Capítulo 10: "La Promesa"

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                  Habían pasado ya dos días desde el incidente del laboratorio, si bien la historia de la explosión de gas había causado un par de revuelos y Muroto había tenido que hablar con la prensa un par más de veces, pronto fue dejado de lado

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Habían pasado ya dos días desde el incidente del laboratorio, si bien la historia de la explosión de gas había causado un par de revuelos y Muroto había tenido que hablar con la prensa un par más de veces, pronto fue dejado de lado. Al parecer otros fenómenos estaban teniendo lugar en la ciudad, y en un lugar tan pequeño como Yahomu eso no era normal.

Cosas "raras" ocurriendo por el mismo tiempo del ataque al laboratorio, no había que ser un genio para figurarse la razón. A pesar de ello Kain no podía evitar estar de mal humor, dos días, dos días habían pasado y aun no tenía noticias de sus hermanos. De los que andaban diseminados por el mundo ni se molestaba en pensar, incluso si sabían lo que pasó con el mundo como estaba no era sencillo solo tomar un avión y llegar. Sin embargo los que le preocupaban eran Shif y Akutsu, ambos estaban con él cuando ocurrió todo, ambos sabían que el profesor tenía su casa allí, ¿Por qué no habían venido directamente entonces? ¿Dónde estaban?

El castaño se había dejado caer en el sofá cambiando los canales intentando despejar su mente. Tenía aproximadamente veinte minutos antes de que Muroto volviera de hacer las compras y comenzara a molestarlo. No había tenido a alguien tan molesto diciéndole que hacer desde que Leo vivía con ellos en el laboratorio, definitivamente no lo extrañaba.

Mientras cambiaba los canales algo llamó su atención, un canal de noticias local estaba presentando una nota sobre extraños asesinatos en un famoso hospital cercano. Sin embargo antes de que pudiera saber más sobre ello el estridente grito de Yuki llamó su atención. Eso ya no era novedad, en el tiempo que llevaban juntos, por más corto que fuese, había aprendido que el pelirrojo era increíblemente torpe, ya no le extrañaba porque Muroto le anotaba hasta el tiempo que debía poner un plato en el microondas.

Se levantó perezosamente del sofá y lentamente su cuerpo fue encogiéndose y cubriéndose de pelo. Aun recordaba con diversión el susto que le había dado a Yuki la primera vez que se transformó delante de él. Para que no perdieran su lado animal y para ayudarles a adaptarse mejor el profesor Marvelous los había diseñado con la habilidad de volver a adoptar su forma animal. En el caso de Kain él era un gato, un orange tabby para ser más precisos, y su pelaje era corto y más de un castaño claro yendo a naranja.

Con un elegante paso se deslizó sin hacer ruido hasta el lugar de donde había detectado el grito, el cuarto de lavandería. Podía tanto maullar como hablar estando en forma animal, pero hacer gestos o reírse era complicado, si no fuera así habría reído a todo pulmón por la escena que tenía delante.

– Honestamente nunca espero nada de ti pero siempre encuentras la forma de sorprenderme. – Se burló subiendo al borde de la lavadora que escupía espuma por todo el suelo inundando el lugar.

– ¡¡No te burles!! – Lloriqueó Yuki desesperado, su ropa estaba llena de espuma igual que todo el lugar. – Solo quería ayudar a Muroto y poner la ropa a lavar pero... no sé cómo ocurrió esto.

BIOTIC  -  [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora