9. Promesa.

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Nancy realmente estaba haciendo su esfuerzo por no caer al suelo, ya que los dos pequeños la tomaban de la mano y corrían hacia la montaña rusa.

Hannibal los miraba. Se encontraba un par de metros atrás y comía un algodón de azúcar.

— ¡Anda, Nancy! ¡Queremos subir a la montaña rusa! —exclamaron.

—S-si, ya vamos...

Se formaron, esperando con ansias su turno. Stuart daba pequeños saltitos de emoción. Era la primera vez que Murdoc visitaba el parque de diversiones Tusspot, y quería demostrarle que todos los juegos eran muy divertidos.

Por otro lado, el pequeño Niccals miraba a sus alrededores, mirando el resto de las atracciones. Debatía si subir a los carritos chocones o entrar a esas casas de terror que había siempre después de la montaña rusa.

Su turno llego y los tres subieron a la vagoneta que les tocó, para desgracia de Nancy, fue la primero.

Las vueltas, subidas y bajadas repentinas, provocaron un mareo en la rubia, la cual, al bajar, rápidamente sugirió tomar asiento un momento.

— ¿Te gusta nuestro parque de diversiones? —cuestionó el peli-azul, mirando al azabache con entusiasmo.

— ¡Sí! –respondió mirándolo. —Me encanta, aunque... creo que a Nancy no. —murmuró, mirando a la rubia.

Ambos rieron por lo bajo, para luego guardar silencio por unos segundos.

—Te quiero, Murdoc. —murmuró.

El mencionado lo miró, un tanto nervioso. Aún no se acostumbraba a las constantes muestras de afecto por parte del joven Pot. Hizo una mueca, mirando a otro lado, no podía negar que también sentía lo mismo.

—... Yo también. —dijo, cruzándose de brazos.

El peli-azul lo golpeó levemente en el hombro. Le causaba gracia que Murdoc se pusiera de esa forma, sin embargo, trataba de no reírse.

...

Rachel escuchaba con atención la historia de ambos niños, mientras vigilaba que terminaran sus verduras.

— ¡Y luego Hannibal gritó! —concluyó Murdoc, riendo.

La madre de Stuart soltó una pequeña risa.

— ¡Sí, mamá! Debiste verlo. —continúo su hijo. —Yo pensaba que la que se asustaría sería Nancy.

— ¡Y fue Hannibal! —exclamaron ambos infantes, para luego reír. [**]

Rachel tomó los platos vacíos, para luego, sentarse frente a ellos. Era momento de hablar de cierto tema.

—Murdoc. —el mencionado la miró. — ¿Cuántos años tienes?

—Doce. —asintió, mientras ayudaba a Stuart a abrir una barra de chocolate.

—Entiendo, ¿Te graduas de la primaria este año?

El rostro del menor reflejó decepción al escuchar a su madre. No quería que Murdoc se fuera de la primaria.

— ¡Sí! Mi hermano mayor esta pagando mi graduación. —afirmó, comenzando a jugar con las servilletas.

— ¿Tu hermano? —ladeó la cabeza. — ¿Qué hay de tus padres?

Stuart dirigió su vista al azabache, el cual, se había sobresaltado un poco con la pregunta. Suspiró y miró a Rachel.

—Mi padre es un idiota bueno para nada. —alzó los hombros, restándole importancia. —Y mi madre me abandonó frente a su puerta una noche, nunca la conocí.

—Oh... —susurró apenada. Se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja y fingió toser, claramente arrepentida. —Lo lamento, Murdoc.

—Bah, me acostumbré. —la mira. —Quiero convertirme en alguien exitoso para tener dinero y gastarlo en algo bueno, ¿Si? No como mi padre. Él lo desperdicia en alcohol y apuestas.

—... ¿Cómo estás pagando tu graduación entonces?

—Hannibal ahorró dinero. —alzó los hombros.

—Nosotros podemos ayu... —se vio interrumpida.

—No, Hannibal y yo siempre logramos salir de una situación difícil los dos solos. Siempre ha sido así.

Rachel se quedó en silencio por algunos segundos. Sonrió al ver que Murdoc realmente era un buen niño. Se levantó de su lugar y asintió un par de veces.

—Es hora de dormir.

— ¿Qué? ¡Mamá! —se quejó el peli-azul. —Mañana no hay escuela, Murdoc y yo planeamos ver películas de zombies...

—Esta bien, pero no se duerman tan tarde de todas formas.

— ¡Esta bien! —se bajó de su silla. — ¡Ven, vamos Murdoc!

El mencionado lo siguió hasta llegar a su habitación. Ambos pusieron un par de sábanas y almohadas en el suelo, para luego poner una película de zombies.

Tomaron asiento. Segundos más tarde, Rachel les llevó un tazón lleno de palomitas.

— ¡Gracias! —dijo Stu, poniendo la comida en medio de ambos.

Murdoc miraba la película con algo de aburrimiento, la verdad no entendía porque a Stuart le gustaban tanto los zombies.

—Oye, Mudz... —murmuró, algo desanimado.

— ¿Qué sucede Stu?

—... Tu ya casi te vas de la primaria... —lo miró.

—Si, tengo que hacerlo. —afirmó.

—... entiendo. —susurró.

— ¿Por qué?

— ¿Prometes que no serás novio de alguien más? —pidió, con los ojos cristalizados.

El azabache lo miró sin saber que decir. Sus labios se curvearon levemente hacia arriba, formando una imperceptible sonrisa.

Le alborotó el cabello al menor, provocando que ambos rieran.

—Lo prometo, Stu.

🌚🌚🌚🌚.
[**] Hannibal se asustó porque entraron a la casa de terror.

¿Ya había dicho que 'Innocent Love' es un fic corto? Tengo pensando entre 12 a 20 capítulos solamente uwu.

Innocent Love.『2Doc/TERMINADA』Where stories live. Discover now