dijo molesto.

— ¡L-lo siento, Murdoc! —apunto de llorar.

—Lamento las molestias. —murmuró Hannibal, retirándose.

— ¡No, yo no quiero irme, Hannibal! —gritó, golpeándolo.

Stuart se bajó de la cama, dispuesto a ir con ellos, pero su padre lo detuvo.

—Stuart.

— ¡Y-yo debo de ir con él! —exclamó, comenzando a llorar. — ¡N-no me despedí!

— ¿Por qué dejaste que Murdoc se quedara aquí? ¡Debiste decirnos! ¿¡Sabes que tan preocupado debe de estar su padre!?

—L-lo siento... —susurró.

— ¡Una disculpa no será suficiente esta vez! —el menor se encogió en hombros. Quería a Murdoc, quería despedirse.

—L-lo siento... —volvió a decir, pero esta vez no era a su padre, sino a Murdoc.

🌚🌚🌚🌚.
Lamento si quedó feo, pero en los finales no me inspiró casi nada:(.

Innocent Love.『2Doc/TERMINADA』Where stories live. Discover now